lunes, 4 de febrero de 2019

El analista, sin sabor propio, hace resonar el propio sabor del fantasma.


"Es el fantasma del paciente el que le da de una forma, a veces amable, y el que le otorga un sabor, pero la disciplina del analista es quizás aprender a ser sin sabor propio, de manera que el paciente pueda experimentar los sabores de su vida paladeando al analista. Lo soso podría ser, entonces, el ideal del analista".
Jacques A. Miller, "Cosas de familia en el inconsciente"

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