Por Lucas Vazquez Topssian.
Normalmente se habla de las fiestas de fin de a帽o como un momento de balances, en donde cada quien tiene la posibilidad de mirarse y hacer un raconto del a帽o que termina. ¿Pero es esto lo 煤nico que se juega en esta fecha tan particular? Sabemos que las fiestas traen a los consultorios un incremento en las consultas y del sufrimiento de los pacientes. Desde el fen贸meno, lo que se muestra, podemos dar cuenta de una aut茅ntica locura colectiva de fin de a帽o.
El derecho dice que las relaciones familiares los da "la naturaleza" (la sangre) o la ley (la alianza o la afinidad). La cultura regula los lazos familiares con la idea de parentesco, ya sea este por consanguinidad y parentesco por afinidad. Incluso, se habla de parentesco adoptivo. Esta instituci贸n del parentezco descansa sobre paradigma de la prohibici贸n del incesto. La expresi贸n com煤n de la regla de la prohibici贸n del incesto implica que es la funci贸n paterna el agente efectivo de la castraci贸n, en tanto impone un l铆mite fundamental a un goce que debe permanecer prohibido. Tomada as铆, se trata del lado negativo de la ley, en tanto el padre prohibe al hijo "No te acostar谩s con tu madre" y a la madre "No reintegrar谩s el producto". Lo que pocas veces se menciona es la parte positiva de la ley, que tiene el acento en el aspecto de la donaci贸n. L茅vi-Strauss, en la introducci贸n de “Estructuras elementales del parentesco” sostuvo que la regla de prohibici贸n del incesto no es tanto la prohibici贸n de casarse con la madre, la hermana o la hija, sino poder dar a otros a esas mujeres. La parte positiva de la ley de la prohibici贸n del incesto, entonces, quiere decir que si un padre dona su hija a otro hombre, esta es la castraci贸n para el padre. De esta manera, las mujeres circulan entre los clanes, creando nuevas alianzas. Este intercambio, justamente, es el que constituye el entretejido social: cada vez que un padre entrega a su hija, gana un yerno. Entonces, una de las formas de la castraci贸n es el pacto. Sabemos que pacto y corte en hebreo se expresan con la misma palabra. De hecho, un pacto funciona porque ambas partes pierden algo.
El derecho dice que las relaciones familiares los da "la naturaleza" (la sangre) o la ley (la alianza o la afinidad). La cultura regula los lazos familiares con la idea de parentesco, ya sea este por consanguinidad y parentesco por afinidad. Incluso, se habla de parentesco adoptivo. Esta instituci贸n del parentezco descansa sobre paradigma de la prohibici贸n del incesto. La expresi贸n com煤n de la regla de la prohibici贸n del incesto implica que es la funci贸n paterna el agente efectivo de la castraci贸n, en tanto impone un l铆mite fundamental a un goce que debe permanecer prohibido. Tomada as铆, se trata del lado negativo de la ley, en tanto el padre prohibe al hijo "No te acostar谩s con tu madre" y a la madre "No reintegrar谩s el producto". Lo que pocas veces se menciona es la parte positiva de la ley, que tiene el acento en el aspecto de la donaci贸n. L茅vi-Strauss, en la introducci贸n de “Estructuras elementales del parentesco” sostuvo que la regla de prohibici贸n del incesto no es tanto la prohibici贸n de casarse con la madre, la hermana o la hija, sino poder dar a otros a esas mujeres. La parte positiva de la ley de la prohibici贸n del incesto, entonces, quiere decir que si un padre dona su hija a otro hombre, esta es la castraci贸n para el padre. De esta manera, las mujeres circulan entre los clanes, creando nuevas alianzas. Este intercambio, justamente, es el que constituye el entretejido social: cada vez que un padre entrega a su hija, gana un yerno. Entonces, una de las formas de la castraci贸n es el pacto. Sabemos que pacto y corte en hebreo se expresan con la misma palabra. De hecho, un pacto funciona porque ambas partes pierden algo.
¿Festejamos en la casa de mis padres o en la de los tuyos? La Navidad, quit谩ndole las connotaciones religiosas, resulta una de las fiestas m谩s obligadas para pasarla en familia. Y ac谩 esta el principal problema: si la sociedad es un entretejido formado por el intercambio entre los clanes, la Navidad implica temporalmente poner en cuesti贸n estas alianzas y por ende, los puntos que unen el tejido. Hilos que se tensan, hilos que se aflojan, hilos que se rompen.... Lo que parec铆a unido comienza a resquebrajarse ante el imperativo de "juntarse en familia" y cada qui茅n deber谩 por una noche, decidir de qu茅 lado de la grieta saltar: ¿lo festejo con mis padres como hija o lo festejo con mi pareja como novia? Es casi imposible poder festejar con todos, hay que decidir y decidir nunca es sin p茅rdida. Cuando uno decide, inexorablemente pierde aquello que no decidi贸.
Esta notoria pero temporal escisi贸n de la sociedad da lugar a todos los fen贸menos que podemos ubicar en los consultorios por estas 茅pocas: actings varios (al estilo invitados indeseados sorpresa a la fiesta, ausencias y desplantes), pasajes al acto (peleas y otros m谩s graves como el suicidio), angustia, culpas, resurgimiento de viejos conflictos, problemas relacionados con el consumo de sustancias y la comida, sufrimiento por desarraigo, celos, etc.
Pero no todo tiene por qu茅 terminar en tragedia. El abordaje del conflicto tambi茅n abre a la posibilidad de la negociaci贸n (neg-ocio, negaci贸n del goce). Las nuevas tecnolog铆as permiten franquear las distancias, la organizaci贸n de la reuni贸n para d铆as anteriores o posteriores al 24 tambi茅n resultan muchas veces en una transacci贸n suficientemente exitosa para ambas partes. Y en tanto para los profesionales del consultorio, la propuesta sigue siendo la de siempre: pasar del malestar al s铆ntoma y del s铆ntoma a la tramitaci贸n de la satisfacci贸n que 茅ste conlleva. ¡Salud para todos!馃巹馃巺
No hay comentarios.:
Publicar un comentario