Se utiliza el término censura de varios modos: p.ej. Al escribir y concentrarse sobre un tema, se cruzan ideas que se dejan de lado porque no corresponden al tema, entonces se ejerce una censura sobre las ideas que giran alrededor de otra cosa. Luego también la aplica a la censura de la resisitencia, a la censura del superyó, pero no todos los usos que Freud hace del término censura son equivalentes.
Para mantener el proceso secundario, una persona con pocas represiones, ejerce una censura sobre el primario. La censura entre proceso primario y secundario, entre inconsciente y Preconsciente, se instala por lo inadecuado a fines que del primero.
Esta censura es el guardián de nuestra salud mental y no la represión, que justamente es patógena. Esta censura, llamada también principio de adecuación a fines, establece la diferncia entre proceso primario y secundario, lugar donde luego se instalará la represión, muy luego. Es decir, para decirlo claro y desmentir la lectura que Laplanche hace de Freud: la represión sólo funda el inconsciente reprimido, y no el inconsciente en sí.
Hay una inhibición que no es la represión primaria: la aparición del yo incipiente ya produce una inhibición por catexia colateral, como dice el Proyecto. Según la carta 52, la represión primaria tiene el privilegio de ser el proceso por el cual se impide la sobreinvestidura o retranscripción progrediente de un estrato a otro,
Cuando Freud desarrolla la idea de sistemas Inconsciente y preconsciente-Cc, la represión primaria u originaria es la que divide con relativa estabilidad a los sistemas Inconsciente del preconsciente-consciente. La represión primaria es la que permanece como Censura y según dice Freud, es la guardiana de nuestra salud mental en tanto necesitamos mantener a los dos sistemas divididos, aunque continúen siendo permeables. Si esa Censura -testimonio de la Represión Primaria- no funcionara, nos la pasaríamos soñando y no podríamos pensar.
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