sábado, 20 de junio de 2020

El Psicólogo en el campo Educacional (Primera parte)

El objetivo prioritario de nuestras intervenciones será el de promover salud. Se producirá explícitamente en los llamados Programas Preventivos (para la resolución de problemas, el aumento del rendimiento estudiantil, las toxicomanías, las técnicas de estudio, las relaciones interpersonales, las habilidades sociales, los conflictos vocacionales) e implícitamente en las tareas de investigación o en las de ayuda.


Las preguntas que condensan la Identidad Profesional y dan respaldo a nuestro Rol como Psicólogos, y como Psicólogos Educacionales: con que, donde, para que, ante que, como, con quienes, trabajamos?? (cual es nuestra motivación??)


Los conocimientos psicológicos siempre estuvieron presentes en los procesos educativos, pero es a partir del momento en que la Psicología se independiza como ciencia que se les pide a los psicólogos que apliquen sus conocimientos e instrumentos para beneficiar el proceso pedagógico.


En nuestro país, en la década del 60, esta demanda se reflejaba en cierta terminología: examen psicotécnico, gabinete psicotécnico.


Se les pedía a los psicólogos o a quienes no lo eran que hicieran diagnósticos de capacidades intelectuales y de características de personalidad del educando para así evaluar si tenían las condiciones necesarias para aprender o en caso contrario e que consistía su falla.

Por los mismos años se aplicaban los conocimientos psicoanalíticos para diagnosticar los procesos inconscientes que obstaculizan el aprendizaje.


Los docentes y la escuela seguían asignando los motivos obstaculizadores al educando, y trataban al profesional como a un psicoanalista y al sujeto como a un paciente.

La Psicología de la Educación era considerada como la simple aplicación de sus conocimientos y recursos a la teoría y practica educativa, aplicación considerada a veces altamente beneficiosa y otras de poca utilidad.


Sin embargo al promediar la década del 60, comienzan a producirse en nuestro medio cambios importantes, siendo uno de los motivos el egreso de los primeros psicólogos universitarios, egresados de carrera mayor.


La propuesta incluía el pasaje de la modalidad actuarial (toma de batería de test) a la modalidad clínica, descontextuando este termino de se referencia psicopatologica. Basándose en la estrategia clínica se ocupaba también de los conflictos normales. Se hacia hincapié en los componentes socio-culturales.


Se rescato el rol de la familia, los profesores y la escuela en la elección de una forma de vida laboral. El quehacer del Orientador se trasladaba al consultorio privado y a los hospitales. Se capitalizaban los aportes de la Psiquiatría Preventiva.

Los conocimientos de la Pedagogía y dentro del propio conocimiento psicológico, del constructivismos se hicieron imprescindibles.


Eso si, la marca de lo psicopatologico y de lo psicoterapéutico tenia tanto peso, y aun lo sigue teniendo, que los psicólogos dedicados al campo de lo educacional eran “ciudadanos de segunda clase” hasta para los propios pares.


Dos posiciones extremas (1987):

  1. “Entender a la psicología de la Educación como una simple etiqueta...para designar la amalgama de explicaciones y principios psicológicos que son pertinentes y relevantes para la educación y la enseñanza”, no configurando así un ámbito propio de conocimiento sino “mas bien el resultado de una especie de selección de los principios y explicaciones que proporcionaba otras parcelas de la Psicología ( Psicología del aprendizaje, del desarrollo, de las diferencias individuales, de la motivación, etc.).”

  2. “La Psicología de la Educación tiene que ver con la aplicación de los principios psicológicos a los fenómenos educativos, es mucho mas que una pura y simple aplicación...realiza contribuciones originales teniendo en cuenta al mismo tiempo los principios psicológicos y las características de los procesos educativos...LA PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN ES UNA DISCIPLINA CON UNOS PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN, UNOS OBJETIVOS Y UNOS CONTENIDOS PROPIOS.”

En esta segunda posición nos encontramos los psicólogos argentinos por nuestro propio recorrido. Por lo tanto compartimos el considerar a la Psicología de la Educación “...como un ámbito de conocimiento con entidad propia, como una disciplina que ocupa un espacio definido en el concierto de las disciplinas psicológicas y educativas.”


Partimos de considerar a la Psicología de la Educación como una disciplina puente, es decir que atiende “simultáneamente al hecho de que es una disciplina psicológica y educativa de naturaleza aplicada”. No es ni la reina de las ciencias de la educación ni una simple aplicación de conocimientos psicológicos al campo educativo.


La Psicología de la Educación, no es la simple aplicación de una parcela de la Psicología a la Educación (la psicología evolutiva, la psicología social, etc.) ni de una teoría que explica los procesos psicológicos (Psicoanálisis, psicología genética, etc.).


La concepción de la Psicología de la Educación como “disciplina puente” le da características similares a otras disciplinas aplicadas como lo son la Ingeniería o la Medicina por ejemplo, cuyo desarrollo no se entiende al margen de las ciencias básicas, matemáticas para la primera y biología para la segunda, pero que no se reduce a ella. La Psicología de la Educación pertenece entonces a las llamadas ciencias del diseño o tecnológicas porque no se limitan a describir y explicar su objeto de estudio, sino que también elaboran procedimientos para modificarlos.


Según Auzubel la diferencia esencial entre la Psicología y la Psicología de la Educación es que, la primera se ocupa de las leyes generales del psiquismo humano, mientras que la segunda lo hace de las leyes del psiquismo humanos que rigen el aprendizaje escolar.

Mialaret dice que la Psicología de la Educación se ocupa sobre todo del análisis de los comportamientos y de los procesos psicológicos que son efecto de las intervenciones pedagógicas.


Leon o Gilly comentan que este modo de entender a la Psicología de la Educación nos demuestra que no solo aplica el conocimiento psicológico a la Educación y a la enseñanza, sino que enriquece a la misma Psicología y a las Ciencias Pedagógicas.


En la ultima década la Psicología de la Educación empezó a ocuparse de las practicas educativas no escolares como las que acontecen en el ámbito de la familia.


Piolat cuando define a la Psicología de la Educación por su objeto de estudio e independientemente del marco institucional en que producen los fenómenos educativos (escuela, familia, centro de formación profesional, empresa), de la edad de los sujetos (niños, adolescentes, adultos, gerontes), y de la naturaleza del contenido (hechos, conceptos, explicaciones, destrezas, actitudes, normas de comportamiento, valores)


Piolat propone como objeto de estudio los Procesos de Formación, entendiendo a estos como los cambios sistemáticos en la conducta humana que respeten los siguientes criterios, que nosotros relacionamos con las fases de la conducta:


  1. son procesos de adquisición que dan lugar a un aprendizaje

  2. son intencionales y finalizados (se dirigen a un objeto, real o virtual, que trasciende al sujeto) y responden a objetivos educativos.

  3. Se dan en un lapso de tiempo relativamente largo

  4. Provocan efectos durables en las personas (modificaciones autoplásticas simbólicas y concretas)

  5. Incluyen reestructuraciones importantes de la conducta


Aquí las intervenciones psicoeducativas se extienden mas allá del ámbito escolar, e incluyen los aprendizajes en espacios no formales.


La Psicología de la Educación, hoy “estudia los procesos educativos con una triple finalidad:

  1. contribuir a la elaboración de una teoría explicativa de estos procesos, 

  2. elaborar modelos y programas de intervención dirigidos a actuar sobre ellos con una finalidad determinada

  3. dar lugar a una praxis educativa coherente con las propuestas teóricas formuladas”


Por todo esto los psicólogos especializados en el campo educativo requieren conocimientos referidos a las practicas educativas, contextualizar los conocimientos psicológicos a aplicar en cada situación educativa y el manejo de “un conjunto de técnicas e instrumentos de intervención que constituyen el referente inmediato de la actividad profesional del Psicólogo de la Educación...”


En síntesis, actualmente el Psicólogo especializado en el campo educacional tiene como objeto de estudio los procesos de aprendizaje que se producen tanto en la educación sistemática o académica y en la educación no sistemática, sus sujetos son las personas de cualquier edad tanto en forma individual como grupal, institucional o comunitaria: estos sujetos pueden tener un desarrollo normal o sobrenormal o tener discapacidades. Sus estrategias de abordaje son la clínica y la experimental y sus recursos o técnicas son la entrevista ( el recurso por excelencia ) y los tests, las dramatizaciones, los juegos, los cuestionarios, etc. (recursos auxiliares). Su objetivo es la prevención y la resolución de problemas de aprendizaje en situaciones educativas. Sus modalidades de intervención abarcan la orientación, para problemas cognitivos, socio-afectivos y vocacionales, los programas preventivos, el asesoramiento al sistema educativo y sus agentes a través de la fundamentacion para los planes curriculares y la elaboración de los vínculos educador-educando.


Volvemos al objeto de la Psicología de la Educación: son los “procesos de cambio (conductuales) provocados o inducidos en las personas como resultado de su participación en actividades educativas”.


Los procesos de cambio son el núcleo de las variables dependientes y las situaciones educativas son el de las variables independientes. Estos dos tipos de variables, al que agregamos la variable interviniente (la personalidad), nos remiten a los contenidos de la Psicología de la Educación.


Consecuentemente los factores o variables de las situaciones educativas son:

  1. los factores intrapersonales o internos del aprendiente y,

  2. los factores ambientales o propios de la situación.

En a) incluimos la madurez física y psicomotriz, los mecanismos de aprendizaje, los conocimiento previos, el nivel de desarrollo evolutivo, las aptitudes, las motivaciones, las actitudes y las características de personalidad (nivel de angustia, deseos inconscientes, autoconcepto, sistema de valores) y en b) las características del enseñante (capacidad pedagógica e intelectual, conocimientos, rasgos de personalidad), las relaciones interpersonales (factores de grupo y sociales), las condiciones materiales (materiales didácticos y medios de enseñanza en general), las modalidades o intervenciones pedagógicas (métodos de enseñanza).


Auzubel hace otro agrupamiento de los factores: los cognoscitivos y los socio-afectivos, nosotros incluimos los vocacionales. En cada uno de estos factores se incluyen los aspectos intrapersonales y ambientales.

Ahora nos parece necesario reforzar la idea de la tripla finalidad de la Psicología de la Educación, finalidades que vinculamos con los modos de intervención:


  1. proporcionar modelos explicativos de los procesos de cambio (investigación),

  2. contribuir a la planificación de situación educativas eficaces (asesoramiento y prevención),

  3. ayudar a la resolución de problemas educativos concretos, por ejemplo los vocacionales (orientación).


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