martes, 10 de marzo de 2020

Las cuatros preocupaciones supremas de la humanidad.


En esta oportunidad, indagaremos en las cuatro preocupaciones existenciales supremas, descritas por Irvin Yalom. La psicoterapia existencial
es una aproximación dinámica a la terapia que se centra en las preocupaciones que están enraizadas en la existencia del individuo. La psicoterapia existencial es una psicoterapia dinámica por que lo dinámico se define como que evoca energía y movimiento, fuerza. Esta basada en una visión radicalmente diferente de las fuerzas, motivos y temores específicos que interactúan en el individuo. 

El paciente alberga un conjunto enormemente complejo de preocupaciones: las preocupaciones primarias están profundamente sepultadas, recubiertos de una capa tras otra de represión, rechazo, desplazamiento y simbolización. El investigador clínico debe vérselas con una imagen clínica de muchos cabos. Para identificar los conflictos primarios, uno debe utilizar muchas vías de acceso.

La posición existencial pone de relieve un conflicto que fluye de la confrontación del individuo con los datos de la existencia, se quiere decir ciertas preocupaciones supremas.

Las preocupaciones supremas son inherentes a todos los seres humanos, por ello, en función de cómo se relacionan las personas con estas preocupaciones, se desprende el concepto de salud y enfermedad: la confrontación del individuo con cada una de estas preocupaciones constituyen el contenido del conflicto dinámico existencial.

1) Muerte.
Es la más obvia de las preocupaciones supremas, existimos ahora pero un día dejaremos de existir, la muerte vendrá y no hay escape para ello. / El conflicto existencial central lo constituye una tensión entre tener conciencia de lo inevitable de la muerte y el deseo de continuar existiendo.

Por ejemplo: cirugías, tratamientos anti age, negar el paso del tiempo. Algunas personas no es que tienen miedo a morir, sino que quieren seguir viviendo más tiempo.

2) Libertad. 
La libertad se refiere a la ausencia de estructura externa. El ser humano no entra ni sale de un universo bien estructurado, el individuo es meramente responsable de su propio mundo y del diseño de su vida, de las elecciones y de las acciones / el conflicto existencial esta en el choque de nuestra confrontación con el vacío que hay bajo nuestros pies y nuestro deseo de un terreno firme y estructurado.

Por ejemplo: la angustia es por el futuro incierto, una separación, el nido vacío, dilema, decisión vocacional, etc.

3) Aislamiento existencial.
No se trata del aislamiento interpersonal ni intrapersonal, sino un aislamiento fundamental, de criaturas con el mundo, que anula todas las demás formas de aislamiento. El conflicto existencial es así la tensión entre la conciencia que tenemos de nuestro absoluto aislamiento y nuestro deseo de contacto, de protección. Nuestro deseo de formar parte de una totalidad más grande.

Por ejemplo: es diferente a la soledad neurótica (miedo al abandono, fobias, duelos, timidez, miedo a quedarse solo), específicamente son: pertenecer a sectas, miedo al compromiso y relaciones simbióticas.

4) Sin Sentido de la vida. 
Esta preocupación está relacionada con la problemática de la libertad. No hay diseño pre ordenado para nosotros, entonces todos nosotros debemos construir nuestros propios significados, / el conflicto dinámico existencial surge del dilema que surge a partir de la conciencia de saber que el mundo por si mismo no tiene significado y la necesidad de que exista un sentido y buscarlo.
Por ejemplo: ideología política o religiosa.

Estas fuentes existenciales del terror también, resultan familiares porque constituyen la experiencia del terapeuta, como todo hombre. Ellas forman parte de la condición humana. Cada hombre experimenta la tensión de la condición humana de un modo altamente individualizado.

Todos los seres humanos nos encontramos ante estos dilemas, pero algunos son incapaces de afrontarlos. Un terapeuta puede escoger no atender las máximas preocupaciones existenciales, precisamente porque son experiencias universales, y por lo tanto no puede resultar nada constructivo del hecho de explorarlas.

Otros terapeutas, no afrontan estos temas, porque además de ser universales, son temas terribles de afrontar, después e todo los pacientes neuróticos ya tiene de que preocuparse, por lo tanto los terapeutas creen mejor ignorar estos temas existenciales.

La posición existencial considera a la persona como una conciencia que participa en la construcción de la realidad y no la percibe desde lo exterior, sino que la construye. Otro método adecuado de comprensión del mundo interior de otro individuo es el fenomenológico, para ir directamente a los fenómenos mismos. Todo buen terapeuta trata de relacionarse con el paciente de esta manera, esto es lo que se quiere decir con empatía, el escuchar genuino, aceptación no critica o una actitud de ingenuidad indisciplinada. Los terapeutas existenciales siempre han pedido con insistencia que el terapeuta intente comprender el mundo privado del paciente, más que centrarse en el modo en el que el paciente se ha desviado de las normas.

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