jueves, 18 de octubre de 2018

Notas sobre la recreación en el envejecimiento.

Recreación en el envejecimiento: Espacio para la creación de nuevas versiones acerca del envejecer.

Sergio Fajn


En este escrito les propongo hacer un recorrido por algunos de los temas que arman el territorio de la recreación y el envejecer.
La intención será situarlos, interrogarlos y destacar su importancia.


  • Recreación y envejecimiento.  Importancia de la recreación en el envejecimiento.  El sujeto de la recreación.  Consideraciones para definir el campo de la recreación en el envejecimiento.  Rasgos de la actividad recreativa.
  • Dispositivos recreativos.  Acercamiento a modelos organizativos.  Convocatoria, temas convocantes.
  • Noción de tiempo libre.  Tiempo liberado.  Operación recreativa. La dimensión preventiva. Efectos de la actividad recreativa en el envejecimiento.  Cambios saludables.  El cuerpo en el envejecimiento. Noción de actividad.

Preguntas
¿Qué es un viejo recreándose?,  ¿Cómo pensar al viejo desde la recreación?, ¿Qué disciplinas, que ciencias intervienen si se aborda el fenómeno de la recreación en la vejez?, ¿Qué es la recreación?.
El ámbito de la recreación en el envejecimiento es joven.  Las primeras experiencias que se relatan de recreación organizada en la Argentina con personas mayores aparecen descriptas por el año 1957 en la Ciudad de Buenos Aires, en el Club Edad de Plata; aunque es Eva Perón quien  proclama los derechos de la ancianidad el 28 de agosto de 1948 y pone el tiempo libre de los viejos en la dimensión del Derecho.
Hoy se han multiplicado los escenarios donde las experiencias han ampliado sus alcances y por eso nos animamos a explorar las concepciones y las herramientas conceptuales.
Son los mismos viejos y nuestras prácticas quienes nos interrogan.


Esta presentación va a ir tomando el formato de un espiral, avanzará sobre algunos temas y luego retorna y vuelve a pasar por el mismo punto, pero ya habiendo recorrido otras cuestiones, con las huellas, olores y ecos de otras cosas.  Espirales del pensamiento.


El sujeto de la recreación en el envejecimiento.
Nuestro punto de partida es concebir al viejo como un sujeto que habla y como tal se trata de sostener que el viejo es un sujeto deseante y lo recreativo como lugar que posibilite la circulación del deseo del viejo con modos creativos, flexibles, porosos, permeables, abiertos.
Es lo recreativo un lugar donde se escucha.  Pero se necesitará estar en condiciones también de escuchar la dimensión subjetiva.  
Otra afirmación: el envejecer como crecimiento.
Lo recreativo colaborando a que el sujeto encuentre modos sanos de encarar su envejecimiento.


La recreación y el tiempo
La recreación en el envejecimiento aborda directamente la problemática de cómo el sujeto vive su relación con el paso del tiempo.  En particular su relación con el tiempo libre.
La recreación es el área privilegiada de las ciencias sociales que ubica una mirada sobre las actividades en y del tiempo libre. Desde allí emprende un tránsito sobre los distintos avatares que se ponen en juego frente a las elecciones en ese tiempo libre.
Destaquemos y diferenciemos algunas concepciones de tiempo liberado y tiempo libre.
Dice María Teresa Sivent que por Tiempo liberado entendemos los momentos del día cotidiano liberados de una ocupación obligatoria.
Por el contrario el concepto de Tiempo libre nos remite a una dimensión subjetiva del individuo; a lo que cada individuo recorta o percibe como sus momentos libres.
Para Abraham Pain el Tiempo libre es la parte del tiempo liberado cuyo contenido está orientado a la realización de la persona como objetivo último.
Pablo Waichman remarca la dimensión subjetiva y el componente de libertad (de y para) inherente a la aceptación del Tiempo libre, definiéndolo como el modo de darse el tiempo personal que es sentido como libre al dedicarlo a actividades autocondicionadas de descanso, recreación y creación para compensarse y en último término afirmarse la persona individual y socialmente.


La operación recreativa
La recreación tendrá que ver con las oportunidades que el sujeto sé de para hacer lugar durante su tiempo liberado de obligaciones a la construcción de un nuevo tiempo, el tiempo vivido con libertad o tiempo libre.  Un tiempo libre de imposiciones. A esto llamaremos la operación recreativa.
Es durante el tiempo liberado de obligaciones cuando se presentan condiciones favorables para realizar esta operación, ya que es aquí donde bajan los niveles de exigencias y coerciones.  Quizás el sujeto pueda dar el salto para habilitarse a realizar el pasaje durante su tiempo liberado de obligaciones de cuestiones que le posibiliten vivir este tiempo con libertad.  Es una experiencia de autoconstrucción y de autonomía.  Autoconstrucción en tanto se fabrica un tiempo nuevo, una vivencia subjetiva de autotransformación, de implicación con el deseo.  Y de autonomía en tanto se instala un espacio único y propio, instante de soledad donde es uno y solo uno quien se hará responsable por el modo de transitar ese tiempo.
En la mediana y la tercera edad esta operación recreativa presenta además la cualidad distintiva de ofrecer condiciones propicias, para que el sujeto también pueda hacer una revisión sobre su modo particular de posicionarse frente al envejecer; y asimismo anticiparse al futuro,  redefiniendo o no, el proyecto por/venir.  Esta operación lo implica subjetivamente, llevándolo a poder realizar rectificaciones sobre su modo de encarar el envejecimiento.  Pasado, presente y futuro quedan anudados en esta operación de revisión y resignificación histórica.
Si consideramos que uno de los temas claves que hacen a la problemática del envejecimiento es la relación que el sujeto establece con el paso del tiempo y de su plasticidad –en cuanto posición saludable- para afrontar los cambios que esto le implica, entonces los ámbitos recreativos pueden brindar espacios fértiles para que las personas puedan interrogarse sobre sus modos de afrontar el envejecimiento, generar y generarse preguntas acerca de los temas que hacen al envejecer.  Entonces, la recreación como una operación donde el sujeto revise y recupere el sentido que tiene para cada uno la vida.  Recreación como sinónimo de cambio y crecimiento.  De oportunidad para resituarse frente a la vida, frente al paso del tiempo.


También, es posible que en este camino de interrogación y de revisión sea prudente que algunas cuestiones también se rectifiquen.  Rectificación del modo de pensarse y de encarar lo que viene.  A veces, los dispositivos recreativos pueden brindar condiciones favorables para que esto suceda, junto a otros, reflexionando, haciendo y mirándose con pares, entre pares.


Entonces, una tarea específica que abre el entrecruzamiento de la recreación con el envejecimiento tiene que ver con esta operación.  Operación que se ofrece al sujeto, de interrogación, revisión y hasta de rectificación de su modo singular de posicionarse frente a los temas del envejecer  y a la vez de su implicación frente a la vivencia del tiempo liberado de obligaciones.


La operación recreativa puede ser una instancia que el sujeto sé de espontánea e individualmente, pero también hay todo un terreno de prácticas organizadas en el tiempo liberado de las personas mayores que pueden colaborar o no en la realización de esta operatoria.
Analizaremos brevemente algunas de las condiciones necesarias a tener en cuenta para que se plasme esta operación recreativa en los dispositivos de las organizaciones.
La recreación organizada
Diseñar un dispositivo recreativo con adultos mayores implica el atravesamiento por algunos interrogantes:
¿Qué condiciones debería reunir una propuesta organizada para que se puedan producir ocasiones fértiles para el transito por operaciones recreativas?,  ¿Qué elementos facilitan el pasaje por estas operaciones recreativas?, ¿Para que una estructura recreativa con personas mayores?, ¿Qué lugar tendrán las personas mayores en estas estructuras?, ¿los dispositivos recreativos al ser conformados solamente por personas mayores no están reforzando los prejuicios de segregación respecto al encuentro con otras generaciones?, ¿Cómo pensamos al sujeto que envejece?, ¿Qué noción de actividad sostener?, ¿Cómo pensamos el protagonismo y la participación?, ¿Cómo pensamos el saber, el conocimiento, la transmisión del conocimiento?, ¿Qué lugar hay para el saber de los mayores?, ¿Quiénes conducen estas actividades?, ¿Qué modelo de conducción es necesario pensar o construir?, ¿Es necesario que alguien conduzca, dirija o coordine?, ¿Qué lugar hay para la palabra, para escuchar, para la reflexión, el placer, el lazo social y la diversión?, ¿Qué lugar se dará a lo intelectual, lo emocional, lo social,  es posible integrarlos.?


Parto de la premisa que al pensar un dispositivo organizado para la recreación, necesariamente imaginamos un sujeto y un modelo de sociedad.  
Me imagino y deseo que allí haya lugar para ser ocupado por personas de distintas generaciones, con oportunidades para que aparezcan motivos para que todos puedan y quieran dar, pero también recibir, nucleándose por cuestiones de interés mutuo.  Imagino allí espacios para el despliegue de las capacidades críticas, con sujetos que rompan con el acatamiento, rebeldes, no adaptados pasivamente a las normas dominantes,  autónomos, deseosos, con posibilidades y capacidades para participar y decidir.  Es decir que imaginamos un  modelo de dispositivos recreativos que favorezcan el desarrollo de estas personas, ideas y relaciones.
Un dispositivo recreativo que favorezca la autogestión.
Que busque el ejercicio de la libertad.
Que propicie la autonomía.
Quizás los dispositivos recreativos sean como pequeñas sociedades, es decir que contengan los valores que anhelamos promover, sostener y multiplicar: la solidaridad, el protagonismo, la participación activa en la toma de decisiones.  Que estimule la aparición de lazos de compañerismo y amistad;  el interés por lo que pasa con los otros; la sensibilidad con los más vulnerables, con los que padecen situaciones de injusticia, con los que padecen la pobreza.  
Un dispositivo con lugar para la diversidad de opiniones, creencias e ideas.  
Inserto en el barrio, en la comunidad, en el mundo.
Que favorezca el intercambio intergeneracional y con una mirada de género.  
Imaginamos un lugar de puertas abiertas, con situaciones que faciliten acciones entre distintas edades y con distintos grupos.  Un dispositivo que propicia la implicación con el contexto: con las cuestiones económicas, políticas, culturales, sociales, del barrio, del país, del mundo.  En ese sentido se presenta porosa a que lo que es del contexto se haga texto entre los miembros de la organización.
Disponible al crecimiento.  Con espacio para que sea atravesada por las diferencias.  Donde se polemiza, se discute y se convoca a la búsqueda de acuerdos por consenso.   Un lugar para hacer ejercicio de ciudadanía e implicación en la toma de decisiones.
Concebimos la recreación organizada en un espacio de inclusión y desarrollo de lazos sociales.
Quizás el mejor modo de incluirse, de hacer lazos sociales duraderos sea en el espacio de los grupos.  Apostamos entonces a que los dispositivos recreativos favorezcan el armado, existencia y desarrollo de los grupos.
Afirmamos que el aislamiento en el envejecimiento, caracterizado por la ausencia de vínculos puede precipitar la vivencia de desvalimiento e indefensión.  Frente a esto, las actividades recreativas en el espacio grupal despliegan todo su potencial en dirección a la protección y amparo del sujeto.  Desde esta premisa la estrategia de constitución de grupos se apoya en un principio de prevención.   Un espacio donde el coordinador y los compañeros arropen con sus miradas y palabras. Donde se puedan diseñar proyectos y armar redes de apoyo.  Plataforma desde donde es posible afirmarse y saltar a otros espacios y relaciones.
Los agrupamientos recreativos son el sitio donde las personas mayores recuperan o recrean el lazo social y esto los ayuda a construir un envejecimiento normal.
Lugar donde pueden cotejar con pares, identificarse y reconocer como se van posicionando frente a los cambios.
Recreación para hacer lugar para ser nombrado, mirado, tocado.  Para pertenecer a un grupo y extender los lazos a nuevas personas.  Recreación para tener la oportunidad de hacer amistades.


Al plantearnos la noción de actividad cuestionamos aquellos modelos que sostienen que la actividad recreativa en el envejecer debe tender a un menú de propuestas definidas por profesionales que mantengan a los viejos entretenidos, ocupados, donde lo que se privilegia es pasar el tiempo.  Pura actividad sin reflexión, pura acción sin reconocer en los viejos un sujeto activo. La recreación al servicio de detener, congelar, conservar y tapar.  Recreación reaccionaria, conservadora.
Por el contrario, proponemos una recreación donde exista lugar para preguntarse ¿qué se quiere? , ¿Cómo se puede?, ¿Con quienes?.
Sostenemos la necesidad de crear espacios donde se pueda unir la acción con la reflexión.  Porque el recorrido por las actividades recreativas sensibiliza a tomar contacto con los cambios que se van dando en la vida, transformaciones que recuerdan el paso del tiempo.  Con actividades que abren oportunidades para registrar estos cambios y favorecen la búsqueda de recursos creativos para elaborarlos.  Entonces es imprescindible que se diseñen dispositivos grupales con lugar para reflexionar sobre estos procesos.
Esta concepción de recreación en el envejecimiento invita a darse tiempo y no encontrarse en un momento con todos los cambios juntos, con que se ha envejecido de repente.  Pues cuando esto sucede el envejecimiento es vivido como una tragedia, donde hace su irrupción siniestra aquello que se pretendiera mantener oculto.  
Recreación que posibilite tener un envejecimiento gradual.
Recreación para preguntarse acerca del futuro.  Para anticiparse e imaginar lo que viene y preparar el terreno.  Imaginar y construir.  
Se necesitará diseñar actividades recreativas con lugar para poder imaginar.  Para jugar con la imaginación.
La recreación: un lugar para seguir creciendo aceptando el paso del tiempo.  Sabiendo que hay algo que nunca envejece, lo más vital, el deseo, indestructible y atemporal.
La recreación invita a desplegar la capacidad para imaginar, disfrutar y jugar.


La recreación en el envejecer es una oportunidad para dar rienda suelta al disfrute y la diversión.
Un lugar para entretenerse y divertirse, pero estamos diciendo que solo no alcanza. Desde la recreación en el envejecer proponemos la construcción de un dispositivo que vaya dando unidad a las formas de acción y de reflexión.  Una praxis transformadora del sujeto.  Una praxis que lo implica con los otros.  Una operación que es solitaria pero en el marco de un atravesamiento social.  Acto de revisión y reposicionamiento psíquico en el marco de participación en grupos y organizaciones.


Los dispositivos recreativos pueden ser lugares privilegiados
Para que el sujeto pueda situarse saludablemente frente al envejecer. De este modo se colabora en que el sujeto que envejece pueda ir soportando eso con que cuenta explorando las alternativas que se presentan; surcando las oportunidades a las que esté dispuesto a autorizarse a recorrer.
Para el encuentro progresivo con el cómo se está aquí y ahora, descubriendo las posibilidades e imposibilidades, dando pasos para hallar formas de placer. Es una oportunidad para habitar el cuerpo con el que se cuenta hoy, vía el juego y la diversión.  
El espacio recreativo permite llevar a cabo rectificaciones y reajustes en el marco del encuentro con los otros que devolverán miradas y palabras que contribuyen en este acto de actualización y reacomodamiento.  Recreando la perspectiva y la mirada propia sobre el cuerpo, abriendo lugares para el reconocimiento del nuevo cuerpo.
En los dispositivos recreativos se abre la oportunidad para interrogar las imágenes que se tienen sobre el propio cuerpo, para recorrer los límites, para tomarse con humor los cambios que hoy se viven, para desdramatizar aquello que se presenta dramático y que a veces se congela con un único sentido.  Tarea de revisión de sentidos en la búsqueda de nuevas formas de placer en este nuevo cuerpo a construir.  Al amparo de un grupo y de una actividad flexibles, sin imperativos es posible llevar adelante esta revisión y construcción diseñando una imagen de cuerpo ligada a la actualidad, a las posibilidades y a los deseos.  Cuando se acepta la limitación se descubre, en el cuerpo, lo que no está limitado.
Estamos pensando en la necesidad de articular el trabajo psíquico con el corporal. Esto puede implicar la redefinición del dispositivo de los talleres o cursos que los nuclea,  habilitando en ellos un espacio donde poder conversar y dar cuenta de estas cosas.  Seguramente nos compromete a consolidar una propuesta interdisciplinaria con una mirada en lo psi, en lo social, en lo biológico.


