martes, 25 de octubre de 2022

Diario de un psicólogo en apuros: Trabajé con API S.R.L. y esta fue mi experiencia

 Empezaba el 2022 y como en todos los veranos, viendo que el año arrancaba, tocaba definir el rumbo de la clínica. En ese momento, una colega se iba del país y me ofreció trabajar en API S.R.L. para que yo tomara sus pacientes. Acepté, pues en aquel momento no estaba en ninguna obra social y disponía de algunos horarios libres, ante las vacaciones de algunos pacientes. Esta es mi experiencia:

1) El papeleo.

API tiene una enorme cantidad de papeleo y burocracia. Por ejemplo, muchas obras sociales piden planillas de asistencia, que mensualmente deben ser impresas (por el profesional), hacerlas firmar, escaneadas y enviadas por mail. Consentimientos informados, historias clínicas digitales, facturación mensual a la institución y a algunos pacientes. Cuando los pacientes se empiezan a acumular, el profesional termina gastando buena  parte de su tiempo en hacer este tipo de trámites.

2) Se cobra a dos, tres meses vencido...

En muchos países las obras sociales tienen esta modalidad, como las clínicas de Colombia. En países inflacionarios como Argentina, sin embargo, cobrar a 3 meses vencido es un calvario. Al momento de escribir esta entrada, la inflación en el país es alrededor del 10% mensual. Uno puede, sin embargo, añorar que eventualmente ese dinero algún día llegará: ¿pero cuánto? Veamos...

3) El psicólogo cobra el 25 - 30% del honorario que paga la Obra Social.

Creo que uno de los secretos mayor guardados de este tipo de negocios es cuánto pagan las obras sociales a la institución y cuánto de ese dinero va efectivamente a los profesionales. Por supuesto, las fallas humanas ocurren y los empleados, por error, han terminado mandando mal las facturas a los mismos profesionales, revelando varias veces el desfasaje secreto: API paga al profesional entre un 25% y un 30% de lo que recauda de cada paciente. 

La cifra, claramente, no llega al mínimo ético en ninguna provincia y este es un punto en contra de trabajar en este lugar. No obstante, tiene un intento de reparación:

4) Sesiones de 1/2 hora pueden ser un encuadre limitante.

Para reemplazar los bajos honorarios que perciben los profesionales, API salió con una solución: crear módulos de 30-40 minutos para que el profesional atienda a dos pacientes, en el tiempo de uno, lo cual también engorda los ingresos de la organización. En las Normas Generales para la atención de pacientes, se refiere que se trata de convenientes "Terapias Focalizadas: Los tratamientos serán terapias focalizadas y se trabajará con motivo de consulta". También se refieren al horario en el consentimiento informado:

Las consultas tendrán una duración promedio de 30 a 40 minutos, pudiendo haber ciertas variaciones en su duración según lo acontecido en el transcurso de la misma, y a criterio clínico del profesional

Este tipo de encuadres puede servirle a algunos pacientes, pero lo cierto es que en los hechos para todos los pacientes aplica el mismo tiempo: se trate de un paciente esquizofrénico, un obsesivo, o un menor... Y hay un hecho: API admite todo tipo de pacientes, incluso los que el dispositivo no debería abordar.

El riesgo con estos encuadres es que el profesional esté más atento a comprimir una sesión que a verdaderamente escuchar. Los mismos psicólogos compañeros con los que hablé suelen hacer chistes sobre cortes de sesión que obedecen más a este tiempo impuesto por la organización que a un objetivo terapéutico. Muchos pacientes se han quejado además que los psiquiatras atendían en sesiones de 10 minutos, con la complejidad que reviste el tema de la medicación.

5) La confidencialidad del paciente puede no estar garantizada.

La plataforma que usa API para cargar las historias clínicas es Axónico. El Manual de bienvenida dice:

La historia debe guardar confidencialidad. Se debe impedir que los datos sean leídos, copiados o retirados por personas no autorizadas. Esto se consigue con normas de accesibilidad controlada que permiten al acceso o lo restringen de acuerdo con la función del usuario. Se establece de esa forma un control sobre la utilización de los distintos campos. No todos pueden tener acceso a toda la información (Ej: un empleado administrativo no puede acceder a los antecedentes patológicos de un paciente).

 Teniendo el nombre y apellido del paciente o su DNI basta para que CUALQUIERA de los profesionales de esa red tengan acceso a la historia clínica haciendo un solo clic. Sí, uno puede confiar en que los potenciales veedores son otros profesionales, ¿Pero quiénes son exactamente esos profesionales? Sin embargo, se aclara:

Si bien cada usuario puede entrar a la historia de cualquier paciente, se puede a solicitud del terapeuta restringir el acceso de cualquier otro profesional ajeno al caso. en pacientes especiales o situaciones puntuales en el que sólo tendrán acceso a la misma a los profesionales tratantes y auditoría médica.

Es decir, al trabajo que ya el profesional ya tiene en atender a su paciente y el papeleo, se le agrega reasegurar la confidencialidad de sus pacientes cada vez.  

6) Sin embargo, hay manera de sacarle cosas buenas a la experiencia.

👍Es buena para darse a conocer, sobre todo en los primeros años de ejercicio profesional. API S.R.L., por su modalidad de encuadre, debería ser considerado un canapé de terapia. Algo para salir del paso, cosa que conviene aclarar en la primera sesión. Muchos pacientes se dan cuenta de las limitaciones del encuadre y terminan yéndose con sus terapeutas por privado, por un importe de honorarios que les convenga a ambos. 

Por supuesto que la organización detesta este tipo de "puenteos", y hasta suelen intentar apretar a sus asociados, en especial si las terapeutas mujeres. Lo cierto es que en el mismo consentimiento dice, acerca del paciente:

Usted podrá interrumpir el tratamiento de forma unilateral en el momento en que lo considere oportuno, sin necesidad de explicar causa o motivo, con el único requisito de informar esta decisión al profesional tratante...

👍Para llenar huecos en la agenda. Una colega que trabajó allí decía que solo daba disponibilidad de aquellos horarios que nadie quiere tomar, los horarios "de la siesta".

👍 El lugar, por otra parte, cuenta con espacios de supervisión gratuitos para sus trabajadores y la capacidad de hacer interconsulta psiquiátrica.

👍 Queda bien en los CV. Algunos colegas con los que hablé cuentan que haber incluido esta experiencia a su curriculum les sirvió para conseguir acceder a obras sociales más importantes. Pese a los aspectos más cuestionables detallados, la empresa tiene una fachada de seriedad en lo que se trata a los profesionales. 

👍 Buena para conocer colegas. Mi experiencia con API me dejó conocer colegas, algo bastante valorado en una profesión que suele ser solitaria. El encuentro se da porque muchos pacientes se atienden en la institución junto a sus familiares y no son pocas las veces que los terapeutas deben consultarse entre ellos. 

👍 Bueno para investigar. Si uno se encuentra estudiando determinado tema, (ej. pacientes oncológicos), puede pedir a los admisores que les deriven ese tipo de pacientes. En ese sentido, es ideal para juntar casuística para maestrías u otras investigaciones.

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