lunes, 28 de septiembre de 2020

La neurosis de angustia

Hoy abordarmeos la neurosis de angustia, continuando con el ordenamiento de la psicopatología freudiana. 

Una de las observaciones más tempranas de Freud tuvo que ver con este afecto. La angustia es un afecto prínceps en psicoanálisis y en nuestra vida, pues angustiado nacemos. Estudiar a Freud implica una gran disciplina y una ubicación teórica-histórica. El pensamiento de Freud no es desordenado, sino que la teoría va cambiando y evolucionó, como en el caso de la angustia. La angustia tiene tres teorías en Freud:

1) La de los escritos pre-psicoanalíticos, anteriores a 1900. 

Es la teoría de la angustia tóxica, que aparece en los manuscritos de las cartas a Fliess. Ahí Freud suponía que la tensión sexual somática debía ser tramitada por el grupo sexual psíquio. Esto ya está mostrando, a pesar de lo simple del esquema, cómo Freud ya tenía concepciones psicosomáticas. Es decir, lo corporal debía se rtramitado psíquicamente para convertirse en deseo sexual. Aún desde los escritos más tempranos, el deseo sexual no era mera hormona (aunque Freud no tenía ese concepto), sino que era de origen somático, pero tramitado ideativamente por el grupo sexual psíquico. De esa tramitación surgía el deseo sexual propiamente dicho, desde el cual se realizaba la conexión con el objeto sexual y la relación sexual. Si esa relación sexual era satisfactoria, el orgasmo tenía una vía de retorno que se llamaba vía voluptuosa que reinformaba al grupo psíquico sexual del final exitoso de la relación sexual. El grupo psíquico sexual se enriquecía y se iba tornando cada vez más capaz de tramitar las excitaciones puramente biológicas.

¿Qué pasaba cuando ese grupo psíquico sexual era pobre o se empobrecía por viscisitudes de la vida? Era incapaz de tramitar las excitaciones somáticas. En esta carta a Fliess, la excitación somática no llegaba a ser tramitada y derivaba tóxicamente sobre el mismo cuerpo, descargando como angustia. Este circuito muestra muy tempranamente la relación necesaria somato-psíquica que Freud ya tenía en mente y que es un antecedente de la idea de pulsión. También es un antecdente importante de la teoría de los afectos. Pulsión y afecto son dos entidades distintas, hay que aclarar.

2) La represión causa angustia.

Pasado 1900, aparece la segunda teoría de la angustia, que ya está en la metapsicología. Freud considera que la libido reprimida que está estancada en estado de estasis en el inconsciente, por exceso de represión se descarga como angustia. 

3) La teoría de la angustia en Inhibición, síntoma y angustia (1920).

Freud comienza que el modelo de toda angustia es la del nacimiento, que es un reflejo biológico. El bebé está en un estado de homeostasis perfecta, que de repente se rompe al nacer. El niño recién nacido llora angustiado: es la angustia de desamparo y desvalimiento. Es decir, se rompen todas las condiciones que nos mantenían en homeostasis. Esta angustia implica una descarga de muchas secreciones neuro-hormonales que dan la vivencia de desamparo, de importencia frente a un peligro y va a ser el modelo de todas las angustias.

Cada afecto va a tener un tipo de descarga neuro-hormonal que sigue una clave somática de afecto. Este último concepto viene desde la Interpretación de los sueños, pero aquí ya tiene una embergadura definitoria. Esta clave, que llega a consciencia, le da la coloratura a los afectos. No hay afectos inconscientes, aunque pueden haber afectos a los que no se le pueda dar un nombre. También las claves se pueden deformar, como veremos en el caso de la psicosomática.

Según crezca el aparato psíquico, la clave de afecto de la angustia va a tener modulaciones diferentes: 

- angustia de destete cuando transcurra la primera oral a la segunda.

- angustia de pérdida de las heces.

- angustia de castración o de pérdida de amor en la mujer, que es el equivalente de la angustia de castración en el hombre.

- angustia frente al superyó.

La calve de afecto somática que fue la indefención originaria puede ser modulada psíquicamente por las representaciones en cada momento evolutivo. También, las representaciones la modulan en angustia señal, angustia traumática. Si alguien sale neurótico y hay exceso de represión, va a ser angustia neurótica. Puede ser angustia real frente a una estimulación real. 

La neurosis de angustia

Existe angustia en todas las neurosis, sobre todo en la fobia, pero en la neurosis de angustia se caracteriza porque prácticamente el síntoma es la inundación permanente de angustia. 

El carácter de la neurosis de angustia es la magnitud de la represión sobre prácticamente toda la sexualidad, que hace que el sujeto prácticamente sea una bomba de tiempo. Ante las presiones pulsionales, responde permanentemente con angustia frente a cualquier demanda social, el trabajo o ante la posibilidad de salir con alguien. Si esta acumulación de angustia debido al exceso de represión es masiva, puede llegar al gran ataque de angustia que Freud decribe en los primeros trabajos. El gran ataque de angustia es el tan conocido ataque de pánico: un terrible ataque con varios síntomas somáticos, como opresión precordial, dificultad de la capacidad de respirar, vivencias de muerte, desmayos, entre otras. 

Hay una claudicación del yo, que se ha inundado con la clave de afecto de la angustia y es el cuerpo el que responde. Se reinstala la indefención originaria y la sensación de muerte, que es la que debe sentir el bebé cuando nace. La clave de afecto de la angustia que hoy se conoce como ataque de pánico implica una cascada de hormonas y neurotransmisores sobre la que los psiquiatras pueden intervenir con psicofármacos para tratarla.

La angustia señal implica una parte de la clave de afecto de la angustia que hace al sujeto anticiparse al peligro y dispara la represión o dispara el alerta. Acá hay una modulación, de manera que la persona puede decir que está angustiado. En el gran ataque de angustia, la persona siente que se muere. 

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