A lo largo de la obra freudiana, se encuentran distintas formulaciones acerca del modo en que Freud entiende la producción del síntoma, ideas que siempre están unidas y regidas por la forma en que piensa el funcionamiento del aparato psíquico. Consideremoslas siguientes puntuaciones:
A. Desde 1882 hasta 1890. Nos encontramos con lo que E. Jones llama “Psicopatología primitiva”. Es interesante abordarlos siguiendo las primeras apreciaciones acerca de la Psicopatología que se pueden encontrar en los trabajos de J. Breuer, en las cartas a W. Fliess y en los primeros trabajos freudianos sobre las Neuropsicosis de defensa. Alrededor de 1895 escribe un extenso ensayo que quedó inconcluso, el “Proyecto de una psicología para neurólogos”. Esta primera psicopatología, la psicopatología primitiva, la concepción de Freud en este momento acerca del aparato psíquico sigue las ideas del “Proyecto…”, lo que se podría llamar una primitiva tópica aún atrapada en toda una terminología neurofisiológica.
B. La psicopatología que resulta de tomar como eje de su concepción “La interpretación de los sueños”, obra de 1900 en la que Freud funda su primera tópica psíquica.
C. La psicopatología que podemos pensar a partir de la pulsión de muerte y el artículo de 1923, “El yo y el Ello”. Es importante señalar que, aunque Freud, a lo largo de su obra, mantiene estas distintas concepciones, se puede hacer una lectura “a posteriori” y pensar, por ejemplo, si entre la forma de trabajar el aparato psíquico en “la interpretación de los sueños” y lo forma de hacerlo en “El yo y el Ello” hay o no hay ruptura. Tomando como referencia las “Conferencias de Introducción al Psicoanálisis”, anteriores al ´20, verán que hay en ellas nociones de la “Psicopatología primitiva”, como así también, aquellas que corresponden a “La interpretación de los Sueños”. Cada una de las cuales, a su vez es producto de diversos procesamientos teóricos que Frued construye en su obra.
Hay algunos conceptos muy importantes que permiten el pasaje de “la Interpretación de los sueños” a la segunda tópica, tales como Narcisismo, Identificación, Complejo de Edipo y Complejo de castración.
Ocurren así, transformaciones de las distintas tópicas que tienen que ver con la producción de nuevos conceptos; esto repercute directamente en la forma de pensar la psicopatología. Hay distintos abordajes a la Psicopatología freudiana de acuerdo con el tema o problema en el que nos situemos; también es diferente la forma de pensar el conflicto en cada una de estas producciones: por ejemplo, en la psicopatología primitiva, el conflicto se da entre el yo y la sexualidad.
Cuando Freud introduce el concepto de Narcisismo (que a su vez es una modificación, del desarrollo de su teoría sexual), el conflicto será pensado en términos de libido del Yo Libido de objeto; en “Más allá del principio de placer” el conflicto se pensará privilegiando las concepciones sobre <pulsión de vida-pulsión de muerte>.
Hago estas aclaraciones para que, al acercarse a algún texto, se pregunten con qué idea de aparato o con qué idea de conflicto Freud está trabajando; o cuando se acerquen a un historial, sepan en qué momento de su producción teórica se gestó. En “La interpretación de los sueños” aparece el par de pulsiones de autoconservación-pulsiones sexuales, tema con el que tendremos que trabajar mucho; no es lo mismo la libido del Yo que las pulsiones de Autoconservación; porque la autoconservación responde al registro de lo orgánico, de lo biológico; en cambio, la libido responde al registro de la sexualidad.
De todo esto se desprende pensar que de acuerdo a la época Freud hubiera podido pensar los historiales de modo diverso, Por ejemplo, cuando escribe el “Caso Dora” no está constituida la noción de “pulsión de muerte” ni de la “compulsión repetitiva”; entonces, se podría plantear qué pasa en la histeria alrededor de estas cuestiones.
