El concepto de nominación ocupa un lugar central en el seminario RSI, uno de los últimos de la enseñanza de Lacan. En este seminario, Lacan revisita y reconfigura la estructura y la relación entre los tres registros a través de esta noción. En este contexto, conecta la nominación con la idea aristotélica de categoría, lo que permite aproximar cada registro a un modo particular del decir.
No obstante, cabe destacar que existen antecedentes del término nominación que, si bien no son equivalentes al concepto que Lacan desarrolla, anticipan y delinean su camino.
Una primera aproximación a la nominación se encuentra en el "baño de lenguaje" inicial descrito en textos como "Función y campo de la palabra…" o en el seminario 1. En esta etapa, los conceptos de nominación y simbolización se presentan como sinónimos.
Considerando los puntos de partida y llegada, la nominación puede entenderse como una operación fundamental para lo simbólico, aquella que inaugura la existencia del sujeto. Esto permite organizarla en una serie de momentos.
En una primera instancia, la nominación se vincula a la simbolización y a la significantización, siendo solidaria de la marca que el significante deja en el cuerpo. Más adelante, la nominación se relaciona con la dimensión del borramiento, una característica esencial de la acción del significante. Este corte que introduce el significante separa al hablante de la naturaleza, delimitando un campo simbólico donde el sujeto puede emerger.
En síntesis, la nominación constituye la operación fundante que define el campo simbólico del sujeto, estableciendo sus límites. En este sentido, se puede conectar con el complejo concepto freudiano de la identificación primaria, aunque sin reducir uno al otro. Ambas operaciones coinciden en su carácter inaugural, pero se distinguen en sus especificidades conceptuales.
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