El algoritmo de la transferencia no fue muy investigado y son pocos los escritos sobre el algoritmo en sí. Por otra parte, el concepto de transferencia en Freud y Lacan es fundamental y cuenta con mucha bibliografía. Pero con el algoritmo de la transferencia, podemos estudiar sus elementos esenciales.
En esta entrada, veremos:
- ¿En qué momento de la enseñanza de Lacan surge el algoritmo de la transferencia?
- ¿Cuáles son sus antecedentes?
- ¿Cuáles son la claves para leerlo?
- El discurso del amo, en la medida que hay una investigación que propone el algoritmo de la transferencia del 67 en antecedente directo del discurso del amo del inconsciente del 69.
- La variación del algoritmo de la transferencia que hace Juan Carlos Cosentino, donde él hace un cuadro con las transferencias en Freud.
En el escrito Proposición del 9 de octubre de 1967 aparece el algoritmo de la transferencia. Es un escrito instituyente, donde Lacan inaugura la escuela de analistas, Estamos a la altura de los seminarios 14 (La lógica del fantasma) y el 15 (El acto psicoanalítico). En el escrito Proposición del 9 de octubre produce un acto psicoanalítico y al mes empieza a dictar el seminario 15. En ambos seminarios Lacan se dedica a desarrollar su propia versión del grupo de Klein y hace el cogito lacaniano: una crítica al cogito cartesiano. Descartes había afirmado -según Lacan, eso fue un pasaje al acto- "pienso y luego existo". Lacan cuestiona esta afirmación de Lacan y postula el cogito del inconsciente: soy donde donde no pienso y pienso donde no soy.
¿Cuál es la importancia de todo esto para hablar del algoritmo de la transferencia? En el algoritmo de la transferencia tenemos un elemento de difícil aprehensión, que es clave para interpretarlo. En su Proposición del 9 de octubre, Lacan describe al algoritmo así:
Se reconoce en la primera línea el significante S de la transferencia, es decir de un sujeto, con su implicación de un significante que llamaremos cualquiera, es decir, que sólo supone la particularidad en el sentido de Aristóteles (siempre bienvenido), que por este hecho supone aun otras cosas. Si es nombrable con un nombre propio, no es que se distinga por el saber, como veremos a continuación.
Debajo de la barra, pero reducido al patrón de suposición del primer significante: el s representa el sujeto que resulta de él, implicando en el paréntesis el saber, supuesto presente, de los significantes en el inconsciente, significación que ocupa el lugar del referente aún latente en esa relación tercera que lo adjunta a la pareja significante-significado.
El saber es esta colección de significantes en serie. ¿Pero qué es es esta s pequeña de esta colección de significantes? Lacan va a decir que:
El sujeto supuesto al saber es para nosotros el pivote desde el que se articula todo lo tocante a la transferencia.
El sujeto supuesto al saber es un concepto clave para leer al algoritmo. El sujeto supuesto saber no surge del seminario 11, sino en el seminario 9, el de La Identificación. En la primera clase de la identificación, el 11/11/61, encontramos algo fundamental para entender el sujeto supuesto saber. El sujeto supuesto al saber es una ironía de Lacan respecto al cógito cartesiano. Por eso, en el seminario 9 ironiza sobre el cógito cartesiano y vuelve en el 14 y el 15 a hacer lo mismo, ya de un modo metódico para poner a punto su grupo de Klein y vuelve a utilizar el sujeto supuesto saber formalizándolo. Es decir, hay una continuidad entre los seminarios 9 y el 14 y 15 y en el escrito Proposición de octubre.
Dice Lacan, en el seminario 9, primera clase:
Es que no ha habido nunca, en la línea filosófica que se desarrolla a partir
de las investigaciones cartesianas llamadas del cogito, no ha habido nunca sino un solo sujeto
que prenderé con alfileres, para terminar bajo esta forma: el sujeto supuesto saber. Es
necesario que ustedes otorguen a esta fórmula una resonancia especial que de alguna
forma lleva consigo su ironía, su pregunta,
(...)
detengámonos a plantear esta moción de
desconfianza de atribuir este supuesto saber a quien fuera, ni de suponer (subjicere)
ningún sujeto al saber.
Subjicere es importante, porque etimológicamente en latín significa "puesto debajo". El sujeto aparece bajo la barra divisoria del algoritmo seaussuriano. En francés la palabra también tiene esta etimología.