Los primeros rudimentos de la concepción psicopatológica freudiana, entonces, puede encontrarse en las cartas a Fliess, entre las que están los Manuscritos D, E, G, K, donde Freud ya muestra su interés por la etiología. En la época en la que Freud gesta su descubrimiento prevalecen las teorías de las localizaciones cerebrales respecto del problema de la enfermedad mental; y es en el seno de este contexto teórico e histórico donde cobra todo su valor estas diferenciaciones que hace Freud respecto de la ciencia de su época. Una de las primeras diferenciaciones etiológicas que Freud puntualizará es la división entre:
✔Neurosis Actuales
✔Neurosis de Defensa
Llama Neurosis Actuales a dos complejos sintomáticos que corresponden a 1. Neurastenia 2. Neurosis de Angustia
Y dentro de las Neurosis de Defensa se encuentran:
a. Histeria
b. Neurosis Obsesiva
c. Fobia
d. Locura Alucinatoria
Esto es así hasta 1894; pero a partir de 1896 Freud incluirá también la Paranoia. Su interés está dirigido a dar cuenta de cuál es el nódulo del mecanismo psicótico productor de síntoma, lo que revoluciona un contexto científico e histórico en el que se trataban da dar localización anatómica. De todos modos, Freud no fue el primero en pensar que las Neurosis Histéricas, por ejemplo, tienen origen psíquico; ya Breuer, en su famoso caso “Anna O”, planteaba que los fenómenos histéricos era “ideógenos”, esto es, producidos por la eficacia de las ideas. Pero la construcción freudiana es distinta de la de Breuer. Entonces, la discusión es en torno a la etiología: Freud dirá que las Neurosis Actuales son producto de una tensión sexual física que puede, o bien tener una descarga inadecuada como ocurre en la neurastenia, o una descarga insuficiente, como ocurre en la Neurosis de Angustia, cuyos síntomas detallo a continuación:
NEURASTENIA: se caracteriza por sensaciones de agotamiento, inhibición de la función sexual (impotencia, por ejemplo) ; cansancio, pérdida de peso, constipación, astenia.
NEUROSIS DE ANGUSTIA: se encuentra excitabilidad general, hipersensibilidad; insomnio; espera angustiosa; hipocondría; perturbaciones de las funciones circulatorias, respiratorias y de la inervación vasomotora (como la sudoración, por ejemplo); bulimia; temblores, vértigos, mareos, diarreas.
La “descarga inadecuada”, se refiere a la masturbación y a la polución espontánea. La “descarga insuficiente” está determinada por la abstinencia deliberada y el coito interrumpido. La polémica central es que entre la etiología de la estas Neurosis Actuales, que para Freud provienen de una tramitación de la energía sexual somática, y las Neurosis de Defensa, término este último que muestra que el énfasis será puesto en otra etiología. Cuando en los primeros escritos se encuentra el término “neurótico”, Freud no se refiere a lo que después se conoce como “psiconeurosis”, sino que remite a las Neurosis Actuales:
“tenía una histeria acompañada de algunos síntomas neuróticos”
el término “neurosis de defensa” se transformará en Neuropsicosis de Defensa. En un primer momento Freud, luchando por la teoría de la defensa, no establece una distinción nosológica entre Neurosis y Psicosis, sino que agrupa a ambas con el término “Neuropsicosis”. Esto quedará ulteriormente procesado en otra diferenciación entre las psiconeurosis y las psicosis. Psiconeurosis: Histeria, Neurosis Obsesiva y Fobia. Al introducir el concepto de Narcisismo diferencia la Psiconeurosis de Transferencia de la Psicosis. Pero en aquella primera época, en la Neuropsicosis de Defensa reunía: Histeria, Neurosis Obsesiva, Fobia, Locura Alucinatoria y Paranoia.
El nódulo del mecanismo psíquico para la producción de estas neurosis será para Freud la defensa; Breuer refería también un mecanismo psíquico de la histeria, pero pensaba que el síntoma histérico no era producido por la defensa, sino porque el sujeto entraba en un peculiar estado psíquico, una alteración de la conciencia que favorecería la producción de síntomas. Los acontecimientos vividos en estados “crepusculares” de conciencia producían síntomas. Para Freud, el nódulo del mecanismo psíquico en la producción de esos cuadros es la defensa. El problema teórico que interesa es ¿por qué se produce cierta perdurabilidad en las representaciones, que tiene eficacia, fuerza y significación y que no está a disposición de la conciencia del enfermo?, Esto introduce otro problema interesante, que es la ruptura con la equivalencia entre psíquico=conciencia; representaciones que producen eficacia y no entran en el campo de conciencia del enfermo.
