Hay una idea de Freud que permite localizar la histeria en otros tiempos, previos a su propia teorización. En las referencias que he encontrado, se la ubica en un tiempo anterior al de la emergencia de la ciencia.
Con esa idea puede pensarse que hay algo de la forma clínica que transciende al tiempo, hay algo estable. Podría investigarse de que se trata eso estable.
También hay algo que se modifica, algo que podría denominarse modo de presentación. Como contrapartida, eso obtiene un modo de tratamiento. Este último no siempre es el adecuado.
Entre 1887 y 1888 Freud escribe unas contribuciones a la Enciclopedia de medicina de Villaret. Los artículos no son firmados y resulta difícil establecer cuáles vienen de su pluma.
Distintos estudios hacen suponer que el artículo llamado “Histeria”, de 1888, es uno de los suyos. Al poco de iniciar ese texto hay una mención a Charcot y a las vestimentas que ha tomado la histeria en distintas épocas.
Freud escribe que la histeria era una bestia negra de la medicina hasta la llegada de Charcot. Agrega que el modo de tratamiento previo era el de concebirla como brujeria.
“las pobres histéricas, que en siglos anteriores, como posesas, habían sido quemadas en la hoguera o exorcizadas, en la moderna época ilustrada ya no recibieron más que el anatema del ridículo; sus estados se consideraban mera simulación y exageraciones, y por consiguiente indignos de la observación clínica.”
El párrafo nos sirve para pregunta por lo que cambia y por lo que permanece en las formas clínicas.
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