Uno de los encantos de la psicología clínica es poder meterse en el maravilloso mundo de los pacientes. En este caso, la atención de un gamer de 20 años me introdujo en el mundo de las tramas de los juegos. Tramas que en muchos casos se han hecho películas, como podría ser el caso de Resident Evil, Silent Hill, etc. Lo que es claro, cuando uno ve esta suerte de películas subidas a Youtube, es que la versión cinematográfica termina siendo sencillamente una basura.
¿Qué es lo que pasa? Uno de los temas es que el cine de la pantalla grande no sigue al pie de la letra los argumentos originales de los juegos. Esto es algo imposible, principalmente, porque las tramas de estos juegos duran 9 horas. Por otro lado, gran parte del tiempo implican misiones que al público de un cine jamás le interesaría.
Otro de los problemas habituales es que el cine de Hollywood exige, generalmente, un protagonista. En cambio, el jugador va saltando de personaje mientras se desarrolla la trama. La cantidad de documentos a los que los juegos hacen referencia tampoco son viables en una película.
En fin, aceptando las limitaciones de Hollywood, pasemos a lo que importa:
Una de las historias más interesantes que pude ver fue The last of us. Vi "la película" de PS4 por Youtube que consta de dos entregas. Una dura 3 horas; la segunda parte, 8. El escenario post-apocalíptico es de los más interesantes: una invasión de la mutación hongo Cordiceps ha convertido al 60% de la humanidad en zombies, al igual que lo que realmente ocurre en la realidad con los insectos:
En este contexto, que nos recuerda a The Walking Dead, los humanos deben sobrevivir a los infectados, que son tomados por el hongo y les genera un cuadro de agresividad que nos recuerda a la rabia.
Pese a tanta muerte y drama apocalíptico, lo sabemos bien, el ser humano aún tiene tiempo para seguir complicándose la vida con secretos ocultos, desengaños, traiciones y el amor. Amor lésbico, amor heterosexual, embarazos, cuernos... en The Last of Us no falta nada de todo aquello.
Nuestra protagonista Ellie (foto superior) es abiertamente lesbiana y la veremos besarse, reír y sufrir en sus relaciones en este contexto tan inestable, donde puede pasar cualquier cosa. Incluso sufre un episodio de homofobia. La segunda película también nos ofrece la historia de Lev, un hombre trans expulsado de su comunidad de fanáticos religiosos. Abby, una cis-hétero soldado cuyos músculos podrían ser la envidia de cualquier hombre, también ha suscitado dudas entre los fans acerca de su posible transexualidad.
La pregunta es si, cuando le llegue el turno a The Last of Us de pasar por el cine, estas historias serán realmente contadas. Las tentaciones son muchas: la falsa lesbiana que se recula con el hombre adecuado, el hombre trans que sólo busca ser soldado pero ni noticias de formar pareja... O la ridiculización del personaje principal, que tratándose de mujeres, corren con los riesgos ya conocidos, como las vestimentas sacadas de un sex shop y actrices con cuerpos hegemónicos.
Veremos qué acontece.
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