sábado, 25 de marzo de 2023

Coordenadas de la venganza

Por Lucas Vazquez Topssian

Tomemos una escena clásica del barrio porteño de Nuñez durante cualquier evento que ocurra en la cancha de River, ya sea un recital o un partido de fútbol: autos estacionados en cualquier parte y los vecinos, que ante los inconvenientes que les generan los autos en las entradas de sus casas y la ausencia de medidas de seguridad efectivas, terminan a veces cometiendo actos vengativos como este:



La discusión, entonces, se instala en las redes... ¿Quién tiene razón? ¿El conductor que no respeta los espacios o el vecino vengativo? Poco se dice sobre el Estado ausente, pero pronto otra noticia llega y el debate público se traslada hacia otra cosa.

El tema de la venganza es sumamente interesante para la clínica. En este blog le hemos dado vueltas al tema, porque no son pocos los pacientes que fantasean con la venganza. Por suerte, menos son los que las llevan a cabo, con las implicaciones que ello tiene. De esta manera, una vez más...

¿Qué es la venganza?

La venganza se refiere a tomar represalias o dañar a alguien como respuesta a una ofensa o daño que nos han causado. La venganza se basa en la emoción de la ira, el resentimiento y la necesidad de hacerle pagar a alguien por lo que ha hecho. La venganza suele ser una respuesta impulsiva y no siempre está justificada.

Por otro lado, la justicia se refiere a un conjunto de valores y principios que buscan establecer el equilibrio y la igualdad en las relaciones sociales. La justicia se basa en la idea de que todas las personas tienen los mismos derechos y deberes y que todos deben ser tratados de manera justa e imparcial. La justicia implica aplicar las leyes y normas de manera equitativa, sin importar la posición social o económica de la persona.

Aunque la venganza puede parecer una forma de hacer justicia, en realidad no lo es. La justicia implica seguir procedimientos legales y establecer medidas justas y equitativas para todas las partes involucradas. La venganza es una respuesta emocional que a menudo conduce a la violencia y al caos.

De esta manera podemos decir que la venganza y la justicia son conceptos diferentes. Mientras que la venganza se basa en la emoción y la necesidad de hacer daño a alguien en respuesta a un daño recibido, la justicia se basa en la idea de equidad y equilibrio en las relaciones sociales, y busca establecer medidas justas e imparciales para todas las partes involucradas.

La venganza era un tema importante en la cultura griega antigua, y muchos escritores y filósofos griegos se ocuparon de este tema en sus obras. La idea de la venganza estaba estrechamente relacionada con el concepto de justicia en la cultura griega, y se consideraba que la venganza era una forma legítima de hacer justicia en muchas situaciones.

En la cultura griega antigua, se consideraba que la venganza era una forma de restaurar el equilibrio en una situación en la que se había cometido una injusticia. La venganza era vista como una respuesta legítima a la ofensa, y se creía que ayudaba a mantener el orden social y a evitar la violencia y el caos.

Algunos de los escritores griegos más importantes que trataron el tema de la venganza incluyen a Homero, Esquilo y Sófocles. En sus obras, se presentan muchos ejemplos de personajes que buscan venganza por una ofensa sufrida, y se explora el impacto que la venganza puede tener en las personas y en la sociedad en general.

En la filosofía griega, también se discutió la cuestión de la venganza. Platón, por ejemplo, argumentaba que la venganza era una respuesta inapropiada a una ofensa, y que la justicia debía ser buscada a través de medios legales y racionales. Aristóteles, por otro lado, creía que la venganza podía ser una forma legítima de hacer justicia en ciertas situaciones, siempre y cuando fuera proporcionada y justa.

De esta manera, la venganza era un tema importante en la cultura griega antigua, y se consideraba una forma legítima de hacer justicia en muchas situaciones. Los escritores y filósofos griegos exploraron la cuestión de la venganza en sus obras, y presentaron diferentes puntos de vista sobre su uso y sus implicaciones.

Los romanos también tenían una comprensión compleja de la venganza y su relación con la justicia en la sociedad. En la antigua Roma, la venganza se consideraba una forma legítima de hacer frente a una ofensa o una injusticia, pero también se enfatizaba la importancia de la moderación y la proporcionalidad en la búsqueda de la venganza.

