martes, 1 de abril de 2025

Del rasgo unario a lo uniano: la evolución del Uno en Lacan

El concepto de rasgo unario ocupa un lugar central en la lectura lacaniana de Freud, apareciendo en diferentes momentos del desarrollo teórico de Lacan. Desde La identificación, el rasgo unario se vincula con la constitución del sujeto y la inscripción de marcas simbólicas.

Sin embargo, en el Seminario 19, este concepto sufre una transformación significativa. Se separa de su función inicial, asociada a la idealización de la demanda, y se reformula en un nuevo término: lo uniano. Este neologismo permite un abordaje distinto del Uno, diferenciándolo de su origen en la identificación freudiana.

Si bien el término se formaliza en el Seminario 19, ya en el Seminario 17 se observan antecedentes de este giro conceptual. Allí, Lacan reelabora la estructura del lenguaje y transforma el lugar del Nombre del Padre, desplazándolo del S₂ al S₁. Este movimiento prepara el camino para la formulación de lo uniano, una noción que rompe con cualquier perspectiva filosófica del Uno como totalidad o unificación.

En esta nueva concepción, el Uno no busca completarse en el Dos. Por el contrario, lo uniano señala lo inverosímil del Uno, en la medida en que funciona como el eslabón que evidencia la imposibilidad de la relación sexual. Con ello, Lacan marca una distancia fundamental entre la lógica tradicional del Uno y su función en el campo del goce y la sexuación.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario