Encontramos en la joven homosexual una coincidencia con un tipo “masculino” de elección de objeto: la pésima fama de la dama, era para ella condición de amor, así como para el tipo masculino de elección de objeto (derivado de la madre) rige la condición de que la dama tenga mala fama sexual.
Su amada vivía de la entrega de su cuerpo, su reacción fue de compasión y fantasías de rescatar a la amada de esa condición, afanes que saltan a la vista en los hombres.
El intento de suicidio: el padre la vio en compañía de la dama, les arrojó una mirada furiosa, luego, ella se tiró a las vías del ferrocarril
Su testimonio: la dama se encolerizó por lo ocurrido, y le ordenó que la dejase en el acto, que terminara ya mismo con esa historia.
Del análisis surgen dos temas:
Cumplimiento de castigo: por los intensos deseos e muerte contra uno o dos miembros de la pareja parental, sobre todo sobre la madre, por haber quedado embarazada
Cumplimiento de deseo: de aquel deseo cuyo desengaño la había empujado a la homosexualidad (tener un hijo con el padre)
Conexión: la dama había hablado en ese momento igual que el padre, pronunciando la misma prohibición
“No halla quizá la energía psíquica para matarse, quien, en primer lugar, no mata a la vez a un objeto con el que se ha identificado, ni quien en segundo lugar, no vuelve hacia sí un deseo de muerte que iba dirigido a otra persona”
La transferencia: volcó sobre el analista la radical desautorización del varón que la dominaba desde su desengaño por el padre.
Fue expresado en estorbar sus esfuerzos y aferrarse a su condición de enferma.
Una sola vez apareció transferencia positiva: en uno de sus sueños anticipaba la cura de la inversión por el tratamiento, añoranzas por el amor de un hombre y por tener hijos.
La joven pensaba en casarse, pero sólo para sustraerse de la tiranía del padre y poder vivir sin estorbos sus reales inclinaciones.
Con el marido, decía: “despacharía lo que era debido”, resultándole bien posible (como lo hacía su dama) mantener relaciones sexuales simultáneas con un hombre y una mujer.
Ante la intervención sobre la hipocresía de sus sueños, estos cesaron por completo.
Freud los tomó como intento de galanteo para ganar su interés y así poder defraudarlo con mayor profundidad, como solía engañar a su padre.
“Debemos dar la razón a los creadores literarios que describen personas que aman sin saberlo, o que no saben si aman, o creen odiar cuando en verdad aman”.
“Parece que el saber que nuestra consciencia recibe de nuestra vida amorosa puede ser incompleto, lagunoso o falseado con particular facilidad”.
“No podemos afirmar que un desengaño de la añoranza de amor del Edipo puberal hará caer a toda muchacha, necesariamente en la homosexualidad.
También en el normal hace falta cierto tiempo hasta que se imponga definitivamente la decisión sobre el sexo del objeto de amo.
Extravíos homosexuales, amistades fuertes en demasía, de tinte sexual son harto habituales para los dos sexos en los primeros años que siguen a la pubertad”.
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