El derecho romano reconocía el derecho de la víctima a buscar venganza por sí misma en ciertas circunstancias, pero también proporcionaba una estructura legal para la búsqueda de la justicia. La Ley del Talión, que establecía la idea de una "pena equivalente" por una ofensa, fue una característica importante del derecho romano y de muchas otras culturas antiguas.

En la literatura romana, se pueden encontrar muchos ejemplos de la venganza y su relación con la justicia. La obra de teatro "La venganza de Medea" de Séneca, por ejemplo, explora la cuestión de la venganza y su impacto en las personas y la sociedad en general. Otras obras como "La Odisea" de Homero y "La Eneida" de Virgilio también presentan personajes que buscan venganza por una ofensa sufrida.

En la filosofía romana, se puede encontrar una discusión interesante sobre la venganza en las obras de filósofos como Cícero y Séneca. Cícero, por ejemplo, argumentaba que la venganza debía ser moderada y justa, y que era importante buscar la justicia a través de los canales legales adecuados. Séneca, por otro lado, enfatizaba la importancia de la virtud y la sabiduría en la búsqueda de la justicia y la venganza.

En resumen, en la cultura romana la venganza se consideraba una forma legítima de hacer frente a una ofensa o una injusticia, pero también se enfatizaba la importancia de la moderación y la proporcionalidad en la búsqueda de la venganza. Tanto en la literatura como en la filosofía romanas, se exploró la cuestión de la venganza y su relación con la justicia en la sociedad.

El cristianismo, desde sus orígenes, ha enseñado que la venganza no es un comportamiento adecuado para los seguidores de Jesús. En el Nuevo Testamento de la Biblia, Jesús enseña que la justicia no debe ser buscada a través de la venganza, sino a través del amor, el perdón y la compasión hacia los demás.

Jesús dijo en el Sermón del Monte: "Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa" (Mateo 5:38-40).

San Pablo, uno de los apóstoles de Jesús, también enfatizó la importancia del perdón y la compasión en lugar de la venganza. En la carta a los Romanos, escribió: "No paguéis a nadie mal por mal; procurad hacer lo bueno delante de todos los hombres" (Romanos 12:17).

El concepto cristiano de la justicia se basa en la idea de que Dios es el juez final y que él juzgará a todos en el momento adecuado. Leamos aquí la introducción de un Otro tercero. En lugar de buscar la venganza, los cristianos son llamados a confiar en la justicia de Dios y a trabajar para construir una sociedad más justa y amorosa.

En resumen, el cristianismo enseña que la venganza no es un comportamiento adecuado para los seguidores de Jesús y que la justicia debe buscarse a través del amor, el perdón y la compasión hacia los demás. Los cristianos creen que Dios es el juez final y que la justicia es responsabilidad de Dios, no del ser humano.

Ya en la edad media, San Agustín, uno de los más influyentes pensadores cristianos de la historia, abordó el tema de la venganza en sus escritos. Él enseñó que la venganza es un acto de orgullo y no es compatible con los principios cristianos de amor y perdón.

San Agustín argumentó que la venganza no es una forma de justicia, sino que es una respuesta emocional a una ofensa. Según él, la justicia debe ser buscada no para satisfacer nuestros deseos de venganza, sino para corregir y prevenir futuros daños.

En su obra "La ciudad de Dios", San Agustín afirmó que la venganza es un comportamiento propio de aquellos que no tienen esperanza en Dios y en su justicia. Él argumentó que los cristianos deben confiar en la justicia de Dios y en su capacidad para juzgar adecuadamente a los malhechores.

San Agustín también enseñó que el perdón es esencial para los cristianos, y que debemos perdonar a aquellos que nos han ofendido, incluso si ellos no nos han pedido perdón. El perdón es una forma de imitar a Dios y de ser liberados del dolor emocional causado por la ofensa.

En resumen, San Agustín enseñó que la venganza no es compatible con los principios cristianos de amor y perdón, y que la justicia debe buscarse no para satisfacer nuestros deseos de venganza, sino para corregir y prevenir futuros daños. Él enfatizó la importancia del perdón como una forma de imitar a Dios y de ser liberados del dolor emocional causado por la ofensa.

