F. Roustang (1976) -filósofo psicoanalista- explica cómo opera la fé ciega de la Secta de Lacan (desde adentro): "
«Lacan puede afirmar cualquier cosa, e incluso lo contrario, y nos adherimos a ello sin tardar. Durante quince días corrió el rumor de que la forclusión era reversible, pues de muy buena tinta, aquel-que-sabe lo había dicho: por tanto, todo el mundo se lo creía. Pasado ese plazo, las mismas muy buenas fuentes habían hecho saber que no había nada de ello: y ese mismo todo-el-mundo creyó por lo tanto que no había nada de ello y que la forclusión no era reversible»".
Un simple soplido de rumor puede cambiar todo un marco teórico si de fondo "lo dijo" Lacan...
Se puede leer el ritual del "Passe" leyendo el informe de Jeanne Favret:
«El día 22 de marzo pasado dejé la "Ecole Freudienne de Paris". Algunas semanas antes, una analista de la Escuela cuya vitalidad, cuya risa y cuya insolencia siempre me habían gustado, se había callado poco después de haber sido atrapada, como tantos otros, en esa máquina de moler sujetos a la que se llama la "passé" (...) La passe sólo puede producir alumnos, muertos o locos» (1977).
De modo que el didáctico es una empresa muy exigente, en tiempo, en dinero y en derroches de orden psíquico. Se requiere que el candidato entregue su vida íntima, que desnude toda su personalidad y dé prueba de sumisión. Este rito de iniciación se desarrolla a lo largo de un número de años que oscilan entre cuatro y más de diez, y exige unas sumas de dinero considerables. Un ejemplo de los que da D. Frischer muestra cómo circula el dinero en la mafia de los analistas parisinos:
«Un médico joven heredero de unos cincuenta millones y que estaba en análisis con Lacan, confiesa estar pagando 400 francos por sesiones de diez minutos. Acude al análisis, en períodos en los que algunas cosas particularmente importantes emergen del inconsciente, hasta unas diez veces por semana, lo cual representa una suma que puede llegar a alcanzar dos millones de francos antiguos por mes de análisis» (1977).
Al final un individuo que concede tanto o más valor a su iniciación cuanto más difícil y costosa haya sido ésta. Es decir, una posición social tiene tanto más prestigio, a los ojos del beneficiario y de su entorno cuantos más padecimientos suponga ésta y así la fidelidad a un grupo es tanto más fuerte cuanto más difícil haya sido la adhesión.
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