El saber es intersubjetivo lo que no quiere decir que es el saber de
todos, ni que es el saber del Otro -con una gran O-, y al Otro lo hemos planteado. Es
esencial mantenerlo como tal: el Otro no es un sujeto, es un lugar al cual uno se esfuerzadice Aristóteles- por transferir el saber del sujeto.
O sea, el sujeto necesita transferir su saber al gran Otro, que no es un sujeto, sino un lugar. Entonces, en la parte inferior el algoritmo podemos reemplazar todos los significantes en serie del saber por el gran Otro. Lacan también dice:
El Otro es el basurero de los representantes representativos de esta suposición de saber...
Es decir, es un lugar donde se acopian las marcas significantes. Esto es un antecedente de lalengua.
...y es esto lo que llamemos inconsciente en la medida en que el sujeto se perdió él mismo
en esta suposición de saber.
El pequeño s está perdido en las marcas del inconciente, reunidos aluvionalmente en el lugar del Otro. Esto es el sujeto supuesto saber. El sujeto no es localizable ni tiene un lugar; el sujeto por estar supuesto está por debajo de la barra y emerge. Cuando el sujeto emerge, lo hace de algún lugar pero el sujeto supuesto saber no tiene un lugar ni es lozalizable y requiere, justamente por su constitución de no ser y no tener lugar, poder desplazar su saber al gran Otro. El sujeto está extraviado en las marcas de su inconsciente.
El sujeto cartesiano, el que demuestra su ser por el pensamiento, queda realmente cuestionado. Por eso, Lacan hablará de pasaje al acto en Descartes. Podemos decir que es un je absoluto, un saber absoluto, que podemos ligar también con otras cuestiones que Lacan va a tratar en el seminario 17, con el saber absoluto. Ante un escrito de Laplanche y Leclaire del 62, en el que ellos se equivocan y ponen dos S mayúsculas cuando hablan del inconsciente freudiano, pero es otra cuestión que simplemnte mencionaremos.
Entonces, el elemento esencial de la transferencia es el sujeto supuesto saber, que es un sujeto perdido entre los significantes del inconsciente y acopiados en el lugar del Otro.
En Lacan, el antecedente claro y evidente de esta formalización es otra que Lacan hizo en el seminario 12, Problemas cruciales del psicoanálisis, que es la formalización del concepto de sentido.
S → S2
s
Hay una conjetura que hace Elena Bisso que es que el sentido supone un sujeto. Esto es porque el sujeto, en el campo de la neurosis, surge cuando se fija el sentido. Esto está en el seminario 12 y en Posición del inconsciente. El sujeto (s) surge cuando hay un S2 que se fija. Esto también ilustra la famosa defición de significante: un significante es lo que representa a un sujeto para otro significante.
Esta formalización del seminario 12 es la estructura básica del algoritmo de la transferencia. En la primera fórmula que vimos, hay una ampliación en donde se incluye el saber o el gran Otro, pero conserva los 2 significantes de la parte de arriba. Este es, el antecedente claro del algoritmo de la transferencia. El concepto nuclear de la transferencia es el sujeto mismo, sujeto como efecto de la cadena significante. Estamos en el momento en que los críticos de Lacan llaman imperialismo del significante.
Hay una línea de investigación que sostiene que el algoritmo de la transferencia es antecedente del discurso del amo. Esto es correcto, es el discurso del inconciente y no está mal pensarlo. Pero también hay otro antecedente más evidente: la formalización del objeto a como lo real del discurso del seminario 14.
Dice Lacan, en el seminario 14:
(...)un sujeto emerge, el sujeto barrado, como alguna cosa que viene de un lugar, donde está supuestamente inscripto, a otro lugar donde va a inscribirse nuevamente, a saber, del mismo modo que he estructurado en otra ocasión la función de la metáfora, en tanto que es el modelo del retorno de lo reprimido. Es por tanto, con respecto a este significante primero que vamos a ver cuál es el sujeto barrado que él abolió viene a surgir a un lugar donde vamos a poder intentar una fórmula que no ha sido aún dada
Esta fórmula la da Lacan el 16/11/66, una fórmula aún no dada:
$ ⭧ a
El sujeto barrado, como tal ($), es lo que representa para un significante (S') este significante (S) de donde ha surgido el sentido. Ya tenemos aquí la matriz de los discursos, como el discurso del amo del inconciente: El sentido surge del S y va al S', da vuelta la definición de significante. Dice Lacan:
Falta saber que el sujeto articula su discurso, esto de lo cual todos los analistas están bien percatados, aunque no supieran decir nada que valga. El objeto a que a este nivel cumple la función que Frege distingue del signo bajo el nombre de la bedeutung (referencia).
El objeto a es lo que queda después de todos los dicursos, de todo lo dicho y es lo que finalmente va a ser el resto y el producto del discurso. El objeto a es el real del lenguaje, y Miller lo va a postular como significantizado, que vale como significante en algún momento, pero en realidad es la marca que el sujeto tiene con el encuentro con el lenguaje, es el real del lenguaje.
Esta última cita, del 16/11/66, es la primera vez que Lacan formaliza este último esquema, que 3 años después será el discurso del amo y del inconsciente.
Hasta ahora, el recorrido es de 1964 a 1969. Son 5 años donde Lacan trabaja a fondo la lógica del significante, la lógica del inconsciente y el cuestionamiento a Descartes. Entonces, el sujeto supuesto saber, que tantos misterios trae y tantas preguntas, es una ironía de Lacan respecto al cogito cartesiano. Lo mismo ocurre con el concepto de parletre y la ontología, que es otro concepto que nace de la ironía. Parletre es un ser hablando y Lacan dice que la ontología es una vergüenza, porque pretende decir el ser y el ser no se deja nombrar. En psicoanálisis, es dessein no se deja nombrar y el objeto a es lo que queda luego de todos los dicursos.
Otra línea de transferencia se pregunta por qué el objeto a no está en el altoritmo de la transferencia:
¿Está o no está? Una hipótesis es que todo el algoritmo es el objeto a. Lacan no lo incluyó porque el sujeto está perdido entre los significantes, no está dividido todavía, sino perdido. Está alienado a los significantes que están acopiados en el lugar del gran Otro, que es un basurero.
Otra pregunta interesante es sobre el discurso del amo, donde no hay un discurso en la transferencia misma. ¿La transferencia misma es un discurso, ya lo es? Porque tenemos los elementos básicos y mínimos. Técnicamente, no lo sería porque Lacan define los discursos en el seminario 17, pero ya en el 15 tenemos una fórmula referencial, que es el lazo del analizante con el analista. ¿Es el algoritmo de la transferencia un discurso mismo? ¿Ya lo es, más allá del antecedente de unos otros? Dejaremos la pregunta abierta.
Vayamos a Freud y cómo el presenta a la transferencia en 1895, en Psicoterapia de la histeria. Ahí dice que la transferencia al médico se lleva a cabo por medio de una falsa conexión. Entonces, podemos decir que el vector superior del algoritmo es una falsa conexión:
S → Sq
Es una asociación forzosa, dominante en la conciencia con la persona del médico. Esta falsa conexión despertó el mismo afecto que en su día le hizo rechazar a la enferma el deseo ilícito. O sea, lo que se transfiere al analista son contenidos conscientes de algo que está reprimido. Freud dice que una vez conocido este proceso, puede llegar a atribuirle al médico toda referencia a su persona a tal transferencia por falsa conexión y creen que esto es una verdad. En la clínica, es frecuente que los pacientes intenten adivinarle la vida al analista: la edad, la familia, etc. Esto es inevitable y el valor fundamental del analista es callarse. El analista debe permitor que se produzca el soporte de esta falsa conexión. El algoritmo de la transferencia, que parece tan ascético, si lo "intervenimos", puede ser leído así:
¿Qué pasa ahí? Reemplazamos, siguiendo a Lacan cuando dice que el Otro es un lugar y no un sujeto, en el cual uno se esfuerza por transferir el saber del sujeto. Si el gran Otro contiene los elementos del primer algoritmo, entonces podemos hacer el reemplazo. Queda entonces s(A), que es el síntoma. El síntoma, en el grafo del deseo del seminario 6 se escribe s(A), cuando ubica que el síntoma está en la significación que viene del Otro.
Juan Carlos Cosentino hace, en su libro, un cuadro de las tranferencias freudianas y él ubica la transferencia del síntoma en las conferencias 27 y 28 de Freud. Dice que la libido es empujada a pasar del síntoma neurótico a la transferencia, síntoma analítico. Su desplazamiento sostiene el saber inconsciente e instaura la neurosis de transferencia como transferencia del síntoma. El analista en el centro de la neurosis de transferencia, es el núcleo que organiza el análisis y anticipa su función como objeto de soporte de la transferencia. Acá el objeto a está como objeto implícito de la transferencia del síntoma.
