Las tecnologías de la saturación social
En el proceso de la saturación social, nuestros días están cada vez mas colmados por la cantidad, variedad e intensidad de las relaciones.
Han sido una serie de innovaciones tecnológicas las que han llevado a esa enorme proliferación de las relaciones.
Tecnologías de bajo nivel.
Todas estas tecnologías de saturación social se expandieron rápidamente en el curso del siglo XX. Cada uno de estos avances vincula más estrechamente a las personas, las expone a sus semejantes y fomenta una gama de relaciones que nunca podrían haberse dado en el pasado.
Ferrocarril: Fue uno de los pasos significativos en el avance hacia la saturación social.
Servicios postales públicos: El volumen de envíos se ha expandido velozmente.
Automóvil: La cantidad de automóviles ha crecido. Autopistas: han ofrecido una nueva oportunidad para hacer viajes de larga distancia.
Teléfono: Esta modificándose el esquema de las relaciones entabladas a través del teléfono, que ha dejado de ser un medio de comunicación local, para convertirse en un medio nacional e internacional.
Radiodifusión: Ha alterado la forma de vida en comedores y cuartos de estar, dormitorios, etc.
Cinematógrafo: Con el perfeccionismo de la fotografía, de los aparatos de proyección y de registro sonoro, el cine se popularizó.
Libro impreso: Ha estado difundiendo ideas, valores y modalidades de vida desde hace mas de 400 años.
Tecnologías de alto nivel.
Rumbos aéreos: Crece paulatinamente el numero de personas para las cuales viajar en avión significa un asunto de rutina. Los empresarios ya conciben sus negocios del planeta entero como cosa corriente. Para muchos académicos, los congresos mundiales se han incorporado al estilo de vida.
Televisión: Produjo un fenómeno llamado “multiplicación del yo” (capacidad de estar significativamente presente en mas de un lugar a la vez).
Videoclubes: Se pueden escoger los actores con los que se desea identificar o la clase de relatos o de historias que traerá a la vida sus fantasías. Esto significa que se puede producir un sentimiento de conexión social, y un actor cualquiera es capaz de trascender su propia muerte.
Medios: están ampliando en un grado vital la gama y variedad de relaciones personales que puede tener la humanidad. Las figuras de los medios de comunicación social pasan a formar parte significativa de la vida personal. Se han documentado numerosos casos de personas que actúan según lo que vieron en televisión.
Además, mantener esas relaciones con los medios, implican una inmensa cantidad de tiempo y de dinero y de esfuerzos personales. Todos los años se gastan millones de dólares en revistas, posters.
A diferencia de la mayoría de nuestras amistades, el cine puede catapultarnos rápida y eficazmente a estados de horror, tristeza, enamoramiento. La cuestión pues, no es saber si las relaciones entabladas a través de los medios se aproximan en su significación a las normales, sino mas bien si las relaciones normales pueden aproximarse a los poderes del artificio.
Recurrimos cada vez mas a los medio, y no a nuestra percepción sensorial, para que nos digan lo que pasa. Ej: los aficionados a un deporte prefieren ver los encuentros por tv. en lugar de acudir al estadio.
Innovaciones electrónicas: Dos de los más grandes obstáculos que afrontaban las comunicaciones, y por ende las relaciones, establecidas a gran distancia eran la lentitud y el coste.
Microchips: Con él cobro de nuevo vuelo la eficiencia del almacenamiento, procesamiento y transmisión de la información.
Computadoras: Se han abaratado y se pueden adquirir para uso hogareño.
Impresoras y fotocopiadoras: Con ellos, cada propietario de una computadora es un editor de libros en potencia.
Modem: Gracias a él, cualquier computadora puede conectarse, a través de las líneas telefónicas, a cualquier otra. Todo esto ha dado origen al correo electrónico, las teleconferencias computadorizadas y las bases de datos o servicios de información “en línea”.
Han surgido los diálogos por computadora. Casi siempre hay “allí” en línea, alguien con quien conversar. Muchos de los que participan de estos intercambios elogian las gratas y receptivas amistades que han hecho en este medio.
Satélites de comunicaciones: Transmiten señales de radio, comunicaciones telefónicas, datos digitales, de manera instantánea hasta los rincones mas apartados del globo.
Fax: Es capaz de transmitir material impreso de modo vez y barato a cualquier lugar del mundo.
Celular.
El proceso de saturación social esta en pleno desarrollo.
El proceso de saturación social
Hace un siglo, las relaciones sociales se circunscribían básicamente al perímetro de las distancias que podían recorrerse sin cansancio: familia, vecindario, pueblo donde se residía. Lo más probable era que las relaciones de un individuo terminaran donde terminaba su comunidad.
Pero la pequeña comunidad cara a cara quedó sepultada entre las páginas de los libros de historia. Como consecuencia del desarrollo tecnológico, la vida contemporánea es un mar turbulento de relaciones sociales. Oleadas de rostros nuevos aparecen por doquier (rostros de personas que vienen a pasar un día en la ciudad). Es bastante raro que permanezcamos todo el día en el mismo barrio. Viajamos con perfecta naturalidad al otro extremo de la ciudad, o al campo, o a localidades vecinas.
Por obra de las tecnologías de este siglo, aumentan continuamente la cantidad y variedad de las relaciones que entablamos, la frecuencia potencial de nuestros contactos humanos, la intensidad expresada en dichas relaciones y su duración. Y cuando este aumento se torna extremo, llegamos a un estado de saturación social.
Multiplicación de las relaciones.
Si se suman los miembros de la propia familia, los noticieros de televisión por la mañana, los colegas que se encuentra uno en el tren y el periódico local, puede toparse, en las dos primeras horas de su jornada laboral, con las mismas personas que su antepasado comunitario viera al cabo de un mes.
Nuestros pensamientos y sentimientos ya no están ocupados únicamente en la comunidad inmediata que nos rodea, sino en un reparto de personajes diseminados por todo el planeta y que cambian de manera constante.
Merecen destacarse dos aspectos de esta expansión:
Perseverancia del pasado: Antes, el alejamiento de una persona implicaba casi siempre una perdida. Hoy, ni la distancia ni el tiempo constituyen un serio inconveniente para una relación. Las agendas para anotar las fechas de cumpleaños son de uso corriente en cualquier hogar: la memoria no alcanza a registrar todas las celebraciones de las que uno es responsable. En la practica, a medida que avanzamos en la vida, el elenco de personajes significativos se vuelve mayor.
Pero a la vez que se persevera el pasado, hay una...
Aceleración del futuro: El ritmo de las relaciones se incrementa y quizá se concreten en pocos días o semanas procesos cuyo desarrollo antes necesitaba meses o años. Hace un siglo, algunas horas de intercambio amoroso se interrumpían por largos periodos de silencio, que prolongaban el trayecto de la mera amistad a la intimidad. Con las tecnologías actuales una pareja puede estar en contacto casi permanentemente.
La sugestión a nuevas formas de vida.
También aparecen nuevas pautas de relación. La próxima llamada telefónica puede abocarnos a una nueva relación con un antiguo compañero de estudios que organiza una reunión de ex alumnos, un pariente que vive en la otra punta del mapa, etc.
La televisión es desde luego la que más ha incrementado la variedad de relaciones en que participamos. Podemos identificarnos con héroes de miles de relatos, apoyar a deportistas de cualquier lugar del planeta.
Los niños del siglo pasado no tenían acceso a ninguna información relativa a la vida privada de los adultos. Los padres, maestros y autoridades policiales podían mantenerlos a resguardo de sus peripecias de adultos simplemente llevándolas a cabo en sitios privados. Tampoco tenían acceso a libros que reflejaran los errores, engaños, recelos y conflictos del mundo adulto. Los niños seguían siendo niños.
La televisión cambió la situación por completo. Los programas televisivos les revelan a los chicos en forma sistemática toda la panoplia de aventuras, ensayos y tribulaciones de los adultos que se desarrollan “entre bambalinas”. Como consecuencia, el niño ya no actúa con adultos unidimensionales idealizados, sino con personas que despliegan una compleja vida privada, llenas de dudas y vacilaciones, y vulnerables. Y los padres no tienen frente a si al tranquilizador niño ingenuo de antaño, sino a otro que les guarda tanto respeto y cuyas opiniones pueden ser muy incomodas.
La tecnología actual, además de ampliar la gama de las relaciones humanas, modifica las preexistentes: al desplazarse del vinculo cara a cara al vinculo electrónico, las relaciones con frecuencia se alteran. Muchas de ellas pueden tener lugar en cualquier sitio. A diferencia de las relaciones cara a cara, la electrónicas ocultan la información visual, de modo tal que la persona que habla por teléfono no puede leer indicios gestuales que le revelen si el interlocutor aprueba o no lo que dice. Como resultado, hay una mayor tendencia a crear el otro imaginario con el cual relacionarse.
Nuevas claves de relación.
El proceso de saturación ha contribuido a gestar dos nuevas formas de relación:
Amantes amigables. La creencia de que uno se casa llevado por un “amor verdadero” sigue en pie, pero en la medida en que el mundo social se satura cada vez mas, tales relaciones resultan poco realistas. Hombres y mujeres suelen rondar en permanente movimiento: negocios, congresos. Murmurarle a la amada “no puedo vivir sin ti” pierde autenticidad cuando uno debe agregar “salvo hasta el jueves que viene, y luego, hasta el miércoles siguiente”. Y como en el camino aparecen muchos especimenes atractivos del sexo opuesto, se ofrecen las condiciones para que se entable una multiplicidad de “romances” amistosos, de moderado compromiso.
Relación de microondas. La saturación social ha interferido profundamente en la concepción tradicional de la familia. Ahora es muy probable que marido y mujer trabajen y se diviertan fuera de casa, y por lo tanto, mantengan fuera sus relaciones; cada vez más recurren a los servicios de guarderías; la actividad social de los hijos casi siempre se reparte entre diversos puntos de la ciudad, y lo típico es que los fines de semana los integrantes de la familia vayan a visitar a sus propios amigos o desarrollen alguna actividad externa (deportiva, religiosa). Y aunque se reúnen todos en el hogar, sus diferentes necesidades televisivas los dispersan en encontradas direcciones.
En muchas familias, reunirse para cenar, ha llegado a ser un acontecimiento. El hogar ya no es más el “nido”, sino un lugar de paso.
Pero muchos progenitores son reacios, al mismo tiempo, a renunciar a su idea tradicional de la familia unida, y surge así una nueva variante por la cual los miembros del grupo familiar procuran compensar los grandes abismos de falta de relación con expresiones intensas de ligazón. La cantidad es reemplaza por la calidad.
Para quienes viven una vida socialmente saturada, el horno de microondas es algo mas que una ayuda tecnológica: es un símbolo de la incipiente modalidad de relación. Tanto en el artefacto material como en su contrapartida social, los usuarios aplican un calor intenso con el objeto de obtener de inmediato lo que habrá de alimentarlos.
Intensificación de los intercambios.
La tecnología también incrementa el nivel emocional de muchas relaciones. Con ella, la gente llega a sentir en mayor profundidad y a expresar más plenamente.
La brevedad de los encuentros ocasionales contribuye asimismo a su intensidad. Si uno acepta que el otro sea un “buen amigo”, o “una persona muy especial”, los encuentros, por mas que sean breves, no pueden dejar de ser expresivos: de algún modo hay que demostrar la importancia de los propios sentimientos y la consideración en que se tiene ese vinculo. Y como hay poco tiempo, las demostraciones tienen que ser claras y elocuentes. El resultado puede ser reservas en un restaurante de lujo, etc.
