jueves, 25 de marzo de 2021

Diario de un psicólogo en apuros: Me hicieron cosquillas para un programa de Youtube

Los meses de enero y febrero suelen ser laboralmente complejos para los psicólogos, pues las vacaciones y las altas temperaturas del verano suelen mermar la cantidad de pacientes. Ante esto, algunos profesionales se dedican a la queja, otros al optimismo... Y otros pocos, al marketing. Habiéndome decidido por la tercera opción, me lancé a esta tarea. 

Tras organizar y hacer algunas entrevistas por Youtube, que francamente fueron un fracaso por los pocos seguidores de aquellos canales, mi amigo y colega D. F. me recomendó que hablara con cierto productor y periodista conocido suyo, que hacía un programa por la misma plataforma. El programa, no importa aquí su nombre, había recibido a algunas caras conocidas de la farándula y el arte, según una rápida averiguación.

El Diario Popular (24 de octubre 2016), relata la curiosa modalidad del programa:

Con los pies sobre el escritorio, muchos famosos y periodistas han pasado por el estudio del conductor, y de una manera más distendida y suelta se sometieron a las preguntas desopilantes del envío.
(...)
"Puedo hacer cosquillas, jugar un poco con los pies de los invitados. Ellos se descalzaban, les juego con los pies y la verdad que resultó exitoso el formato", dice el conductor.

Retroactivamente, admito que mi cálculo de marketing fue muy simple y sencillo: con 6,2k de seguidores, si me llamaba tan solo un 0,05% de la audiencia, serían algo más de 30 pacientes. Sólo basta, bien lo sabemos, con una palabra que causara la transferencia. Lo que yo no calculé demasiado bien es el tema de las cosquillas, pero no nos adelantemos a los hechos... 

La fecha convenida del encuentro fue un lunes y ya que hablamos de pies, he de decir que me hice los 36 km. de mi casa al estudio pedaleando en bicicleta. Es que dos colectivos en épocas de COVID no era un riesgo que fuera a correr.

La primera parte de la entrevista estuvo un poco orientada al quehacer del psicólogo, algo que normalmente se pregunta en este tipo de entrevistas. En la segunda parte de la entrevista, como ya lo había anticipado, venía la parte de mostrar los pies para el público, en lo que constituye el formato más extraño que yo haya visto. Ahora bien, admito que no calculé demasiado bien el tema de las cosquillas. Uno tiene la versión de la infancia, pero de adulto es una experiencia bastante diferente. 

No creo que tenga cosquillas...


Bueno, si...

Desde las clases de neurología, sabemos que las cosquillas son un estímulo "subumbral", un tipo de sensación que no alcanza a producir total placer, pero tampoco dolor. No está acá ni allá, las cosquillas caminan por un desfiladero entre el placer y su más allá. ¿Qué más sabemos? Que uno puede hacerle cosquillas a un amigo, un amigo puede hacerte cosquillas a vos, pero uno no puede hacerse cosquillas a sí mismo... Excepto en algunos casos de esquizofrenia.

Por supuesto, la entrevista no resultó lo que esperaba. Debo admitir que en la parte de los pies me vi respondiendo a preguntas que no sé si hubiera respondido con los zapatos puestos. Hay algo tortuoso en las cosquillas, donde uno termina diciendo cualquier cosa con tal de zafar del intenso estímulo. 

Ahora, ¿Qué resultado publicitario tuve? Bueno, resultó ser que el programa convocaba a una gran cantidad de fetichistas de pies. No es algo que me haya asombrado, de hecho la atracción sexual por los pies es uno de los fetiches más comunes que hay. Por su comodidad y conveniencia, sin embargo, nadie consulta por ello. La pareja del amante de pies ve masajes gratis, así que todos contentos. Lo realmente trabajoso, en mi caso, fue separar las verdaderas consultas psicológicas de los enfáticos hombres que simplemente buscaban que yo fuera su estrella porno de pies:


Cuando logré separar la paja (ejem) de trigo, finalmente llegaron a dos pacientes que resultaron ser de lo más interesante. Fue algo menos que lo calculado, pero una extraña experiencia.

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