Santo Tomás de Aquino, otro importante pensador y teólogo cristiano, también abordó el tema de la venganza en sus escritos. En su obra "La Suma Teológica", Santo Tomás argumentó que la venganza no es un acto justificado por sí mismo, sino que puede ser justa en ciertas circunstancias.

Según Santo Tomás, la venganza es justa cuando se busca como un medio para restaurar el orden y proteger a la comunidad de futuros daños. Sin embargo, la venganza no debe ser buscada para satisfacer un deseo personal de retribución o para infligir dolor en el ofensor.

Santo Tomás también enfatizó la importancia del perdón en la vida cristiana. Él enseñó que el perdón es un acto de caridad y una forma de imitar a Dios, quien perdona libremente a todos los pecadores que se arrepienten de sus errores.

De esta manera, Santo Tomás de Aquino argumentó que la venganza no es justificada en sí misma, pero puede ser justa en ciertas circunstancias cuando se busca como un medio para restaurar el orden y proteger a la comunidad de futuros daños. Él enfatizó la importancia del perdón como un acto de caridad y una forma de imitar a Dios en la vida cristiana.

La venganza ha sido un tema recurrente en la literatura y la filosofía desde hace mucho tiempo. Aquí hay algunos autores y filósofos que han hablado sobre este tema:William Shakespeare: En sus obras, Shakespeare a menudo explora temas relacionados con la venganza, como en "Hamlet" y "La tragedia de Romeo y Julieta".

Spinoza
Baruch de Spinoza, filósofo y pensador holandés del siglo XVII, abordó el tema de la venganza en su obra "Ética". Según Spinoza, la venganza es un deseo natural en el ser humano, pero no es un comportamiento moralmente justificable.

Spinoza argumentó que la venganza es un deseo que surge de la tristeza y la ira, y que se basa en la creencia de que infligir dolor en el ofensor nos hará sentir mejor. Sin embargo, según Spinoza, la venganza no nos hace sentir mejor a largo plazo, sino que nos deja atrapados en un ciclo interminable de odio y resentimiento.

En lugar de buscar venganza, Spinoza enseñó que debemos tratar de entender las causas de la ofensa y trabajar para resolver los conflictos de manera pacífica y racional. Según él, la razón y la compasión son herramientas más efectivas para resolver los conflictos y promover la armonía social que la venganza y la violencia.

En síntesis, Spinoza argumentó que la venganza es un deseo natural pero no moralmente justificable, ya que nos atrapa en un ciclo interminable de odio y resentimiento. En su lugar, debemos tratar de entender las causas de la ofensa y trabajar para resolver los conflictos de manera pacífica y racional.

Friedrich Nietzsche
Nietzsche escribió sobre la venganza en su obra "Más allá del bien y del mal", argumentando que la venganza es un impulso natural del ser humano y que la moralidad de la venganza debe ser examinada cuidadosamente.

Friedrich Nietzsche tenía una postura compleja respecto a la venganza, pero en general se puede decir que rechazaba la idea de que la venganza fuera una forma efectiva o deseable de lidiar con los conflictos y las injusticias.

Por un lado, Nietzsche argumentaba que la venganza era un impulso natural del ser humano y que tenía una función importante en la formación de la moralidad y el sentido de justicia. Sin embargo, al mismo tiempo, Nietzsche sostenía que la venganza era una emoción negativa y destructiva que podía llevar a la perpetuación del ciclo de la violencia.

En su obra "Más allá del bien y del mal", Nietzsche argumentaba que la moralidad de la venganza debía ser examinada cuidadosamente, ya que podía ser un obstáculo para el desarrollo de la moralidad superior y la voluntad de poder. Según Nietzsche, la venganza era una forma de debilidad y resentimiento, y que los individuos fuertes y auténticos debían buscar formas más elevadas de lidiar con los conflictos y las injusticias.

En general, se puede decir que Nietzsche tenía una postura crítica hacia la venganza y que sostenía que los individuos debían superar este impulso natural para alcanzar una moralidad superior y una forma más auténtica y efectiva de lidiar con los conflictos y las injusticias.

Arthur Schopenhauer
En su obra "El mundo como voluntad y representación", Schopenhauer argumenta que la venganza es una manifestación del egoísmo humano y que debe ser evitada.

Arthur Schopenhauer tenía una postura clara y negativa respecto a la venganza. En su obra "El mundo como voluntad y representación", Schopenhauer argumentaba que la venganza era una manifestación del egoísmo humano y que debía ser evitada.

Según Schopenhauer, la venganza surge del deseo de hacerle daño a alguien que nos ha ofendido o perjudicado, y que este deseo es un impulso egoísta que no contribuye a nuestro bienestar personal ni al de los demás. Schopenhauer creía que la venganza era una forma de violencia y que conducía a la perpetuación del ciclo de la violencia, lo que causaba sufrimiento y dolor a todos los involucrados.

En cambio, Schopenhauer sostenía que la compasión y la empatía eran las virtudes más importantes para enfrentar los conflictos y las injusticias. Según él, la compasión nos permite entender el sufrimiento de los demás y nos lleva a actuar de manera justa y equitativa, sin la necesidad de vengarnos o causar daño a otros.

En resumen, la postura de Schopenhauer respecto a la venganza era negativa, ya que creía que era una manifestación del egoísmo humano y que conducía a la violencia y al sufrimiento. En su lugar, sostenía que la compasión y la empatía eran virtudes más importantes para enfrentar los conflictos y las injusticias.

Confucio 
En las Analectas, Confucio habla sobre la importancia de la justicia y la no venganza, argumentando que la venganza solo perpetúa el ciclo de violencia.

Confucio también tenía una postura negativa respecto a la venganza. En las Analectas, una de las obras más importantes de la filosofía confuciana, Confucio habla sobre la importancia de la justicia y la no venganza, argumentando que la venganza solo perpetúa el ciclo de violencia.

Según Confucio, la justicia es fundamental para mantener el orden social y la armonía entre las personas. Sin embargo, la venganza no contribuye a la justicia, ya que solo aumenta el odio y la violencia. En cambio, Confucio sostenía que la justicia debía ser aplicada con moderación y que se debía buscar la reconciliación y la compasión para resolver los conflictos.

Además, Confucio creía en la importancia del respeto y la virtud personal, y argumentaba que el individuo debía cultivar su propia moralidad antes de tratar de cambiar a los demás. Según él, la venganza era una manifestación del egoísmo y la falta de virtud personal, y que el individuo debía superar estas debilidades para alcanzar la verdadera justicia y armonía en la sociedad.

En resumen, la postura de Confucio respecto a la venganza era negativa, ya que sostenía que la venganza solo perpetúa el ciclo de la violencia y que la justicia debía ser aplicada con moderación y compasión. Además, creía en la importancia de la virtud personal para alcanzar la armonía social y la justicia verdadera.

Francis Bacon 
Bacon habla sobre la venganza en su ensayo "Sobre la venganza", argumentando que la venganza es una emoción destructiva que debe ser superada.

La postura de Francis Bacon respecto a la venganza era también negativa. Bacon argumentaba que la venganza no era una forma efectiva de lidiar con los conflictos y las injusticias, ya que solo aumentaba el odio y la violencia.

En su obra "Ensayos", Bacon escribió un ensayo titulado "Sobre la venganza", donde argumentaba que la venganza era una emoción peligrosa y destructiva que debía ser evitada. Bacon sostenía que la venganza era una forma de justicia bárbara, y que era más efectivo y justo buscar la resolución pacífica de los conflictos.

Según Bacon, la venganza solo aumenta el odio y la violencia, y no contribuye a la armonía social ni al bienestar personal. En su lugar, Bacon sostenía que la resolución pacífica de los conflictos era más efectiva y justa, y que era necesario buscar la reconciliación y el perdón para lograr una sociedad más armoniosa y justa.

