En La instancia de la letra… (1957), Lacan, bajo la supremacía de lo simbólico, del que se vale en su retorno a Freud, indica que el síntoma posee un claro valor metafórico. Incluso antes, en 1953, en Función y campo de la palabra, precedido por el Discurso de Roma y Lo simbólico, lo imaginario y lo real (8/7/53), Lacan denuncia cierta degradación imaginaria, por parte del postfreudismo, que hiciera resbalar y tambalear los conceptos freudianos.
El retorno, esta primera vuelta a Freud, entonces, va de la mano del énfasis en lo simbólico y la dimensión simbólica del síntoma, con un inconsciente estructurado como un lenguaje. De esta manera, el análisis fundamenta su abordaje del inconsciente a través de los estatutos del lenguaje. En el Informe de Roma, el síntoma es concebido como el significante de un significado reprimido (no un significante reprimido) siendo la interpretación la operatoria que libera tal significado o sentido recluido (Función y campo…). Recién en 1957, con la subversión del signo saussureano, y aun si siguiese siendo el significado lo que cae bajo la barra (represión), el síntoma alcanza el estatuto de metáfora. Se trata, en el fondo, de aquella idea freudiana del falso enlace y de la cantidad, quantum de afecto, susceptible de desplazarse entre representaciones, invistiendo una por otra.
En 1895, en Studien über Hysterie y el Entwurf einer Psychologie –incluso en 1893, 1894- ya se describe una suma de excitación, cantidad, valor afectivo, un desplazamiento de excitabilidad dentro del sistema nervioso (“Verschiebungen von Erregbarkeit im Nervensystem”) retomado luego. Gran parte de su basamento conceptual se apoya en la cosmovisión física de la época: la existencia de cantidades o magnitudes de energía que se desplazan por el sistema neural, sostenido en el Principio de inercia y las leyes del movimiento de raigambre newtoniana.
Se puede observar en el funcionamiento del aparato psíquico un adelanto insospechado en la teoría cibernética, en la teoría del control que promueve el concepto de feedback o retroalimentación, aplicados luego a los procesos fisiológicos (Neisser, 1967; Eccles, 1967; Pribram, 1971).
Cabe recordar, que en el Proyecto de Psicología, se establece la hipótesis de procesos de facilitación (bahnung) entre neuronas que permiten la circulación de magnitudes discretas de energía psíquica (Q) a través de barreras-contacto entre ellas. Un hecho interesante de destacar es que, Lacan admitirá que “la bahnung evoca la constitución de una vía de continuidad, una cadena, y pienso incluso, que esto puede ser comparado con la cadena significante” , a propósito de la exposición que realizara Jean–Bertrand Lefëvre Pontalis; una mirada muy afilada sobre la cuestión, ni más ni menos. Allí Lacan señala que bahnung significa más que la usual traducción como “facilitación”, pues evoca más bien la idea de una vía de continuidad en la medida que Freud dice que la evolución del aparato-Ψ reemplaza la cantidad simple por la cantidad más la bahnung, articuladas. Ello quiere decir, que bahnung es mucho más, que simple facilitación, es una puesta en continuidad y contigüidad de cada elemento y sus vecinos en el sistema neuronal. En términos de la lógica del significante, las barreras de contacto pueden ser pensadas como puntos de corte en la topología freudiana, una barradura que opone y diferencia entonces, elementos discretos en un sistema (¡muy ingenioso!).
Lacan, en su aporte sobresaliente sobre este punto, va más lejos aún. En el mismo Seminario, llega a decir que “el Entwurf es la teoría de un aparato neuronal, respecto al cual el organismo permanece exterior, al igual que el mundo externo” . Se podría admitir, no sin discusión, que en cierta forma Lacan logra salvar a Freud de la caducidad de su sistema neuronal a la luz de las neurociencias, al introducir la lógica del significante, la lingüística, para dejar por fuera el necesario soporte material en lo orgánico para depositarlo en la letra, tal lo plantea en La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud (1957).
Moustafa Safouan plantea, en el mismo sentido, que el “Proyecto” debiera considerarse como el primer escrito en la historia del pensamiento que concierne a los efectos del lenguaje sobre la estructuración de la subjetividad, y no tan solo un escrito pre-psicoanalítico o neuropsicológico como señalaba Kanzer (1973).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario