miércoles, 28 de junio de 2023

Duelos detenidos ¿Qué son y cómo detectarlos en la clínica?

Sigmund Freud define al duelo -en el año 1915- como una “Reacción” subjetiva frente a una pérdida.

¿A qué tipo de pérdida refieren los duelos?

Pérdida de la vida de un ser querido, pérdida de aspectos de uno mismo (capacidades físicas, mentales), pérdidas emocionales y/o materiales (el lugar de residencia, un trabajo), pérdidas ligadas a los tiempos de estructuración subjetiva (pasaje de la adolescencia a la adultez).

¿Por qué S. Freud utiliza la palabra “Reacción”, cuando define lo que le ocurre al sujeto frente a una pérdida?

Porque la palabra “Reacción” contiene dos sentidos:

Primer sentido El duelo como “reacción” ante una pérdida: Alude a un cambio subjetivo que se produce frente a una pérdida que sacude nuestra vida.

Segundo sentido El duelo como “reacción” ante una pérdida: También alude a la resistencia que opone el sujeto a aceptar aquello que ha perdido.

Frente a una pérdida significativa, sentir dolor, decaimiento y falta de interés respecto al mundo exterior resulta altamente comprensible. Sin embargo, cabe preguntarnos por qué el sujeto humano se resiste y/o se opone a admitir lo perdido.

¿Por qué nos resistimos a perder lo perdido?

Nos resistimos y nos oponemos a aceptar una pérdida significativa porque –tal como afirma S. Freud- como sujetos, nos vinculamos con los otros y con las cosas fundamentalmente a través de nuestra libido y, de manera secundaria, lo hacemos desde nuestro intelecto –aquel que claramente nos muestra que el objeto se ha perdido-.

“El ser humano no abandona gustoso ninguna de las posiciones de su libido, aún cuando les haya encontrado ya una posible sustitución”. - Sigmund Freud “Duelo y Melancolía”

¿Qué nos demuestra frecuentemente la clínica?: Los duelos detenidos

La práctica clínica nos demuestra que, en muchas oportunidades, el proceso de duelo normal y esperable (es decir, “desarmar -con dolor- pieza por pieza los vínculos que ha establecido con el objeto”), queda detenido.

El sujeto se presenta a la consulta -en el mejor de los casos- advertido de esa detención y con afectos verdaderamente perturbadores (con intensa angustia, con síntomas psíquicos de distinto tenor y con una apatía constante).

¿Qué le ocurre al sujeto cuando el duelo se detiene?

El duelo se convierte en patológico toda vez que a nivel psíquico se produzca una retención del objeto perdido, sin posibilidad de desplazamiento a un nuevo objeto. Se detiene, así, el proceso de duelo, perdiendo el sujeto la capacidad deseante. Y ahora, será él mismo como sujeto el que se sienta perdido -sin rumbo, sin orientación, llegando incluso a poder tener un estado de tal confusión que no le permita hallarse en ningún lugar-.

¿Cuáles son las intervenciones clínicas frente a un duelo detenido?

El analista se hará lector del duelo congelado. Basará su lectura analítica en los relatos del propio paciente, propiciados por preguntas que el analista –de manera activa- le formulará con la finalidad de descongelar la situación presente y promover un movimiento, es decir una historización del duelo que se ha detenido.

El analista introduce la dimensión temporal:

¿En qué tiempo objetivo se ha producido la pérdida?, ¿Cómo se sentía, a nivel subjetivo, cuándo ocurrió dicha pérdida?, ¿Cómo transitó, a lo largo de su vida, otras pérdidas?, ¿Qué lazo libidinal tuvo con sus Otros primordiales?, ¿Qué lazo tiene con sus otros significativos en el tiempo presente?

¡¡Clave Clínica!!: ¿Cómo hacer el pasaje del duelo detenido al duelo normal?

Cuando el sujeto pueda localizar aquello que su psiquis retiene, como así también cuáles son los motivos y las causas -a ser descifrados de su propia historia-, que lo hacen oponerse (inconscientemente) a perder lo perdido, podrá empezar, en el Tratamiento mismo, el proceso de duelo:

“Desarmar pieza por pieza los vínculos libidinales con el objeto perdido para apuntar, así, a libidinizar un objeto nuevo”.

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