sábado, 12 de junio de 2021

Kant para psicólogos (2)

Ver entrada anterior: Kant para psicólogos (1)

En la entrada anterior habíamos visto que el campo de la objetividad lo constituye el sujeto. Ahora vamos a ver cómo es la estructura del conocimiento del sujeto. ¿Qué tiene el sujeto para constituir la experiencia? Dijimos que habían 2: sensibilidad y entendimiento. La sensibilidad es pasiva e inmediata y el entendimiento era activo y mediato. Ahora vamos a complejizarlo más.

¿Cómo se llaman los elementos de la sensibilidad? Intuiciones. Y los elementos del entendimiento, conceptos. Estas son las 2 facultades del sujeto trascendental. Acá tenemos el campo de la objetividad. El resultado de todo esto da por resultado la objetividad.


Vamos a analizar las 2 facultades del sujeto: intuiciones y conceptos. Si Kant divide tanto el ámbito de la experiencia, de los empírico, de lo a priori y posteriori, en cada una de estas facultades va a haber elementos a posteriori (dependientes de la exp.) y elementos a priori (indep. De la exp.). Las 2 facultades tienen elementos empíricos y elementos puros (a priori).



Los elementos empíricos de las intuiciones son los 5 sentidos. Ahora bien, siempre la empiria en Kant viene en 2ª posición. Para que yo pueda tener experiencia de algo, a priori tengo que tener una estructura que lo pueda recibir. Los elementos puros, o sea las intuiciones puras que el sujeto proyecta en el mundo y es propio y no del mundo, son el espacio y el tiempo. El espacio y el tiempo no son objetivos. Son moldes con el que el sujeto proyecta. Todo lo que el sujeto puede conocer tiene que estar en el espacio y en el tiempo. O sea que el espacio y tiempo no son objetivos, son las intuiciones puras. Todo lo que puede recibir el sujeto lo recibe con estos 2 moldes, el espacio y el tiempo. No se puede recibir algo que no sea espacio-temporal. Porque una idea es temporal, aunque no espacial. ¿Pueden existir cosas que no sean espacio-temporales? Como poder pueden, pero no las puedo conocer sino solamente pensar. Los datos de los sentidos dependen de que haya espacio y tiempo, por eso estos últimos son puros. Todo lo que uno recibe se ordena “atrás de”, “delante de”, “antes de”, “después de”. Pero recuerden que es una actividad inmediata.

En los conceptos también hay un contenido empírico y un aspecto puro. Los conceptos empíricos aparecen en el libro como “cierta generalización de la experiencia”. Recuerden lo siguiente: La sensibilidad por ser una facultad inmediata, recibe datos que el entendimiento procesa y enlaza. ¿Qué son las generalizaciones de la experiencia? Por ejemplo, el concepto de “perro”, el concepto de silla o de mesa… Recibo los datos de algo empírico, los proceso en el espacio y el tiempo. Ahora, me entero que es una mesa porque veo que es cuadrada, firme, etc. y digo mesa. El concepto empírico son “perro, mesa, etc”. El entendimiento con sus conceptos dice que es a partir de haber visto muchas veces lo mismo.

Los elementos puros del entendimiento son las categorías. Recuerden que entendimiento es la facultad activa cuyos elementos son los conceptos, que ordena, enlaza, me dice que toda esta masa de datos es una mesa poniéndole un molde conceptual empírico (es una mesa, un perro). Para que yo pueda hacer esto, recuerden que tiene que haber prioridad conceptual lo a priori que lo empírico, porque lo a priori es condición de posibilidad de la experiencia. Si no hay a priori, no hay experiencia. Tiene que haber un elemento puro en el entendimiento que ordene (moldes puros, estructuras de conocimiento puros) que sea mediata, que ordene los datos que me vinieron de afuera de la sensibilidad, de forma pura. Son las categorías. Hay 12, pero nosotros no vamos a verlas todas, tienen que saber solamente qué es una categoría. Categoría es predicado en griego. 

Para que pueda haber experiencia, dijimos, tiene que haber algo que sea condición de posibilidad de la experiencia. Eso es conocimiento a priori. Para que yo pueda decir “esto es una mesa”, tengo que tener a priori determinados moldes o estructura de conocimiento en el cual pueda decir “Esto es un perro” y no “esto es una mesa”. Por ejemplo, la noción de objeto, de sustancia, de singular, de plural. Todo lo que yo perciba, los voy a ordenar en esos moldes a priori que son objeto, sustancia, plural, individual; es decir, tienen que saber que hay moldes a priori en el cual todos los datos de la sensibilidad van a ser ordenados. Si yo veo una mesa, a priori tengo que haber visto un molde de esto. Todo lo que me viene de afuera lo voy a ordenar como objeto, como singular, sustancia, etc. Ningún objeto es en sí mismo sustancia, pero todos son sustancia: sustancia intelectual, sustancia física. 

A priori tengo 2 cosas: el espacio y el tiempo (intuiciones puras) y tiene las categorías. El sujeto recibe las cosas inmediatamente en el espacio y el tiempo y los ordena como sustancia individual, plural, como cualidad, como cantidad. Son moldes que ya el sujeto tiene. Es la estructura de conocimiento espontánea, mediata en donde los datos pasan a ser una calidad, una cantidad… (interrupción). No usar la palabra “moldes”, sino “estructura de conocimiento”. Las 2 funciones (intuición y conceptos) son necesarias y complementarias, aunque sean autónomas.

Ahora, con estas limitaciones en el conocimiento se me pierde Dios, y para un cristiano pietista como Kant, ¿Cómo iba a recuperarlo? Por la moral. Kant va a decir que hay un ámbito de cosas que no tienen que ver con el conocimiento, que es un conocimiento universal y necesario, pero que no es en el ámbito del conocimiento.

La moral en Kant

Hay un ámbito, el de la moral, que es también muy riguroso y puede ser para todos. No es el ámbito del conocimiento objetivo, que es lo que vimos recién, y también es un ámbito porque la pregunta ahora es “¿Qué debo hacer?” en lugar que “¿cómo conozco?”. Kant dice que en la razón, si uno indaga bien en ella, hay una ley que la razón misma se da, y que si se sigue, se actúa moralmente:

ACTUA DE MANERA TAL QUE LA MAXIMA DE TU ACCION PUEDA SER ELEVADA A LA LEY UNIVERSAL.

Este es el famoso imperativo categórico. Ya no es el ámbito del conocimiento sino de la moral. Para saber cómo actuar, no es necesario ver los libros de teología, porque el sujeto busca en sí mismo una ley con la cual no se equivoca. Esta no es la única manera de actuar, es la forma de actuar moralmente. Es incondicionado, lo que vimos antes era condicionado.

“Máxima” y “ley” son la clave de esto. Máxima es cómo obro yo. Yo quiero hacer algo, yo tengo ganas de… Ahí está mi máxima, el principio subjetivo de obrar. ¿Cómo me entero que está bien? Con la ley, que es principio objetivo del obrar.

Yo tengo ganas de hacer algo, ¿cómo me entero que está bien? Si digo, ¿por qué está mal tirar una maceta por la ventana? Porque si todos hiciéramos lo mismo, habrían problemas. Quizás en mi caso no pase nada, pero si yo lo hiciera acá (Corrientes y Callao), pasaría de todo. Kant sabe que la gente no se maneja así y que es muy difícil de lograr, pero es la forma de actual moralmente. Es una fórmula vacía en un sentido, porque nosotros no tenemos qué es lo que hay que hacer ni lo que hay que universalizar. Pero todo hombre puede encontrar esto en su razón y actuar bien. Si todos mentimos, la mentira es la verdad, con lo cual ya no hay más mentira. En cambio si todos decimos la verdad está bien, porque todos nos manejamos correctamente y no pasa nada. Por supuesto que a esto le van a caer todos, Hegel sobre todo, porque es una ley que vale para todos los contextos. Yo soy libre cuando hago esto, porque cuando yo hago lo que debo hacer, yo me di eso por tenerlo interiorizado. Yo soy libre si hago eso, porque yo me di mi propia ley.

Otros aspectos de Kant interesantes para la psicología

Si bien suele decirse que Schopenhauer fue el primero en definir la represión en 1819, Kant ya había hecho un desarrollo sobre el tema en 1798:
"cuando el espíritu tiene la fuerza de dominar los sentimientos que los forman sólo por un esfuerzo de voluntad, fuerza superior del animal razonable, son todos de naturaleza espasmódica (calambres); pero, a la inversa, no se puede decir que todos los casos de esta especie pueden ser evitados o suprimidos exclusivamente por firme resolución. Pues algunos son de tal naturaleza que intentar someterlos a tal resolución no es más que aumentar el dolor provocado por el espasmo (...) dificulta el pensamiento, cuando se trata de retener un concepto (representaciones ligadas a la unidad de la conciencia) da la impresión de un estado espasmódico del órgano del pensamiento (el cerebro), de una opresión que en realidad no debilita el pensamiento y la reflexión en sí, ni la memoria de lo que ha sido anteriormente pensado, pero en la exposición (oral o escrita), obliga a hacer un esfuerzo de conexión de las representaciones en su sucesión temporal, contra la distracción; produce un estado espasmódico involuntario del cerebro, una especie de incapacidad de mantener, durante el cambio de las representaciones consecutivas, la unidad en la conciencia de las mismas." (Kant, 1798)

Al igual que Rousseau, Kant también se preocupó de la educación en los niños, con su curiosa forma:
"Los niños rusos reciben, sin duda, de sus madres el mismo gusto que tienen éstas por beber aguardiente, y se observa que los rusos son sanos y fuertes. Bien es cierto, que los que lo resisten han de tener muy buena constitución; y así mueren muchos que no haciendo esto, hubieran podido vivir; pues tal prematura irritación de los nervios produce muchos desórdenes. Hay que preservarlos cuidadosamente hasta de los alimentos o bebidas calientes, pues también les debilitan.
Se debe evitar, además, no mantener al niño muy caliente, pues su sangre lo está ya por sí misma mucho más que en los adultos. El calor de la sangre de los niños pega a 110º Fahrenheit, y la de los adultos solo a 96°. El no se asfixia en una temperatura en que otros de más edad se encuentran perfectamente. La habitación fresca generalmente hace fuerte al hombre. No es bueno tampoco para los adultos abrigarse demasiado, cubrirse con exceso y acostumbrarse a bebidas muy calientes. Por tanto, hay que tener al niño en lecho fresco y duro. Los baños fríos son buenos también. No se debe emplear excitante alguno para despertar el apetito de los niños; ha de nacer sólo de la actividad y de la ocupación." (Kant, 1803)

Podríamos pensar que esta cuestión de la temperatura podría estar relacionada con su actitud hacia la abstención de los placeres. Lo cierto es que en los tratamientos de Psicosis e Histeria se usaban baños fríos en dichas épocas. Había todo un tema con la sangre y su temperatura.

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