Vamos a ir ahora a la Conferencia 28 de Freud, donde dice:
S → Sq
s(A)
¿Qué pasa ahí? Reemplazamos, siguiendo a Lacan cuando dice que el Otro es un lugar y no un sujeto, en el cual uno se esfuerza por transferir el saber del sujeto. Si el gran Otro contiene los elementos del primer algoritmo, entonces podemos hacer el reemplazo. Queda entonces s(A), que es el síntoma. El síntoma, en el grafo del deseo del seminario 6 se escribe s(A), cuando ubica que el síntoma está en la significación que viene del Otro.
Juan Carlos Cosentino hace, en su libro, un cuadro de las tranferencias freudianas y él ubica la transferencia del síntoma en las conferencias 27 y 28 de Freud. Dice que la libido es empujada a pasar del síntoma neurótico a la transferencia, síntoma analítico. Su desplazamiento sostiene el saber inconsciente e instaura la neurosis de transferencia como transferencia del síntoma. El analista en el centro de la neurosis de transferencia, es el núcleo que organiza el análisis y anticipa su función como objeto de soporte de la transferencia. Acá el objeto a está como objeto implícito de la transferencia del síntoma.
Vamos a ir ahora a la Conferencia 28 de Freud, donde dice:
Para solucionar los síntomas es
preciso remontarse hasta su génesis, hasta el conflicto del
cual nacieron; es preciso renovar este conflicto y llevarlo a
otro desenlace con el auxilio de fuerzas impulsoras que en
su momento no estaban disponibles. Esta revisión del proceso represivo sólo en parte puede consumarse en las huellas mnémicas de los sucesos que originaron la represión. La
pieza decisiva del trabajo se ejecuta cuando en la relación
con el médico, en la «trasferencia», se crean versiones nuevas de aquel viejo conflicto, versiones en las que el enfermo
querría comportarse como lo hizo en su tiempo, mientras que
uno, reuniendo todas las fuerzas anímicas disponibles [del
paciente], lo obliga a tomar otra decisión. La trasferencia
se convierte entonces en el campo de batalla en el que están destinadas a encontrarse todas las fuerzas que se combaten
entre sí.
O sea, en el fragor de la transferencia hay un alivio del síntoma, que pasa al analista y el volverse objeto de esa libido, el analista puede maniobrar en transferencia y operar para sacar al paciente de la represión. Esto podemos formalizarlo con el reemplazo que hicimos anteriormente:
Lo fundamentamos con el seminario 9 de Lacan definiendo qué es el gran Otro, lo que habiluta al reemplazo y la parte superior con lo que dijo Freud sobre la transferencia. De esta forma, podemos hacerle decir más al algoritmo de la transferencia, porque el síntoma trae el cuerpo asociado y al objeto a necesariamente.
Freud al hablar de la transferencia habla de combates, de campos de batalla. ¿Por qué es tan importante la transferencia negativa? Puede considerarse como defensiva y si el analizante la asume y la puede escuchar, va a encontrar la llave maestra del fantasma. Lo que se le atribuye de negativo al analista, es la cara oscura del fantasma, que tampoco es muy claro. Se proyecta en el analista algo oscuro y hostil, que no es más que el fantasma mismo del analizante.
Planteemos unos interrogantes, que quedarán abiertos:
1) ¿Es la transferencia un discurso en sí misma? Más allá de que los discursos hayan aparecido en el ámbito del mayo francés.
2) La transferencia negativa, ¿Puede leerse como defensa? Puede tomarse como una separación del analizante para no caer en la sugestión y como modo de defensa para evitar ver lo que está ahí, el fantasma del analizante.
3) La formación de la transferencia del síntoma, ¿cuál es su formalización? Hoy se hizo esta propuesta, pensar el algoritmo de la transferencia no solamente como sujeto supuesto saber, sino como síntoma, porque el saber puede ser reemplazado por el Otro y esta formalización nos da el síntoma como está planteado en el seminario 5 y 6, lo que nos lleva al síntoma como un modo de saber.
El algoritmo de la transferencia es una puerta óptima para un concepto tan basto como este. Entrar por el algoritmo es un modo de optimizar recursos. Lo que realmente es dificultoso de entender es el sujeto supusto saber, que es un concepto espinoso y que es una ironía del cogito cartesiano. El sujeto se prende con alfileres y ese lugar requiere transferir el saber al lugar del Otro. Es un "sin lugar" el del sujeto y emerge de algún lugar, pero no es localizable. Y por etimología es "supuesto", puesto debajo, por lo tanto emerge.
Lacan hace una distinción entre transferencia e identificación en Proposición de octubre al proponer su escuela y sabemos que las masas piramidales tienen identificaciones verticales y horizontales. Esto aún sigue vigente. Lacan quiere distinguir la identificación de la transferencia, sobre todo porque hay una identificación que viene de la escuela inglesa, que es la identificación proyectiva, en donde la masa sigue al lider por un lazo de identificación proyectiva. La identificación proyectiva se parece mucho a la transferencia.
También hay que separar la transferencia de la repetición, cosa que Lacan hace en seminario 11. También hay que despejarla de todas las semejanzas que tiene con otros conceptos y fenómenos.
O sea, en el fragor de la transferencia hay un alivio del síntoma, que pasa al analista y el volverse objeto de esa libido, el analista puede maniobrar en transferencia y operar para sacar al paciente de la represión. Esto podemos formalizarlo con el reemplazo que hicimos anteriormente:
S → Sq
s(A)
Lo fundamentamos con el seminario 9 de Lacan definiendo qué es el gran Otro, lo que habiluta al reemplazo y la parte superior con lo que dijo Freud sobre la transferencia. De esta forma, podemos hacerle decir más al algoritmo de la transferencia, porque el síntoma trae el cuerpo asociado y al objeto a necesariamente.
Freud al hablar de la transferencia habla de combates, de campos de batalla. ¿Por qué es tan importante la transferencia negativa? Puede considerarse como defensiva y si el analizante la asume y la puede escuchar, va a encontrar la llave maestra del fantasma. Lo que se le atribuye de negativo al analista, es la cara oscura del fantasma, que tampoco es muy claro. Se proyecta en el analista algo oscuro y hostil, que no es más que el fantasma mismo del analizante.
Planteemos unos interrogantes, que quedarán abiertos:
1) ¿Es la transferencia un discurso en sí misma? Más allá de que los discursos hayan aparecido en el ámbito del mayo francés.
2) La transferencia negativa, ¿Puede leerse como defensa? Puede tomarse como una separación del analizante para no caer en la sugestión y como modo de defensa para evitar ver lo que está ahí, el fantasma del analizante.
3) La formación de la transferencia del síntoma, ¿cuál es su formalización? Hoy se hizo esta propuesta, pensar el algoritmo de la transferencia no solamente como sujeto supuesto saber, sino como síntoma, porque el saber puede ser reemplazado por el Otro y esta formalización nos da el síntoma como está planteado en el seminario 5 y 6, lo que nos lleva al síntoma como un modo de saber.
El algoritmo de la transferencia es una puerta óptima para un concepto tan basto como este. Entrar por el algoritmo es un modo de optimizar recursos. Lo que realmente es dificultoso de entender es el sujeto supusto saber, que es un concepto espinoso y que es una ironía del cogito cartesiano. El sujeto se prende con alfileres y ese lugar requiere transferir el saber al lugar del Otro. Es un "sin lugar" el del sujeto y emerge de algún lugar, pero no es localizable. Y por etimología es "supuesto", puesto debajo, por lo tanto emerge.
Lacan hace una distinción entre transferencia e identificación en Proposición de octubre al proponer su escuela y sabemos que las masas piramidales tienen identificaciones verticales y horizontales. Esto aún sigue vigente. Lacan quiere distinguir la identificación de la transferencia, sobre todo porque hay una identificación que viene de la escuela inglesa, que es la identificación proyectiva, en donde la masa sigue al lider por un lazo de identificación proyectiva. La identificación proyectiva se parece mucho a la transferencia.
También hay que separar la transferencia de la repetición, cosa que Lacan hace en seminario 11. También hay que despejarla de todas las semejanzas que tiene con otros conceptos y fenómenos.
Fuente: Entrada confeccionada con la clase "Algoritmo de la transferencia en Lacan", de Elena Bisso, del 12/09/19
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