sábado, 12 de septiembre de 2020

Jack Haley: Terapia no convencional de Erickson.

  1. Terapia estratégica


Una terapia puede considerarse estratégica si el clínico inicia lo que ocurre durante ella y diseña un enfoque particular para cada problema. En la terapia estratégica la iniciativa corresponde en gran medida al terapeuta. Este debe identificar problemas solubles, fijar metas, diseñar intervenciones para alcanzarlas, examinar las respuestas que recibe para corregir su enfoque y por último evaluar el resultado de la terapia para ver si ha sido eficaz.

La terapia estratégica no es un enfoque o teoría particular, sino varios tipos de terapia cuyo común denominador es que el terapeuta asume la responsabilidad de influir directamente en la gente.

Estos cambios en la terapia contrastan con la continuidad que puede observarse en los procedimientos de los terapeutas que utilizan hipnosis. Forma parte de la naturaleza de esta última que el terapeuta inicie lo que ha de ocurrir.

M. Erickson modifica la conducta entre las personas mediante un enfoque que se ha desarrollado directamente a partir de una orientación hipnológica.

Puede considerarse a Ericsson como el maestro del enfoque estratégico en terapia. Menos conocido es su enfoque estratégico para la atención de individuos, parejas y familias, sin el empleo formal de la hipnosis.

Ha dado a la terapia una extraordinaria variedad de técnicas hipnóticas y también aportó a la hipnosis una expansión conceptual que la hizo trascender los límites de un ritual para convertirla en un estilo especial de comunicación.

La formación como hipnólogo fomenta la habilidad para observar a las personas y sus complejos modos de comunicación, para motivar a la gente de manera que siga directivas y para influir sobre ella mediante las palabras, las entonaciones y los movimientos corporales.

Una persona formada en hipnosis puede captar con más facilidad que otros terapeutas la idea de que los sentimientos y percepciones subjetivos se modifican junto con la relación interpersonal.

Si se tiene la idea de que la hipnosis es un ritual estereotipado que incluye el dormir, resulta difícil ver qué relación puede tener con una forma de terapia en la que no se dicen tales palabras y en la que incluso el terapeuta puede estar entrevistando a todo un grupo familiar.

La palabra hipnosis no alude a un ritual sino a un tipo de comunicación entre la gente. Ericsson puede utilizar una forma ritual de inducción al trance, pero también mantener una simple conversación, sin mencionar nunca la palabra hipnosis. Puede hipnotizar mediante el recurso de acentuar determinadas palabras y a menudo, ha trabajado con personas que sol después comprenden que han sido hipnotizadas o incluso no llegan a creerlo.

Erickson ha redefinido el trance hipnótico como un concepto que se aplica a un tipo especial de intercambio entre dos personas y no al estado de una de ellas.

La hipnosis seguirá siendo utilizada como un modo de crear una relación de trabajo con gente conflictuada, aunque las investigaciones de laboratorio descubran que no existe nada a lo que pueda llamarse hipnosis.

La hipnosis es un proceso entre personas, una de las formas en que una persona se comunica con otra. El enfoque de Erickson permite ver este misterio dentro de un marco de referencia interpersonal.

Cuando la hipnosis se utiliza eficazmente, el enfoque es estratégico y las estratégias son similares a las que pueden encontrarse en diferentes enfoques terapéuticos.

La meta de un hipnólogo consiste en modificar la conducta, la respuesta sensorial y la conciencia de otra persona.

El hipnólogo dirige a otra persona para que cambie espontáneamente su conducta. Si una persona está siguiendo una directiva no puede responder espontáneamente, de manera que el enfoque hipnológico plantea una paradoja. El  hipnólogo comunica simultáneamente dos niveles de mensaje: está diciendo “haga lo que yo le digo” y dentro del mismo contexto está diciendo “no haga lo que le digo”, comportese espontáneamente. Para adaptarse a directivas tan opuestas, el sujeto tiene que pasar por un cambio y comportarse de una manera a la cual se llama conducta de trance.

Las etapas de este procedimiento consisten en dos tipos de directivas:

  1. El hipnólogo indica al sujeto que haga algo voluntariamente

  2. Después el hipnólogo indica al sujeto que responda con una conducta involuntaria.

El hipnólogo no quiere tan solo una respuesta voluntaria, puesto que su intención no es que el sujeto haga lo que se le dice como si fuera un robot. Pretende que siga directivas pero también que participe respondiendo en forma autónoma.

Un aspecto esencial de la hipnosis y la terapia es la necesidad de motivar a la persona para que coopere plenamente en la observancia de las directivas y para que se comprometa a encarar la resistencia cuando esta surja.

