jueves, 9 de junio de 2022

Diario de un psicólogo en apuros: A propósito de la parte más oscura del año. la depresión estacional

¿Hay relación entre el estado de ánimo y la cantidad de luz solar? Estamos llegando al invierno y es notable el letargo que muchas personas sienten en esta etapa del año. Un relato que nos recuerda a la siguiente cita:
Con todas nuestras fuerzas hemos luchado para que no llegase el invierno. Nos hemos agarrado a todas las horas tibias, y a cada puesta de sol hemos procurado sujetar el sol en el cielo todavía un poco, pero todo ha sido inútil. Ayer por la tarde el sol se ha puesto irrevocablemente en un enredo de niebla sucia, de chimeneas y de cables, y esta mañana es invierno. "
(Primo Levi, "Si esto es un hombre")

Lo cierto es que efectivamente existe un trastorno afectivo estacional.  Se trata de un tipo de depresión relacionado con los cambios de estación. El trastorno comienza y finaliza aproximadamente en la misma época cada año: la llegada del otoño, cuando los días se hacen más cortos. Si tomamos en cuanta la cantidad de horas de luz durante el año en Buenos Aires, tenemos este gráfico:

Como vemos, entre mayo y agosto hemos perdido casi 5 horas de luz. Los síntomas de la depresión estacional comienzan en otoño y continúan durante los meses de invierno. Durante este período, muchas personas sienten menos energía y se encuentran de mal humor. Cuando llega la primavera y el verano, los síntomas desaparecen.

Los signos y síntomas del trastorno afectivo estacional incluyen: Sentirse apático, triste o decaído gran parte del día, casi todos los días:

- Pérdida del interés en actividades cotidianas
- Tener poca energía y letargo
- Dormir demasiado
- Sentir antojos por consumir carbohidratos, comer en exceso y subir de peso
- Dificultad en la concentración
- Sentirse desesperanzado, inútil o tener sentimientos de culpa
- Falta de ganas de vivir.

La solución al asunto está en exponerse a tanta luz solar como sea posible. Acciones como sentarse junto a una ventana, dar paseos durante las horas de día o realizar algún deporte de invierno para obligarse a salir y mantenerse en movimiento, resultan bastante eficaces para tal fin.

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