Más pasa el tiempo y más agradezco haber sido el heredero del libro de recetas caseras de mi abuela, que no era más que un cuaderno en el que ella anotaba recetas y estos pequeños trucos.
El humo del cigarrillo, el hablar o gritar mucho, los cambios climáticos y el cansancio pueden causar disfonía. La gente joven está más expuesta a estas molestias de garganta, pero con esta receta de fácil preparación, aliviarás ese malestar y carraspeo de garganta.
Particularmente, yo suelo perder bastante seguido la voz.
¿Te quedás "sin voz" o "sin vos"? —me preguntaba casi siempre una infame compañera de facultad, que ensayaba sus primeras interpretaciones homofónicas berreta, fuera de cualquier vínculo transferencial.
Ojalá se materializara mejor mi deseo de quedarme sin voz/vos —le respondí un día, levantando una ceja, lo que la invitó a callarse para siempre.
Volviendo al tema de la receta, la he utilizado diversas veces con resultados sorprendentes. Lo mejor, claro está es que la misma se realiza con ingredientes sumamente fáciles de conseguir.
Ingredientes: 1 cebolla roja no muy grande, 1 limón y miel.
Receta: En un recipiente, poner la cebolla cortada en pequeños trozos, agregar agua y hervirlo. Una vez hecho esto, mezclarla con el jugo de limón. Filtrar y verter el líquido en un vaso, agregando miel a gusto.
Forma de tomarlo: Tomar con un sorbete, muy despacio, para permitir que la acción antiinflamatoria y antibiótica de esta mezcla produzca el efecto deseado. Allí es donde agradecerán haberle puesto suficiente miel.
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