Los dos momentos de la psicosis según Freud.

Siguiendo las indicaciones que Lacan nos hace en el seminario Las psicosis, quiero acercarles un punteo de uno de los primeros textos freudianos que nombra, “La pérdida de la realidad en las neurosis y la psicosis” de 1924.

“La pérdida de la realidad en las neurosis y la psicosis”

“La pérdida de la realidad en las neurosis y la psicosis” es un trabajo freudiano más de diez años posterior al caso Schreber, donde Freud se interroga cuál es el estatuto de la realidad para la neurosis y la psicosis.

En este momento a Freud le interesa diferenciar neurosis y psicosis, y resume sus hallazgos anteriores. La neurosis estaría en relación al principio de realidad y la psicosis en relación a la vida pulsional. Así, la pérdida de realidad en la psicosis estaría dada de antemano. El Yo al servicio del Ello se retira de un fragmento de la realidad.

Los dos pasos en la génesis de las psicosis

Freud describe dos pasos en la génesis de las psicosis:

1. el primer paso arrancará al yo de la realidad;
2. el segundo paso quisiera compensar esa pérdida con la creación de una realidad nueva, que es el delirio.

Dicho de otro modo, en la psicosis a la fase de huida inicial le sigue una fase activa de reconstrucción, de reparación, “se procura sustituir la realidad”, nos dice Freud.

“En la psicosis el remodelamiento de la realidad tiene lugar en los sedimentos psíquicos de los vínculos que hasta entonces se mantuvieron con ella, o sea, en las huellas mnémicas, las representaciones y los juicios que se habían obtenido de ella hasta ese momento y por los cuales es subrogada en el interior de la vida anímica.”

Por la vía de la alucinación, entonces, se procuran percepciones que corresponden a la realidad nueva.

En las psicosis, el acento recae en el primer paso, que es en sí patológico y solo puede llevar a la enfermedad. El segundo es de reconstrucción, donde el nuevo mundo exterior quiere reemplazar a la realidad rechazada. No solo cuenta el problema de la pérdida de la realidad, sino también el de un sustituto de ella.

Lacan nos indica ir al texto freudiano para seguir la riqueza de las conceptualizaciones y ubicar dónde sentó las bases para su aporte: el concepto de forclusión del Nombre del Padre y el delirio como trabajo de sujeto.