martes, 18 de octubre de 2022

La experiencia del diván en psicoanálisis

La experiencia del Diván en un análisis no prescinde de una escenografía, que tiene un sentido histórico, para Freud solidario del tratamiento bajo hipnosis, a partir del cual, el psicoanálisis tiene lugar. Pero, también lo tiene con Lacan, reuniendo al diván con la cama, como lugar legendario del nacimiento de la clínica.

De alguna forma, ese sujeto que está ahí, sea el que está tendido sobre el diván, o sea aquel sentado sobre un sillón a espaldas del anterior, puede pensar mejor; porque no se piensa de la misma manera con el diván o sin él.

Analizante y analista, pueden tener la ilusión de decir algo que sea un decir, algo que importe en relación con lo real. Habilita al campo de lo inconsciente a tomar asiento, en el lugar del analista, quien, literalmente lo está en su sillón. Hay, pues, una espacialidad, una topología, o una topologería, que torsiona aquello que -intuitivamente- decimos que es interioridad, respecto de un espacio exterior al sujeto. Ese interior, no es aquello oculto dentro de la espesura profunda del analizante, sino en un “entre” disuelto como un lenguaje que los recubre, a uno y otro (Otro), asiento de ese inconsciente que habla.



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