Los dispositivos recreativos pueden ser
Un lugar donde encontrar recursos y salidas creativas para atravesar esta nueva etapa de la vida.
Se trata de habilitar espacios donde el sujeto pueda ser protagonista en la construcción de su envejecer.
Los dispositivos recreativos posibilitan a que personas de distintas edades y en distintos momentos del envejecimiento puedan conectarse, jugar y reflexionar acerca de cómo las cuestiones ligadas al envejecer y el cambio los atraviesan.
Es durante las actividades recreativas (juegos, canciones, reuniones, bailes, charlas, paseos, discusiones, creaciones, talleres, etc.) el momento privilegiado para conocer como el sujeto va resolviendo las cuestiones conflictivas del envejecimiento.
La recreación en el envejecimiento, se propone hacer lugar a que el sujeto se interrogue acerca de su modo de vivir el envejecer. Por ello la recreación debe proponerse abrir espacios donde el sujeto pueda escucharse, escuchar a los demás y ser escuchado y de este modo favorecer a una revisión personal frente a los avatares del envejecer.
Entonces los dispositivos recreativos deben facilitar que circulen algunos temas: el placer, las pérdidas, la muerte, los duelos, la sexualidad, los cambios, el uso y disfrute del tiempo libre, los prejuicios, el cuerpo, el amor, la familia, las relaciones intergeneracionales, el protagonismo, las decisiones, la abuelidad, los proyectos, el autocuidado, las limitaciones.


La recreación tiene una dimensión preventiva
Tiene una dimensión preventiva en tanto actuamos en lo que a prevención primaria se refiere, colaborando en detectar si hay condiciones de riesgo a) en cuanto a su estado de salud físico, b) en cuanto al estado de las relaciones sociales y familiares, c) en cuanto a su situación material, d) en el modo en que el sujeto se va posicionando en su modo de encarar la vejez, es decir, su situación de riesgo psíquico.  Esto refuerza la importancia de la formación y capacitación de los recursos humanos a cargo de los dispositivos, actividades y los centros en una mirada interdisciplinaria que abra la perspectiva a un trabajo integrado y consultado.

Los dispositivos recreativos organizados brindan
La oportunidad para retomar, iniciar, completar, profundizar y/o descubrir intereses, necesidades, deseos.  Puede convertirse en un nuevo motor y organizador de la vida cotidiana, ayudando a atravesar  un envejecimiento normal.
Los dispositivos recreativos pueden presentar las condiciones adecuadas para que en el “aquí y ahora” se abra un lugar para el disfrute, el descanso y el desarrollo.  


Al diseñar una estructura recreativa, se concibe al sujeto que envejece desde una
perspectiva integral.
Buscando que los sujetos tengan oportunidades y posibilidades para seguir desarrollándose biológica, psicológica y socialmente.  Por ello se intenta organizar las actividades planteando preponderantemente lo físico-corporal, lo social-grupal, lo afectivo-emocional y solo a los fines didácticos se destaca circunstancialmente un área sobre otras, sin perder de vista la interrelación e integralidad de la propuesta.


