miércoles, 10 de junio de 2020

El síndrome normal de la adolescencia

El Planteo de Aberatusy y Knobell consiste en que la adolescencia es una etapa de normal anormalidad. El adolescente atraviesa en forma casi permanente desequilibrios e inestabilidad emocional. Esto configura una entidad semi-patológica que ella denomina Síndrome normal de la adolescencia.

Es semipatológica, porque si alguno de los síntomas se asentúa, entonces sí hay patología. 

Un síndrome es un conjunto de síntomas. Para definir un síndrome es necesario un número significativo de manifestaciones. Es anormal cuando el síndrome de la adolescencia:

  • No hay ningún síntoma.

  • Cuando el síntoma se instala y no se modifica.

La inestabilidad del adolescente es porque él va a atravesar 3 duelos:

- El cuerpo Infantil (biológico)

- Pérdida de la identidad del rol infantil (psicológico)

- Pérdida de los padres de la infancia (social).

El duelo implica una reacomodación y una reconstrucción. Causa sensación de vacío, incertidumbre, ansiedad, desequilibrio, sentimiento de soledad, angustia, etc. que pueden causar depresión. La depresión adolescente normal es diferente de la patológica. La adolescencia no es una patología, es una fase del desarrollo.

Estos mismos duelos los viven los mimos padres. Deben desprenderse del niño y aceptar que está creciendo. Deben desprenderse de su lugar de ídolo y aceptar que tengan nuevos modelos. Desprenderse de ser el referente y aceptar que alcanzan su individuación. El adolescente cuestiona a los padres.

Indicadores del Síndrome del Adolescente.

  1. Búsqueda de sí mismo y de la identidad. El adolescente alcanza la individuación, o sea, entra en la adolescencia con muchos conflictos, dificultades, incertidumbres que a la vez, durante la adolescencia, se magnifican y debe lograr salir con una madurez estabilizada que le permite definir los rasgos de su personalidad y carácter. 

Salir con un concepto del self implica salir con un concepto de lo biológico, lo social y lo psicológico. El pasado, el presente es integrado en nuestras visiones del futuro.

  1. La tendencia grupal. La uniformidad da lugar al espíritu del grupo, donde se da un proceso de sobreidentificación masiva. Todos se identifican con cada uno. A veces esa identificación es tan fuerte que resulta difícil la separación. En esta etapa el adolescente pertenece más al grupo de pares que al grupo familiar. El adolescente pasa a depositar la dependencia en el grupo y delegan en los padres la responsabilidad.

  2. Necesidad de fantasear e intelectualizar: Son mecanismos de defensa para esconderse de las pulsiones. Es la elaboración de aquellas pérdidas que le generan impotencia y fracaso. También hay cierto autismo positivo, se encierra en sí mismo, pero no es patológico. La intelectualización da lugar a actividades de investigación como temas políticos, éticos, sociales y a toda la parte de la escritura: aparecen el diario íntimo, la agenda, poemas, novelas, canciones.

  3. Crisis religiosa: Cuestiona la creencia religiosa de la familia para luego pasar a un ateísmo exacerbado, a un misticismo fervoroso, hasta definir acerca de sus creencias religiosas.

  4. Desubicación temporal: El tiempo para el adolescente es un tiempo presente y activo. Es como un intento de poder manejarlo. El tiempo vuelve a ser un tiempo subjetivo. Es un tiempo vivencial o experimental. No tiene parámetros objetivos. No coincide con el tiempo real, de ahí que sus urgencias no siempre coincidan con la realidad. Para salir de la adolescencia, debe alcanzar la conceptualización del tiempo, que permite integrar el pasado, presente y futuro. Dice “Cuando yo era chiquito, tal cosa”. Logra y acepta la finitud de la vida. Posibilidad de aceptar la muerte de sus propios padres.

  5. Evolución sexual: Pasa del autoerotismo a la heterosexualidad. Alcanza la madurez sexual. El aumento pulsional genera excitación. Hay masturbación, que a veces la viven como culpógena, para llegar finalmente a la genitalidad. En esta etapa tenemos los enamoramientos apasionados pero pasajeros. Son vínculos intensos de corta duración.  Amor a primera vista, está basado en valores estéticos. El amor aparece como figura idealizada. Al final se alcanza la pareja estable.

  6. Actitud social reivindicadora: El adolescente pertenece a un grupo social y generalmente la sociedad recibe al adolescente con cierta hostilidad. El adolescente responde con rebeldía. Si bien la sociedad le impone restricciones, el adolescente intenta modificar y reestructurar la sociedad. Sueña con poder modificarla. Ej: en las decisiones de los centros de estudiantes. Las partes sanas del yo se ponen al servicio de una unidad. El peligro es cuando estas partes sanas (con energía, con predisposición para la acción) se canalizan hacia objetos destructivos o negativos. Ej: las barras bravas.

  7. Las contradicciones: el adolescente no logra mantener una estabilidad. Los cambios son bruscos. Aberasturi habla de anormal normalidad. El adolescente es una esponja que absorbe las influencias externas e internas, pero que a la vez proyecta. Las proyecciones son intensas, variadas y frecuentes. Hay inestabilidad emocional.

  8. Separación progresiva de los padres. Para alcanzar su identidad, el adolescente debe seprarse de los padres y los padres logren separarse de él. Cuando el adolescente presenta a su novio/a los padres se dan cuenta de que sus hijos pueden ser padres y ellos abuelos, lo que causa ansiedad. Toman conciencia de que alcanzó su genitalidad, por consiguiente tienen la capacidad de reproducción. Empieza entre padres la actitud ambivalente. Los padres pueden obstaculizar este desarrollo. Si hay un despego normal, favorece la construcción de su identidad y autonomía.

  9. Los constantes cambios de humor. Los cambios son abruptos y rápidos. En el cuerpo están actuando las hormonas. Lo comparte con las mujeres en la menopausia.

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