La colonización del Yo
Un individuo dueño de la sensación de poseer una identidad coherente se encuentra impulsado de repente por motivaciones contrarias. Tenía la certeza de una manera de ser, y sin embargo aflora a la superficie otra, ya sea en una opinión intempestiva, en la imaginación, en un cambio repentino de sus intereses o en una actividad particular.
Estas experiencias de variación y de contradicción consigo mismo son efectos preliminares de la saturación social, señales quizá de una colonización del yo, de la adquisición de múltiple y dispares posibilidades de ser.
Las tecnologías de la saturación social nos exponen a una enorme variedad de personas, otras formas de relación, circunstancias y oportunidades únicas en su genero, e insospechadas intensidades del sentimiento.
El proceso de socialización dura toda la vida. Seguimos incorporando si cesar información del medio que nos rodea, y al quedar expuestos a otras personas, cambiamos en 2 sentidos: Aumenta nuestra capacidad de:
Saber acerca de. Aprendemos infinidad de detalles sobre las palabras, actos, gestos de los demás; asimilamos un enorme cúmulo de info. acerca de las pautas del intercambio social. basta circular una hora por cualquier calle para reconocer el estilo de indumentaria de la clase alta y clase baja. Los comentaristas de radio exponen sus puntos de vista en materia de boxeo, contaminación ambiental. Este aumento masivo del conocimiento del mundo social sienta las bases de otra modalidad del saber, el saber cómo.
Saber como. Aprendemos como poner en practica tal conocimiento. Si nuestro cónyuge nos anuncia que esta pensando en divorciarse, no nos vamos a quedar mudos de asombro: ya hemos asistido a este drama tantas veces en la tv. y en el cine que cualquier ocasión nos coge preparados.
A medida que avanza la saturación social, acabamos por convertirnos en imitaciones baratas de los demás. Llevamos en la memoria las pautas de ser ajenas. Y si las condiciones se vuelven favorables, las ponemos en acción. Cada uno de nosotros se vuelve otro.
Dicho en términos mas generales, a medida que pasan los años el Yo de cada cual se embebe cada vez mas del carácter de todos los otros, se coloniza. Ya no somos uno, sino que contenemos multitudes.
Cada Yo que adquirimos de los demás puede contribuir al dialogo interno, a los debates privados que mantenemos con nosotros mismos respecto de toda clase de sujetos, sucesos y cuestiones. A estas voces interiores, a estos vestigios de relaciones reales o imaginarias, se les ha dado diferentes nombres, entre ellos, el de espectros sociales.
Estos espectros sociales no solo son interlocutores u objetos de contemplación, sino ejemplares de modelos de acción. Ej: Una chica refiriéndose a su abuela dijo: “Me enseño a ser tolerante y respetuosa con cualquiera”.
Los espectros manifiestan su opinión sobre diversas cuestiones; lo mas frecuente es que se los use para apuntalar las propias ideas. En ocasiones, sus opiniones tienen una importancia suprema.
Multifrenia.
Es un termino con el que se designa la escisión del individuo en una multiplicidad de investiduras de su yo.
Este estado es resultado de la colonización del Yo y de los afanes de este por sacar partido de las posibilidades que le ofrecen las tecnologías de la relación. En tal sentido, se avanza en una espiral cíclica hasta el estado de multifrenia: a medida que las posibilidades propias son ampliadas por la tecnología, uno recurre cada vez mas a las tecnologías que le permitirán expresarse, y a medida que se utilizan, aumenta el repertorio de las posibilidades.
Dimensiones de la multifrenia:
a) El vértigo de la valoración. (o la coexistencia de valores antagónicos)
Cada persona, pasión o posibilidad incorporada impone una pena en dos ámbitos:
El del ser. Al introducirse a otros en el Yo, se infiltran sus gustos y preferencias, sus objetivos y valores. A través de los demás comenzamos a valorar las harinas integrales, las novelas chilenas. A medida que se suman al Yo los demás y sus deseos se vuelven nuestros, hay una ampliación de nuestras metas: de nuestros “debo”, nuestros “necesito” y nuestros “quiero”. Eso requiere atención y esfuerzo, y ocasiona frustraciones. Cada nuevo deseo plantea sus propias exigencias y reduce la libertad del individuo.
El del ser con. Mantener la relación significa hacer honor a las definiciones, tanto de uno mismo como del otro. Por ej, si dos sujetos entablan estrecha amistas, cada uno adquiere respecto del otro ciertos derechos, deberes y privilegios. La mayoría de las relaciones humanas significativas acarrean una gama de obligaciones: comunicación mutua, actividades comunes. De este modo, al acumularse y expandirse las relaciones en el tiempo, se incrementan al mismo ritmo las llamadas telefónicas que hay que hacer o responder, las comidas que preparar, etc. Hay una multiplicación de los “debo”.
b) El ascenso de la insuficiencia. (Aumento de los criterios de autoevaluación)
Existe además una infiltración, en la cc. cotidiana, de la duda sobre si mismo, una sutil sensación de insuficiencia. Esta sensación de insuficiencia es un producto colateral de la colonización del Yo y de la presencia de espectros sociales; pues al incorporar a otros en nuestro ser, se amplia la gama de lo que consideramos “bueno”, “correcto” o “ejemplar”.
Muchos acarreamos el “espectro del padre”, que nos recuerda los valores de la honradez y el esfuerzo, o de la madre, que nos inclina a ser comprensivos y cariñosos. También es posible que adquiramos de un amigo el valor de la salud corporal y e ejercicio físico.
Entretanto, los periódicos, las revistas y la tv. arrojan una andanada de nuevos criterios para nuestra propia valoración. ¿Es uno lo bastante aventurado, pulcro, leído, conocedor del mundo, esbelto, buen cocinero?
Pero la amenaza de la insuficiencia no se limita en lo absoluto a la confrontación inmediata con los compañeros y los medios. Muchos de estos criterios de calificación se incorporan al Yo en el cuadro general de los espectros sociales y quedan en libertad de hacerse oír en cualquier momento.
Cada voz autorizada se alza para desacreditar a todas las que no cumplen con sus requisitos. De este modo, todas las voces que discrepan con el proceder actual de alguien son críticos internos que se burlan de él, lo ridiculizan y privan a su acción de su consumación potencial.
C) El receso de la racionalidad. (Debilitamiento de la capacidad de reflexión)
¿Por qué tengo que dejar de fumar?, se interroga uno, y la replica es contundente: el tabaco causa cáncer y por ende fumar es una forma de abreviar la vida.
La racionalidad de estas respuestas depende por entero de que se compartan ciertas opiniones: de que uno haya incorporado los puntos de vista de otros. La identificación con otros enclaves culturales convierte a estas “buenas razones” en “racionalizaciones”, “falsa cc” o “ignorancia”.
Para muchos, fumar forma parte integral de une estilo de vida osado, proporciona una sensación de intensidad vital, excentricidad, robusto individualismo. Análogamente, ahorrar dinero para la vejez es “sensato” en una familia mientras que en otra es una tontería que ignora “el desgaste que produce la inflación”.
La racionalidad es consecuencia de la participación social.
Pero, a medida que se amplían nuestras relaciones, la validez de cada racionalidad circunscrita corre peligro. Lo que es racional en una relación es cuestionable o absurdo desde el punto de vista de otra.
Cuando antes habría recurrido a un conjunto reducido de criterios racionales o habría visto el asunto desde un ángulo limitado, ahora puede aplicar una variedad de criterios y contemplar diferentes aspectos.
El grado de complejidad aumenta a tal punto que resulta imposible asumir una posición coherente desde el punto de vista racional.
Orientación vocacional.
Al estar expuestos a permanentes intercambios de estímulos reales o virtuales se les impone la necesidad de satisfacer múltiples formas de ser. Esta multiplicación se convierte en un mar de exigencias que intensifica la crisis vital por la que está atravesando.
Este aumento de autocalificación amplia la gama de lo que se considera bueno, etc.
La variedad de argumentos contrapuestos crea dudas frente a la validez de eso.
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