Los dispositivos recreativos pueden ser un lugar propicio para contribuir
En el trabajo de elaboración de los duelos, de los cambios, de la posición frente al paso del tiempo y de su impacto en el modo de representarse el cuerpo, preservados por algunas cualidades que se toman del campo del juego. Recrearse protegidos por la regla de que nada serio va a suceder mientras se tome la actividad como broma, como juego.  Entendiendo por lo serio a todo aquello que nos precipita ante el riesgo de la muerte.  Burbuja de acuerdos que preserva del peligro.  Que habilita, que abre, que permite construir, crear, destruir, desear, odiar, quebrar, maldecir, bendecir, volar, soñar, tirar, achicar, estirar, matar o resucitar.
Podemos afirmar que algunas representaciones sociales ligadas al paso del tiempo, al cuerpo, al placer, a la diversión, a las pérdidas pueden empezar a ser cuestionadas, reflexionadas y reescritas durante la experiencia recreativa posibilitando para saltar a una nueva dimensión de vivir el envejecimiento.

La recreación en el envejecer
Pone su atención en los fenómenos propios del campo del uso y disfrute del tiempo liberado de obligaciones y contribuye creando instancias organizadas para aquellos que consideren necesario atravesar esta experiencia en forma más sistemática.
La invitación es a que el sujeto pueda habilitarse a:
Conectarse y desplegar su deseo.
Hallar actividades productoras de placer.
Circular por distintos temas que hacen al envejecimiento.
Identificar sus posibilidades y oportunidades actuales en lo corporal, en lo social y en lo emocional, a través de la acción y la reflexión.
Realizar actividades elegidas por propia iniciativa, en forma voluntaria.
Participar en forma real, tomando decisiones en cuestiones significativas.
Apropiarse de nuevos saberes.
Seguir actualizándose.
Sentirse valorado.
Encontrarse con un grupo de pares.
Generar intercambios con otras generaciones.
Divertirse, crear y recrearse.


Se han consultado los siguientes documentos:
  • Sirvent María Teresa, Brusilovsky Silvia, Fajn Sergio L.  Comisión de trabajo sobre Tiempo Libre del Ministerio de Justicia y Educación., Informe Tiempo Libre y Sociedad.   En Revista Argentina de Educación AGCE, Nº6, año IV, 1984.
  • Sirvent María Teresa,  Cultura Popular y desarrollo humano en América Latina. En El desarrollo humano en la sociedad contemporánea.  Editorial de la Patagonia., 1984.
  • Zarebski Graciela.  Hacia un buen envejecer.  Editorial Emecé.  Bs. As. 1999.
  • Leone José Luis.  Capacitación de recursos humanos en recreación en la vejez.  Hacia una escuela de recreación en la vejez.  Presentación al Congreso Iberoamericano de Gerontología y Geriatría. 2003
  • Fajn Sergio L.  Recreación en la Vejez, una propuesta saludable.  Una mirada desde la Psicogerontología a los problemas en y del tiempo libre. En Revista Tiempo de Psicogerontología.  www.psiconet.com/tiempo
  • Fajn Sergio. El cuerpo en la Vejez, una mirada desde la recreación. Ponencia al IV Congreso Internacional de Educación Física.  Tapachula, Chiapas, México, 2002.
  • Fajn Sergio. La recreación en la vejez, perspectivas.  En anais II Seminario Internacional sobre Atividades Físicas para a Terceira Idade.  UERJ. Río de Janeiro. 1998. Brasil.
  • Fajn Sergio, Santagostino Lucila, Clara Isabel Picoli, Zarebski Graciela.   Actividad Física en la Vejez: entre la recreación y la prevención.  En Primer Encuentro Nacional Sobre Calidad de Vida en la Tercera Edad.   U.B.A   Universidad de buenos Aires.   1999.
  • Fajn Sergio.  Jugar no es jugarse la vida.  Consideraciones sobre el envejecimiento normal.  Editorial Tekné.  Buenos Aires.


Sobre el autor:
Sergio Fajn es Maestro Municipal de Recreación, Lic. En Psicología, Psicoanalista.
Actualmente es docente del Seminario de Profundización sobre Recreación en el Envejecimiento del Islyr; es miembro del equipo de coordinación de la Escuela de Recreación en la Vejez y es docente de la Carrera de Posgrado en Psicogerontología de la Universidad Maimónides.

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