Lic. Lucas Vazquez Topssian
Los sitios de citas online, redes sociales y aplicaciones para conocer a otras personas resultan una modalidad muy común a la hora buscar una pareja. Pese a que muchos han creado relaciones exitosas por estos medios, los estafadores también utilizan estos sitios para encontrar a sus potenciales víctimas.
Estos estafadores crean perfiles falsos y van forjando relaciones amorosas con las personas. Eventualmente convencen a sus víctimas a enviar dinero en nombre del amor. para luego desaparecer. Hoy vamos a ver cómo es que este delito se lleva a cabo.
Los estafadores arman perfiles total o parcialmente falsos: pueden utilizar su imagen, pero con nombres y apellidos falsos. Utilizando programas para cambiar la geolocalización, también pueden mentir acerca del lugar donde supuestamente se encuentran. Lo que intentan generar en sus víctimas es el enamoramiento.
Detengámonos en este afecto: En el enamoramiento se idealiza al objeto. Metapsicológicamente, Freud nos enseña que la libido del enamorado se pone en el objeto, mientras que su yo se desvaloriza. En Introducción al Narcisimo, Freud hace la diferencia entre el enamoramiento y el amor: "un amor dichoso real responde al estado primordial en que libido de objeto y libido yoica no eran diferenciables", Es decir, en el amor la libido en el yo y en el objeto no se diferencian y por eso amar al otro no empobrece al yo. Esto es importante porque el enamorado arriesga y apuesta todo de sí a un objeto que no deja de ser incierto y que le causa estupefacción, extravío y conmoción. Este es el fenómeno del que se sirve el estafador.
Los estafadores suelen mantener la distancia con la víctima, aunque juran estar enamorados. Puede decir que es del país pero que está viajando o trabajando en el exterior. Una vez entablada la relación (de manera online), en el mediano plazo el estafador intentará pedirle dinero a la víctima por diversos motivos, generalmente repentinos y traumáticos y previos al anhelado encuentro. Los casos atendidos en la AALCC suponen casos como:
• Viaje, facturas de hotel, visas u otros documentos oficiales.
• Problemas en el trabajo.
• Una emergencia médica (de él o de un familiar): facturas de hospital de un hijo u otro familiar.
• Dinero perdido debido a un problema financiero temporal, alegando robos o asaltos, por ejemplo.
• Enviar un paquete a otro país para hacerle un favor a alguien.
• Hacer una compra por internet utilizando la tarjeta de la víctima.
Una vez consumado el pago, el estafador suele desaparecer. La víctima, además de la pérdida de dinero, suele sufrir la desilusión amorosa, vergüenza y culpa por lo acontecido.
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