En esta etapa, hablamos del juego reglado. Es un juego social. Se basa en la propia estructura de la regla y su seguimiento. En el futbol, por ejemplo, hay sanción si no se cumple la regla. La sanción es social.
Competencia: se juega con el propósito de ganar. Hay que enseñarles a perder. Se gana y se pierde, es el momento de fomentar la tolerancia a la frustración.
Cooperación: Distribución y aceptación de roles. El que se quedó en el egocentrismo no puede hacerlo. La capacidad de descentración del niño es lo que le permite aceptar un rol.
Es social, porque el juego se da en más de uno.
Hay juegos basados en la destreza física y juegos de reglas basados en el desarrollo de funciones intelectuales.
La escondida es la representación psíquica propia de esta etapa (latencia). El que cuenta es el superyó. Reprime y evita las pulsiones. Los escondidos representan las pulsiones. Se tratan de esconder. No bien se distrajo el superyó, aflora la pulsión. Hay veces que logra esconder solo una parte de la pulsión (ej: gordo que se esconde detrás de un árbol). El que se esconde y “no respira” es que no quiere ser descubierto, pero está.
Cuando está jugando, el niño no es solo descarga energía, sino que se trata también de una descarga pulsional. Este juego se da también en la preadolescencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario