Se denomina deshábiles mentales leves a aquellos niños que presentan un CD (cociente de desarrollo) de 50-60 promedio y moderados a aquellos cuyo CD se encuentra entre los 70 y 85. El CD es la relación existente entre la edad de madurez y la edad física actual expresada en valor porcentual. Generalmente alcanzan en su desarrollo un pensamiento de tipo operatorio concreto (entre los 7 y 11 años de edad mental). Las causas del retraso son siempre de tipo orgánico, ya sea por una constitución genética atípica o bien por alteraciones neurológicas pre, peri o postnatales.
ENCUENTRO CON EL NIÑO: Generalmente son muy expresivos, afectivos y dependientes en casi todas las áreas adaptativas. En todos los casos atienden la consigna-estimulo. Es muy importante haber registrado las características del cuadro a fin de estar interiorizados sobre las necesidades y dificultades específicas de cada patología.
CONSIGINA-ESTIMULO: La consigna no requiere de modificaciones, se utiliza la misma que para los niños comunes.
CAJA DE JUGUETES: Tradicional
DESARROLLO LUDICO: El niño deshábil mental leve o moderado presenta una actividad lúdica rica a lo largo de su crecimiento, pero a diferencia de los niños comunes, las pautas de maduración y desarrollo se verán levemente retrasadas en los primeros 6 años de su vida. Otra diferencia importante es que el niño deshábil mental nunca abandonara el juego como forma de expresión y recreación, esto se debe a que por el retraso mental no alcanzan un pensamiento lógico-formal y tanto intelectual como afectivamente quedan en una situación semi-infantil toda su vida. Estos niños desarrollaran correctamente juegos sensorio-motrices típicos como encastrar, encajar, presionar, sacar, poner, tirar, atajar, etc... A partir de los 2 años en adelante. En este tipo de niños los juegos simbólicos alcanzan un mejor nivel recién a partir de los 10 y 11 años y se continúan en la adolescencia.
Al principio pueden presentar cierta timidez esperan del profesional alguna señal de que deben hacer. Esto sucede por dos motivos: el retraso produce una inhibición casi innata que requiere de estimulación constante y además por los métodos de rehabilitación que suelen recibir, están acostumbrados al estímulo externo para empezar una acción, para desarrollarla y terminarla.
Otro aspecto fundamental cuando se evalúa a estos niños, es la información que el juego nos brinda sobre su mundo interno, es decir sobre sus deseos, necesidades, como entiende y vivencia el mundo exterior o como es aceptado por su familia. También estos niños, cuando tienen 11 ó 12 año,s podemos inferir el grado de consciencia de sus diferencia con las otras personas, sobre todo a nivel intelectual. Es muy típico observar cuando juegan en esta etapa, que intenten parecer más inteligentes de lo que en realidad son.
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