jueves, 4 de agosto de 2022

¿Cómo leer un caso?

Ya sea preparar un caso para un trabajo, durante la investigación, una supervisión u otro espacio, conviene tener en cuenta ciertos parámetros para la lectura de un caso. Tenemos tres ejes para poder orientarse y pensar un caso:

LA POLÍTICA DEL DESEO

En Lacan, no se trata de cualquier clase de deseo, sino del deseo inconsciente. El concepto de deseo no se debe confundirse con el de necesidad (un instinto puramente biológico, que surge de exigencias del organismo y que se elimina totalmente -aunque en forma temporal- cuando es satisfecho) ni con demanda (una articulación de la necesidad en palabras y el pedido de amor). Luego de satisfacer una demanda, el sujeto sigue anhelado el amor del Otro, siendo ese resto el deseo. El deseo no puede ser satisfecho, de manera que el deseo no es una relación con un objeto, sino la relación con una falta.

Nos interesa la posición del sujeto, si tomamos el grafo, su posición frente al ideal, con respecto al yo, al síntoma, al fantasma. En Subversión del sujeto, Lacan lo toma en una forma dialéctica, todavía muy influenciado por Hegel. Cuando Lacan se hace más Kierkegaardiano, introduce la ruptura de la dimensión dialéctica. 

Esta política es trans-estructural, obviamente en la neurosis, pero también cómo incide la política del deseo en la psicosis. Acá hay un problema, porque el deseo freudiano está pensando para la neurosis; no obstante, la clínica nos va enseñando que el deseo del Otro incide en las posiciones del sujeto, aún en las psicosis. 

Gran parte de los fenómenos de desencadenamiento en la psicosis están determinados por lo que se llama deseo del Otro. El "padre en lo real" es una de las coordenadas del desencadenamiento, que tiene que ver con que el sujeto encuentre en el Otro el enigma del deseo del qué me quiere y no encuentra con elementos para responder. En la neurosis, el sujeto responde con el fantasma, el síntoma, los ideales. El psicótico, entra en desencadenamiento o desestabilización.

Por otro lado, nos interesa LA ECONOMÍA DE LOS GOCES, que está oculto en el síntoma y contribuye a la conformación del fantasma y que tiene que ver con la pulsión. La economía de los goces articula la cuestión de los goces, situado como goce Otro, plus de gozar, o goce fálico. 

Miller relee toda la economía de goces planteada por Lacan. En La tercera, hay 5 o 6 goces intercambiando entre sí, que van apareciendo en las distintas estructuras. 

El tercer elemento de lectura de un caso hace referencia al núcleo de la clínica analítica y del dispositivo analítico: LA TRANSFERENCIA. La transferencia marca y cambia la presentación de un cuadro clínico. El mapa clínico queda distorsionado a partir de la transferencia, porque ya no se trata de un examen semiológico, sino que en la transferencia van a ir apareciendo, por ejemplo, los fenómenos elementales. Ese punto se puede verificar a partir de los cambios de posición subjetiva. Se trata de un aspecto transfenoménico que puede determinar todos los demás aspectos positivos de la lectura.

También hay otra posibilidad:

POLÍTICO: Tiene que ver con el deseo del analista, que puede centrarse en el síntoma. 

ECONÓMICO: La economía de los goces.

GESTIÓN DE LA TRANSFERENCIA (EL ENTRE). Se trata del encuentro de una función y un sujeto. En este "entre" nos encontramos con un punto imposible: el imposible del lazo entre dos personas, lo imposible de la proporción de subjetividades y lo imposible del encuentro entre la función y un sujeto. Nos encontramos con ese axioma lacaniano "no hay..."

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