Maltrato físico: cualquier acción no accidental por parte de los padres que provoque daño físico o enfermedad en el niño o lo coloque en grave riesgo de padecerlo. Incluye: golpes, quemaduras, fracturas, dislocaciones, mordeduras humanas, cortes, lesiones internas, ahogamiento, fractura de cráneo.
Abandono físico: aquella situación en la que las necesidades físicas básicas del menos no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño.
Maltrato emocional: hostilidad verbal crónica en forma de insulto, burla, desprecio, crítica y amenaza de abandono, y constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar. Incluye: exclusión de las actividades familiares; conductas de amenaza e intimidación; situaciones ambiguas en la comunicación; aislamiento; prohibición de participar de las actividades con sus pares.
Abandono emocional: falta persistente de respuestas a las señales, expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño y la falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de alguna figura adulta estable. Incluye: no responder a las conductas sociales espontáneas del niño; no participar en las actividades diarias del niño; no apoyarlo o defenderlo frente a los problemas escolares o sociales.
Abuso sexual: cualquier clase de contacto sexual en un niño menor de 18 años por parte de un familiar desde una posición de poder o autoridad sobre el niño. Incluye: incesto (parientes con consanguinidad lineal o figuras parentales); violación (personas desconocidas); vejación sexual, manoseo, toqueteos al niño o provocar los del niño al adulto; abuso sexual sin contacto físico.
Explotación laboral o mendicidad: los padres asignan al niño con carácter obligatorio la realización continuada de trabajos que exceden los límites de lo habitual, que deberían ser realizados por adultos y que interfieren de manera clara en las actividades y necesidades sociales y/o escolares de los niños y, por último, que son asignadas con el objetivo fundamental de obtener un beneficio económico o similar para los padres o la estructura familiar. Incluye: realización de actividades domésticas excesivas; actividades en el ámbito extradoméstico; exigir “remuneraciones”, so pena de recibir castigos.
Corrupción: conductas que impiden la normal integración del niño y refuerzan pautas de conducta antisociales o desviadas, especialmente en las áreas de agresividad, sexualidad, drogas o alcohol. Incluye: fomentar el desarrollo de hábitos adictivos; alentar a contactos sexuales de diverso tipo; estimular la agresividad y la respuesta violenta; iniciación e incitación a la prostitución.
Síndrome de Münchaussen: simulación por parte del padre o madre de síntomas físicos patológicos, mediante la administración de sustancias o manipulación de excreciones o sugerencia de sintomatologías difíciles de demostrar, que llevan a internaciones o estudios complementarios innecesarios. Incluye: visitas reiteradas a médicos y guardias hospitalarias; ausencia de un médico estable que controle al niño; consultas en fines de semana o en horarios de guardia o nocturnos; aplicación de todo tipo de remedios y/o recursos técnicos que agreden al niño.
Incapacidad parental de controlar la conducta del niño: los padres manifiestan claramente su total incapacidad para controlar y manejar de manera adaptativa el comportamiento de sus hijos. indicadores: manifiesta ignorancia de los pasos del niño; justificación de tal abandono por supuestos problemas presentados por el niño, los padres “no saben qué hacer”.
Abandono: dejar literalmente al niño abandonado.
Maltrato prenatal: consumo de drogas durante el embarazo que provoque que el niño nazca con un crecimiento anormal, patrones neurológicos anormales o con síntomas de dependencia física a las drogas.
Intoxicación: implica la ingestión de compuestos o sustancias químicas por acción de los padres. Tipos: intoxicación intrauterina, intoxicación a través de la lactancia, intoxicación por descuido o negligencia e intoxicación violenta.
Formas raras y graves del maltrato infantil: son cuadros confusos que pueden llevar a suponer que se trata de lesiones accidentales: quemaduras por microondas, intoxicación por sal común, ritualismo por prácticas religiosas, etc.
Secuestro y sustitución de identidad: esta forma se incluyó después de la Dictadura Militar. Hace referencia a todos aquellos casos en los que el menor fue separado de su madre al nacer, para ser entregado a personal policial o personas relacionadas con los secuestradores, negando su identidad y la posibilidad de vuelta a su familia de origen. En este caso se trata de una forma de maltrato social/institucional.
Situaciones que implican un alto riesgo psicosocial para los niños:
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