Este modelo es el precursor de lo que después será el concepto de Inconsciente. Se refiere a la existencia de “grupos psíquicos” separados por la defensa que producen síntomas y que no forma parte de la conciencia del sujeto. En este momento teórico, los grupos psíquicos separados no tienen el estatuto tópico que encontrará en “La interpretación de los sueños”; en el “Proyecto…” corresponde a la dinámica de la “neurona” y de la “cantidad”; esta dinámica después estará representada por las ideas de representación y afecto.
Así como Freud pone en juego la equivalencia “psíquico=consciente”, también nos hará vacilar respecto a la diferencia tajante entre normalidad/ anormalidad”. El aparato psíquico, este aparato rudimentario, tiene una tendencia defensiva normal, lo cual significa que está regido por dos principios: Constancia y Placer. El aparato tenderá a regular su funcionamiento en base a estos principios (el principio del placer para Freud es evitación del displacer, no tendencia al placer). Hay representaciones capaces de suscitar un displacer actual que el mecanismo psíquico no está preparado para afrontar: Freud llamará a esto “defensa patológica”, y con la misma idea pensará la normalidad y la anormalidad. Si decimos que el aparto psíquico tiene a producir una evitación de aquellas representaciones displacenteras, ésta es una defensa normal del aparato, guiado por el ejercicio del placer; aquellas representaciones que tienen una intencionalidad actual y dejan al aparato en precaria situación para procesar esto, hará que el aparato deba recurrir a una defensa patológica.
A lo largo de los desarrollos freudianos, hay una concepción tópica, una concepción dinámica y una concepción económica. Aquí, los rudimentos de la concepción tópica tienen que ver con aquellas ideas en las que Freud habla de neurona y facilitación; la concepción económica se halla en lo relativo al afecto y cantidad. En este momento lo que para Freud da intensidad a estas manifestaciones de carga es la época de la pubertad; el terreno fértil de donde surgen las representaciones displacenteras es el terreno sexual; esto es lo inédito en la Psicopatología. La sexualidad es pensada en términos de “vivencias sexuales infantiles”, acaecidas alrededor de los dos, tres o cuatro años. Cuando estas vivencias se repiten es el recuerdo, quedan reactivadas por él después de la pubertad, esto es lo que da la intensificación
A posteriori, en la formulación de las series complementarias, incluye como “Predisposición” a los sucesos sexuales infantiles; pero no se está refiriendo a los primeros “sucesos” sino a los que él menciona en los “Tres Ensayos…”( 1905): a la historia de la sexualidad infantil, al nacimiento de la pulsión sexual y a la forma en que esta pulsión se organiza en fases oral, anal, fálica. En esta época, “sexual” es equivalente a lo que se entiende vulgarmente por sexualidad; con los “Tres ensayos…” Freud quiebra la identidad entre sexualidad y genitalidad y produce la noción de “pulsión sexual”. Dentro de los desarrollos de la teoría freudiana acerca de la sexualidad, encontramos una teorización de la pulsión sexual como pulsión parcial que se apoya en zonas diversas y se organiza en fases; procesada a posteriori por las teorías del Narcisismo, del Edipo y la Castración; distintos desarrollos respecto de la teoría de la sexualidad.
En este momento, entonces, “sexual” está originariamente emparentado con la noción de genitalidad; pero cuando produce la idea de trauma comienza a diferenciarse, porque ya no será el “hecho real empírico” que aconteció lo que ocasiona síntoma; sino que hubieron acontecimientos que quedaron inscriptos y que, al ser evocados retroactivamente después de la pubertad, le dan un montón de energía a tales acontecimientos que el aparato no puede procesar; opera la defensa patológica y se produce el síntoma.
La idea de defensa es el punto de partida de lo que después será la Primera Tópica: diferencia de los sistemas, lo que después Freud teorizará en términos de represión primaria y represión secundaria culmina con un artículo llamado “La escisión del Yo en el proceso de Defensa”, pasando por la “Metapsicología” y “Algunas observaciones sobre el término inconsciente”.
Entonces, entre el “Proyecto…” y “La interpretación de los sueños” la idea que irá cobrando fuerza es la idea de trauma, que si bien está emparentada con las ideas de “lo traumático” (shock emocional violento), no pueden homologarse la idea freudiana de trauma, no encontramos ni el hecho de que el acontecimiento tenga que ser sexual ni que a posteriori de la pubertad haya una reactivación en el recuerdo. Observemos que Freud toma estas ideas, pero las redefine específicamente dentro de sus nociones propias.
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