miércoles, 3 de junio de 2020

Notas sobre el alcohol y el alcoholismo

El alcohol es una de las drogas más antiguas y es consumido por todas las culturas. Es un agente depresor del SNC.
Produce vasodilatación de los vasos sanguíneos perisféricos. No se digiere, sino que pasa directamente a la sangre y se metaboliza en el hígado. Si la capacidad de metabolismo del hígado se rebasa, se destruye por otras vías, que implican daño celular.

El vino está presente en nuestra mesa y no se difunde mucho su peligrosidad. Si bien contiene calorías, es falso creer que saca el frío. La vasodilatación calienta la piel a consta de la temperatura interna del cuerpo, que disminuye. En ese sentido, el alcohol es refrigerante y puede causar enfriamiento e infecciones respiratorias.
No es estimulante, sino que logra anestesiar al sistema nervioso central para no sentir la fatiga.
Relación alcohol – juventud – publicidad: Existen mensajes publicitarios que dicen que tomar alcohol es una forma de estilo, una forma de ser. Existe un reduccionismo que trata a las personas como si fueran cosas. La gente en las discos se transforma con una copa en la mano. Hay que ser libres de elección y tomar distancia de nosotros mismos para evaluar lo que realmente importa.
5 puntos para tener en cuenta:
  1. El alcoholismo tarda en ser evidente. Esa tardanza es mal interpretada por el acohólico como que no tiene problemas al beber. El bebedor no quiere hablar de los peligros del alcohol y se encierra en sí mismo si alguien lo hace (negación). El alcohólico es el último en darse cuenta de su condición.
  2. Estar sobrio significa afrontar a la dependencia con realismo.
  3. Para empezar a controlar algo, hay que llamarlo por su nombre: alcoholismo. Llamarlas de otra manera es negarlas.
  4. La negación nos sugerirá no hablar, con cualquiera que sea experto, de nuestros miedos a recaer o de nuestra insatisfacción con la sobriedad.
  5. La negación nunca muere, es atrapante y siempre toma distintas formas para hacernos dudar.
La búsqueda espiritual. Se trata de la búsqueda del sentido de nuestras vidas. Nuestra sociedad da prioridad al tener sobre el ser, hablar de un ser superior es controvertido e incrédulo. Volver a la religión (la que sea) es encontrar un significado en nuestras vidas, encontrar algo fuera de nosotros a lo que serle fiel. La auto trascendencia ayuda a mantener la sobriedad alcanzada en la recuperación.


Fuente: “Alcohol y alcoholismo”. Articulo de la Revista Proyecto Hombre. Madrid. España. Año 1999.

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