sábado, 15 de octubre de 2022

El padre totémico en la cultura

El totemismo es un sistema entre los pueblos primitivos de Australia, América y África que hace las veces de una religión y proporcionan la base de la organización social. Desde 1869 ya se había considerado el interés por este sistema al formular la conjetura de que un gran número de costumbres y de usos en diferentes sociedades deberían de comprenderse como actos religiosos.



J. G. Frazer explica en 1910 que: Un tótem es un objeto hacia el cual el salvaje da prueba de un supersticioso respeto porque cree que entre su propia persona y todas las cosas de esa especie existe un particularísimo vínculo. La conexión entre un hombre y su tótem es recíproca; el tótem protege al hombre, y este da muestras de respeto al tótem de diversas maneras: por ejemplo, no matándolo si se trata de un animal y no recolectándolo si es una planta.
Es posible distinguir por lo menos tres variedades de tótems:
1) los tótems del linaje, compartidos por un linaje entero y que se transmiten por herencia de una generación a la siguiente;
2) los tótems de los sexos, a los que pertenecen todos los varones o todas las mujeres de la tribu, con exclusión del otro sexo, y
3) los tótems individuales, propios de una sola persona y que ella no transfiere a sus descendientes.
El totemismo es tanto sistema religioso como un sistema social. En su aspecto religioso consiste en los vínculos de recíproco respeto y protección entre un hombre y su tótem; en su aspecto social, en las obligaciones de los miembros del Clan unos hacia otros, y respeto de otros linajes. En la posterior historia del totemismo, ambos aspectos muestran inclinación a divorciarse; el sistema social sobre vive con frecuencia al religioso y, a la inversa, perduran restos de totemismo en la religión de países donde ha desaparecido el sistema social fundado en aquel.
El linaje esperaba protección e indulgencia de su tótem. Si era un animal peligroso, se suponía que no hacía daño a los miembros del Clan, y toda vez que esa premisa no se corroborase el dañado era expulsado del linaje. El tótem auxilia en las enfermedades y hacía anuncios y advertencias al linaje. La aparición del animal totémico en la cercanía de una casa solía considerarse un deceso. El tótem habías venido para recoger a su pariente.
En diversas circunstancias significativas, el miembro del Clan procura poner de relieve su parentesco con el tótem: asemejándose en el extremo, cubriéndose con la piel del animal totémico, tatuándose su figura. En las oportunidades solemnes del nacimiento, la iniciación de los varones, el entierro, esa identificación con el tótem se escenifica mediante actos y palabras. Danzas en que todos los miembros del linaje se disfrazan de su tótem y se comportan como él, sirven a múltiples propósitos mágicos y religiosos. Por último, hay ceremonia en que se da muerte de manera solemne al animal totémico.
Los tótems fueron originalmente sólo animales, y eran considerados los antepasados de cada linaje. El tótem se heredaba sólo por línea femenina; estaba prohibido matar al tótem; los miembros del Clan totémico tenían prohibido mantener comercio sexual recíproco. Esto da pie a la exogamia, es decir, la relaciones sexuales con miembros fuera de la misma familia. Lo que refuerza la teoría de la “Ley de la Prohibición del Incesto”, propuesta por Levi-Strauss, y que le da origen a la cultura.
Siguiendo con el totemismo como sistema religioso, se debe mencionar también una ceremonia bastante peculiar, el llamado banquete totémico, que había formado parte integrante del sistema totemista desde su mismo comienzo.
Robert son Smith señala, en 1984, que el sacrificio en el altar ha sido la pieza esencial en el rito de la religión antigua. Y en todas las religiones desempeña el mismo papel, de suerte que es preciso reconducir su génesis algunas causas universales y que produjeran donde quiera efectos de igual índole.
El sacrificio significaba la ofrenda a la divinidad para reconciliarse con ella u obtener su simpatía. Se puede demostrar que en su comienzo el sacrificio no era otra cosa que un acto de unión entre la deidad y sus adoradores, una comunión de los creyentes con su dios.
En aquel banquete totémico, el Clan, en ocasiones solemnes, mata cruelmente y devora crudo a su animal totémico, su sangre, su carne y sus huesos; los miembros del linaje se han disfrazado imitando al tótem, imitan sus gritos y sus movimientos como si quisieran destacar la identidad entre él y ellos. Ahí actúa la conciencia de que ejecutan una acción prohibida al individuo y sólo legítima con la participación de todos; por otra parte, ninguno tiene permitido excluirse de la matanza y del banquete. Consumada la muerte, el animal es llorado y lamentado. El lamento totémico es compulsivo, arrancado por el miedo a una amenazadoras represalia.
Los miembros del Clan se santifican mediante la comida del tótem, se refuerza en su identificación con él y entre ellos. El hecho de haber recibido en sí la vida sagrada, cuya portadora es la sustancia del tótem, podría explicar sin duda el talante festivo y todo cuanto de él se sigue.
Ahora bien, continuando con la idea de que el tótem es ese animal sagrado, espíritu guía, que cuida, protege y guía a los miembros del Clan, podemos entender la similitud que existe entre este y la figura del padre. Es así que en la cultura y la religión el tótem puede ser reemplazado por el padre.
De este modo, se puede dar una respuesta: un día los hermanos expulsados se aliaron, mataron y devoraron al padre, ya pusieron fin a la horda paterna. A un padre violento, celoso, que se reserva todas las hembras para sí y expulsa a los hijos varones cuando crecen. Unidos osaron hacer y llevaron a cabo lo que individualmente les habría sido imposible.
El violento padre primordial era por cierto el arquetipo envidiado y temido de cada uno de los miembros de la banda de hermanos. Y ahora, en el acto de la devoración, consumaban la identificación con él, cada uno se apropiaba de una parte de su fuerza.
El banquete totémico, acaso la primera fiesta de la humanidad, sería la repetición y celebración recordatoria de aquella hazaña memorable y lo criminal con la que tuviera un comienzo tantas cosas: las organizaciones sociales, las limitaciones éticas y la religión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario