1. ¿Qué entiende el psicoanálisis por “Goce”?
J. Lacan retoma de S. Freud consideraciones teórico-clínicas fundamentales para elaborar el concepto de “Goce” en su inseparable repercusión sobre la Práctica clínica:- El Síntoma tiene una cara puramente resistencial porque insiste en permanecer a pesar del sufrimiento que le produce al sujeto.
- El síntoma le otorga al sujeto una “satisfacción” más allá del Principio del Placer.
- La satisfacción que el síntoma otorga es para la conciencia del sujeto totalmente desconocida. Desde el plano consciente esa “satisfacción” es vivenciada con un profundo dis-placer.
- Esa satisfacción paradojal contenida en el síntoma es denominada por J. Lacan: “Otra Satisfacción”, “Goce”.
Cuando Ernst Lanzer -denominado por S. Freud el “Hombre de las Ratas”- le relata su enorme padecimiento que consistía en su temor obsesivo, repetitivo y altamente tormentoso de que tanto su padre como su amada sufrirían el “Tormento de las Ratas”, S. Freud realiza una enorme observancia clínica: “en el curso del relato advertí que el paciente experimentaba un placer que él mismo no reconocía, mezcla de horror y fascinación.”
3. Dos Vertientes del Síntoma en Transferencia: Inconsciente y Real
3. Dos Vertientes del Síntoma en Transferencia: Inconsciente y Real
- La Vertiente Inconsciente: Consiste en la cara del síntoma como inconsciente reprimido (Inconsciente Simbólico). Desde esta perspectiva el sujeto lo puede expresar a través de la Asociación Libre, cuya materia es la palabra. La forma de Intervenir del analista en esta vertiente es interpretar y localizar el deseo del sujeto que se haya reprimido. Mientras que al sujeto le cabe ahora la tarea de elaborar ese deseo -hasta aquí desconocido- y obrar frente a él con libertad y responsabilidad subjetiva.
- La Vertiente Real: Consiste en la cara del síntoma como inconsciente no reprimido (Inconsciente Real). Está por fuera del campo de la palabra. Se manifiesta en actos, en el cuerpo y/o en pensamientos del sujeto, atravesados por las Pulsiones que actúan de manera directa, absoluta y sin ley, a la manera de repeticiones compulsivas y/o traumáticas. La forma de Intervenir del analista en esta vertiente es a través del Manejo de la Transferencia, entendida como las intervenciones que provocan un stop en el circuito de la repetición mortífera. El sujeto que ha sido afectado tendrá así la posibilidad -en tanto se haga responsable- de construir su deseo y su consiguiente acto.
Continuamos con el Ejemplo Clínico freudiano
Cuando el “Hombre de las Ratas” en medio del relato que le hace a S. Freud de su síntoma obsesivo y atormentador, en un estado de perplejidad -fuera de sí- le expresa: “Mi capitán cruel”, S. Freud lejos de interpretar lo que el paciente le dice en Transferencia de manera compulsiva, pronuncia: “Yo no soy el capitán cruel”. De esta forma S. Freud como analista le manifiesta que no está dispuesto a encarnar la “satisfacción cruel y sufriente” que le otorga su síntoma obsesivo-compulsivo. Con esta comunicación hace un corte en acto con el Goce el Síntoma en el cual el Hombre de las Ratas se haya atrapado.
5. La Posición del Analista: El Manejo de la Transferencia según J. Lacan
5. La Posición del Analista: El Manejo de la Transferencia según J. Lacan
J. Lacan define el concepto del Manejo de la Transferencia para la Vertiente Real del Síntoma como la posición del analista en relación a su Deseo, entendido aquí como un corrimiento en su posición de Sujeto Supuesto Saber (función interpretativa en el campo simbólico, de la palabra, el significante). Cuando el analista se confronta al puro real del síntoma (goce) pasa a ocupar el lugar de un Vacío de saber, en cuyos bordes el sujeto tendrá la chance de encontrar las condiciones para crear y descubrir el objeto de su deseo, imposibilitado de constituirse en el circuito del Goce del Síntoma que comanda una satisfacción pulsional directa sin castración, ni ley, ni falta.
7. Ejemplos prácticos de las Intervenciones Performativas
6. Las Intervenciones Performativas: ¿Qué son y hacia dónde se orientan?
Las Intervenciones Performativas son propuestas por J. Lacan para intervenir con el Goce del Síntoma en el marco del Manejo de la Transferencia.
La modalidad de dichas intervenciones posee una definida orientación que es la de introducir un corte en la repetición compulsiva (Goce del Síntoma) que posibilite una transformación en la posición del sujeto en su vida.
La función del analista se sostiene -más que nunca- al hacerse soporte de las condiciones que permitan la emergencia del deseo del sujeto, condición necesaria para que esa mejoría subjetiva sea posible.
La modalidad de dichas intervenciones posee una definida orientación que es la de introducir un corte en la repetición compulsiva (Goce del Síntoma) que posibilite una transformación en la posición del sujeto en su vida.
La función del analista se sostiene -más que nunca- al hacerse soporte de las condiciones que permitan la emergencia del deseo del sujeto, condición necesaria para que esa mejoría subjetiva sea posible.
7. Ejemplos prácticos de las Intervenciones Performativas
- Un silencio estratégico frente a un decir novedoso que el paciente no advierte por estar concentrado en contarnos, una y otra vez, los detalles de ese padecimiento que no cesa.
- Un acto inesperado por parte del analista como puede ser recoger en silencio los papelitos -envoltorios de caramelos- que el paciente reiteradamente desparrama sobre el suelo del consultorio. Un acto orientado a poner en escena el Goce del Síntoma del paciente, que compulsivamente se repite en su vida: hacerse rechazar por sus consecutivas transgresiones.
La acción analítica performativa -momentos especiales- cuya pertinencia se sostiene en la transferencia, se dirige a efectuar un corte en el Goce que no puede ser expresado con palabras y producir así, al decir de J. Lacan, “que este Goce sea rechazado para que pueda ser alcanzado en la escala invertida de la Ley del Deseo”. *
*Subversión del sujeto.
*Subversión del sujeto.
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