El primer paso en la terapia psicocardiológica consiste en una evaluación exhaustiva del paciente respecto a todos los aspectos relevantes que permitan determinar en cada caso el tipo de intervención a realizar.
Una correcta evaluación nos informará sobre:
el estado inicial de la persona respecto de sus problemas actuales relacionados con:
la incorporación de hábitos cardiosaludables
el funcionamiento familiar, social y laboral,
su estado de ánimo posterior al diagnóstico/evento cardíaco
las áreas de vulnerabilidad que aumentarían la probabilidad de aparición de nuevos problemas en los ámbitos anteriormente citados.
los posibles recursos de la persona que puedan ser utilizados para facilitar el tratamiento.
La primera evaluación que haremos de la persona cardíaca consta de dos etapas:
Primera etapa: consulta interdisciplinaria antes de entrevistar al paciente
Segunda etapa: entrevista al paciente
En la primera etapa de preparación de la entrevista tendremos en cuenta:
Contactarse con el Cardiólogo que efectuó la derivación
Recabar datos del paciente a través de la Historia Clínica
Tiempo transcurrido del diagnóstico/evento
Gravedad y estado general
Estado mental del paciente
Posibilidad de intervención o estudio de tipo invasivo
Tiempo de internación en Unidad Coronaria
En la segunda etapa será necesario:
Establecer una relación
Obtener información concreta
Obtener información acerca de sentimientos y emociones
Evaluar la psicopatología
Proporcionar una devolución al paciente
Contenido de la entrevista inicial:
Datos de identificación
Síntoma principal
Antecedentes de la enfermedad actual
Factores de riesgo
Efectos sobre el entorno
Antecedentes médicos
Antecedentes psiquiátricos
Antecedentes conyugales y/o relaciones actuales
Antecedentes laborales
Sólo a partir de la información obtenida en la evaluación inicial se determinará el plan terapéutico a realizar:
en el plano individual
en una integración a un grupo de pacientes
Durante todo el proceso de tratamiento se deberá realizar una evaluación continua y formal del paciente para:
determinar qué mecanismos son responsables de las conductas disfuncionales observadas inicialmente
observar el éxito o fracaso de las estrategias aplicadas y hacer sobre la marcha las correcciones y refuerzos correspondientes
el mantenimiento y acrecentamiento de la motivación del paciente.
A partir de los datos recabados se podrá delimitar muy bien los objetivos a alcanzar y explicarlos convenientemente al paciente acentuando las ventajas de su logro.
Esto incrementará su motivación y le permitirá comprender que no se trata de un tratamiento de adaptación a una situación de invalidez, sino de la adquisición de un conjunto de estrategias que le permitan alcanzar objetivos deseables para cualquier persona.
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