En resumen, la postura de Francis Bacon respecto a la venganza era negativa, ya que argumentaba que la venganza era una emoción peligrosa y destructiva que no contribuía a la justicia y que debía ser evitada. En su lugar, sostenía que la resolución pacífica de los conflictos y la búsqueda de la reconciliación y el perdón eran más efectivos y justos.

Estos son solo algunos ejemplos de autores y filósofos que han hablado sobre la venganza. La lista es larga y variada, lo que demuestra que la venganza ha sido un tema recurrente en la literatura y la filosofía a lo largo de la historia.

La venganza en Freud
Sigmund Freud, uno de los fundadores del psicoanálisis, tenía una visión compleja de la venganza. En su obra "El malestar en la cultura", Freud argumenta que la venganza es un impulso natural y primitivo en los seres humanos, y que puede ser una respuesta emocional a la injusticia y el sufrimiento.

Sin embargo, Freud también sostenía que la venganza podía ser peligrosa y destructiva, ya que puede llevar a la perpetuación del ciclo de la violencia y a la ruptura del orden social. Además, Freud argumentaba que la venganza podía ser una forma de defensa psicológica para las personas que se sienten impotentes e indefensas (respuesta ante la angustia), y que puede ser utilizada como un mecanismo de escape de la realidad.

En su obra "Totem y Tabú", Freud también exploró la relación entre la venganza y la ley, argumentando que la ley surge como una forma de limitar y controlar el impulso vengativo en las sociedades humanas.

La postura de Freud respecto a la venganza era compleja, reconociendo que la venganza era un impulso natural y primitivo en los seres humanos, pero también sosteniendo que puede ser peligrosa y destructiva si no es controlada. Además, Freud exploró la relación entre la venganza y la ley, argumentando que la ley surge como una forma de limitar y controlar el impulso vengativo en las sociedades humanas.

Con Lacan...
Jacques Lacan, el psicoanalista francés y uno de los principales exponentes del psicoanálisis contemporáneo, habló de la venganza en su obra. Lacan se interesó especialmente en la relación entre la venganza y el deseo, argumentando que la venganza es una manifestación del deseo que se origina en la experiencia del sufrimiento y la humillación.

Según Lacan, la venganza es una forma de recuperar la dignidad y el control en una situación en la que se ha experimentado una pérdida o una humillación. En este sentido, la venganza puede ser vista como una forma de restaurar el equilibrio psicológico y emocional de una persona que ha sido herida.

Sin embargo, Lacan también argumentaba que la venganza podía ser una forma de escapar de la realidad y negar el sufrimiento, ya que no soluciona realmente el problema subyacente y puede llevar a un ciclo interminable de violencia y represalia.

En resumen, Lacan habló de la venganza en relación con el deseo y la recuperación de la dignidad y el control en situaciones de pérdida o humillación. Sin embargo, también advirtió que la venganza podía ser una forma de negar el sufrimiento y perpetuar el ciclo de la violencia.

Jacques Lacan abordó el tema de la venganza en varios de sus seminarios. A continuación, se describen algunos de los seminarios donde Lacan habla de la venganza:

"El Seminario, Libro 7: La Ética del Psicoanálisis" (1959-1960): En este seminario, Lacan discute la relación entre el deseo y la ley, y argumenta que la venganza es una forma de restablecer el equilibrio emocional en una situación de pérdida o humillación.

"El Seminario, Libro 10: La Angustia" (1962-1963): En este seminario, Lacan explora el concepto de la venganza divina en la tradición religiosa y argumenta que esta idea puede ser entendida como una forma de escapar de la responsabilidad personal y la culpa.

"El Seminario, Libro 11: Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis" (1964): En este seminario, Lacan discute la relación entre la ley y el deseo, y argumenta que la venganza es una forma de restablecer la dignidad y el control en una situación de pérdida o humillación.

"El Seminario, Libro 17: El Reverso del Psicoanálisis" (1969-1970): En este seminario, Lacan discute la relación entre la justicia y la venganza, y argumenta que la venganza puede ser vista como una forma de hacer justicia en situaciones en las que el sistema legal es insuficiente o inadecuado.

En resumen, Jacques Lacan abordó el tema de la venganza en varios de sus seminarios, explorando la relación entre la venganza, el deseo, la ley y la justicia.

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