Si bien en los casos de alcoholismo no hay indicadores fijos, si podemos decir que se observa una regresión en el estilo de dibujo que adquiere formas más primitivas como alteraciones en la copa, temblores, etc.
Acompañamos este trabajo con el protocolo realizado por una persona alcohólica.
Observamos: Tamaño muy grande (80 % alto de la hoja). Ausencia de piso utilizando el borde inferior (desborde inferior).Tronco soldado con líneas vellosas. Copa deformada. Temblores verticales se evidencian principalmente en el follaje lado izquierdo y muy notorio en el nudo del árbol. La forma del tronco con abultamiento a derecha (tipo palo borracho aunque no es tan convexo del lado izquierdo). Trazos repasados en el cierre del tronco y en la base. El doble contorno de la izquierda del follaje surge muchas veces cuando el sujeto nota tembloroso o poco firme el trazo y suma otro como refuerzo. El emplazamiento es central. Estos signos al interpretarlos nos dan cuenta de un nivel de actuación sobre el ambiente, emocionalidad elevada, con mecanismos autorreguladores insuficientes, el tronco soldado da cuenta de un déficit en el control racional de los impulsos y estados emocionales, hay un bloqueo emocional, acumulación de tensiones (tipo de tronco) que luego se descargan intempestivamente sobre el ambiente como explosiones de carácter, susceptibilidad. La distorsión de la copa, su asimetría denota perturbaciones en la capacidad representativa y de simbolización y algún grado de distorsión cognitiva. La falta de base y el desborde inferior dan cuenta de sentimientos de inestabilidad que se intentan compensar (ubicación central) con un autocontrol no exitoso. El nudo da cuenta de estados traumáticos pasados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario