viernes, 1 de enero de 2021

El psicoanálisis, una ciencia.

El psicoanálisis es una ciencia, que abarca teoría, método de investigación y técnica terapéutica.
Nuestra posición en este sentido es clara: negar la condición de ciencia, es por lo menos un error, cuando no, una flagrante falta contra la dignidad del psicoanálisis.

La epistemología avala esta condición científica del psicoanálisis Mencionamos tres teorías epistemológicas convergentes que sustentan esta posición. 
1) La teoría del paradigma, 
2) La teoría de las ciencias conjeturales 
3) El paradigma indicial (Carlo Guinzburg). 

Los maestros fundadores, Freud y Lacan según nuestra perspectiva, sostuvieron esta pertenencia a la ciencia. En principio como algo establecido y sustentable, a veces como punto de aspiración de la disciplina.
En Freud la condición de ciencia es afirmada decididamente, aún cuando el aspecto de aspiración o tendencia hacia la ciencia a veces aparece señalada.
En Lacan el aspecto de tendencia hacia la condición científica, e incluso  exigencia incumplida, es lo más recalcado.

También cabe señalar que otros autores han entrado en el tema, sustentado en mayor o menor medida estas posiciones.

Por otro lado, hay quienes negaron la condición científica del psicoanálisis.

Curiosa convergencia de posiciones que en última instancia hay que considerar ideologías en el peor sentido del término. 

Desde epistemologías restringidas que arbitrariamente, definieron la ciencia bajo un criterio de demarcación entre lo que es científico y lo que no lo es, basado en las ciencias duras. Desde esta posición se negó al psicoanálisis su condición de ciencia, a veces al extremo de considerarla algo equivalente a una doctrina mágica, mística, supersticiosa y afines.

Actualmente esta concepción errónea, limitada y antigua incluso para las ciencias duras, debe ser dejada de lado ya que hay una epistemología adecuada al psicoanálisis y las ciencias humanas en general. 
Hasta las llamadas ciencias dura exigen una redefinición epistemológica. En la ciencias duras, la epistemología clásica ha dejado de ser un criterio de demarcación adecuado, ya que no da cuenta de los últimos descubrimientos en especial de la física.).

También la revisión epistemológica merece un capítulo especial en cuanto a las ciencias formales por ejemplo la lógica y la matemática, que ya desde el siglo XIX, pasaron a ser disciplinas axiomáticas, y por lo tanto verdaderas deductivamente a partir de axiomas que pueden ser variados según criterios distintos. 
El papel del sujeto de la ciencia es particularmente notorio en cuanto a la definición de los axiomas en cuestión.

Ahora bien. Es notable, que desde el propio contexto del psicoanálisis se ataca el estatuto científico del psicoanálisis, desde el otro costado. Es decir no se ataca al psicoanálisis, sino a la ciencia misma considerándola como un aspecto de la cultura absolutamente negativo, al extremo a veces de responsabilizarla por el racismo, la discriminación y diversas experiencias nefastas de la humanidad.
Otras dimensiones de cuestionamiento a la condición científica del psicoanálisis: Una bajo el argumento de que la ciencia excluye al sujeto. En nuestra opinión, es un uso falaz de la cuestión del sujeto de la ciencia y del estatuto de su exclusión.

Otra posición, también sustentada en el ámbito psicoanalítico, considera que el psicoanálisis es una disciplina inclasificable dentro de los parámetros existentes en cuanto al saber, en nombre de un discurso nuevo que implica al sujeto. Esta posición explícitamente o no, apela como fundamento, al concepto de discurso psicoanalítico o discurso del analista.

Tomando en cuenta el indudable avance de la humanidad en cuanto al saber en su aspiración permanente a la verdad respecto de otras pretensiones de saber; dado el inmenso y merecido valor que en la cultura se le adjudica a la ciencia y, el indudable resultado en cuanto a la producción tecnológica que, bien aplicada, aporta un decidido avance en cuanto a la calidad de vida de los seres humanos, la ciencia ocupa en la cultura un estatuto de fundamental importancia.

En este sentido, excluir al psicoanálisis de la ciencia y darle un estatuto especial, nuevo, que conduce a un discurso nuevo y propio, es un camino sesgado hacia una idealización.

Esta idealización conduce en última instancia a la idea de un hombre nuevo que alcanza un estatuto especial, superador e implícitamente superior, por haber alcanzado a través de su análisis el fin del análisis y accedido por eso al discurso psicoanalítico, inconfesadamente superior a los otros discursos.

Es una total contradicción con los fundamentos del psicoanálisis que por el contrario sostiene que un análisis suficientemente logrado conduce a una destitución subjetiva.

Aunque no es el caso, de todos modos hay que evocar que este tipo de idea de un discurso nuevo e inconfesadamente superador, ha conducido a las peores catástrofes éticas y existenciales de la humanidad.

Fuente: Victor Iunger, junio de 2020

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