Aunque la relación sea voluntaria, tanto la hipnosis como la  terapia requieren persuasión al comienzo del proceso. El sujeto o paciente debe ser motivado a cooperar acentuando lo que puede ganar si coopera y lo que puede perder si no lo hace. Pero incluso cuando están motivados, sujetos y pacientes seguirán resistiendo los beneficios ofrecidos por el profesional. En la hipnosis existen dos tipos fundamentales de resistencia: el no ser suficientemente cooperativo y el serlo en demasía.


Aliento de la resistencia

Este enfoque aceptador es típico de la hipnosis y es fundamental en la técnica que utiliza Erickson para resolver los problemas humanos con o sin empleo de la hipnosis. ¿Qué ocurre cuando uno acepta la resistencia de un sujeto e incluso la alienta?. El sujeto queda atrapado en una situación donde su intento de resistir es definido como una conducta cooperativa. Erickson propone la analogía de una persona que quiere cambiar el curso de un río.

La terapia matrimonial y familiar suministra muchos ejemplos. Cuando Erickson trabaja con una pareja o familia utiliza un enfoque secuencial, les pide que hagan algo deliberadamente-en general algo que ya están haciendo- y después solicita un cambio espontáneo o bien este cambio ocurre como consecuencia de haber alentado la conducta habitual. Dentro de este enfoque aceptador, si un matrimonio pelea continuamente y se resiste a los buenos consejos, es probable que Erickson les prescriba una pelea, pero él cambiará el lugar, el momento o algún otro aspecto. La respuesta es un cambio espontáneo en la conducta.


Ofrecimiento de una alternativa peor 

Erickson mediante el procedimiento de dirigir al paciente en un sentido, pero haciéndolo de tal manera que en realidad lo incita a ir en otro.

Sostiene Erickson: “con esta clase de directiva, usted establece un tipo de cosas que ha de hacer el paciente, por ejemplo el tipo de la ejercitación. Luego ofrece un item de ese tipo, algo que el paciente no le resulte nada divertido hacer. Lo que usted quiere es que él encuentre espontáneamente otro ítem del tipo indicado. Esto constituye una manera de motivarlo a que descubra cosas que puede hacer y que son buenas para él, cosas con las que le es posible disfrutar y en la cuales puede tener éxito.

Erickson dispone de una variedad de procedimientos para que una persona le resulte más difícil conservar el problema que renunciar a él.


Determinación de un cambio mediante comunicaciones metafóricas.

Es posible encarar el problema comunicándose con él en términos de una analogía o metáfora. Si el sujeto se resiste a A, el hipnólogo puede hablar de B y si A y B son relacionados en forma metafórica, el sujeto hará espontáneamente la conexión y responderá de la manera adecuada. La analogía puede ser comunicada en forma verbal o no verbal.

En la hipnosis, el enfoque analógico o metafórico resulta particularmente eficaz con sujetos resistentes, ya que es difícil soportar una sugestión de cuya recepción uno no es consciente.

Lo que distingue con más precisión a Erickson de otros terapeutas es que, si bien se comunica metafóricamente con los pacientes, no les interpreta el significado de sus metáforas. No traduce la comunicación Ic a términos Cc. Ante cualquier expresión metafórica del paciente Erickson responde de la misma manera. Su opinión parece ser que la profundidad y la suavidad del cambio pueden verse perjudicadas si la persona es expuesta a una traducción de lo comunicado.

Erickson es famoso por su aguda observación de la conducta no verbal, pero la información que recibe conserva su carácter no verbal.


Aliento de una recaída

Cuando un paciente está mejorando Erickson le prescribirá una recaída. Uno de los problemas típicos de la hipnosis es el sujeto excesivamente cooperativo. Este tipo de sujeto interrumpe su cooperación en un punto determinado, diciendo: “no creo que esto esté funcionando”.

El hipnólogo desafía al sujeto a resistirse a sus directivas, lo cual es una manera de pedirle que trate de no cooperar y que fracase en el intento.

Si un paciente es demasiado cooperativo y parece recuperarse con rapidez, es probable que tenga una recaída y se manifieste desilusionado con la terapia. Para evitarlo Erickson aceptaría la mejoría pero prescribiría al paciente una recaída. La única manera en que el paciente puede resistir es no tener una recaída y seguir mejorando.


Frustración de una respuesta para alentarla

Ha de indicar al sujeto una cierta manera de comportarse y cuando el sujeto comience a cumplir con la indicación, cortará la respuesta y pasará a otra área. Cuando el hipnólogo retome la directiva original, el sujeto responderá mejor, porque anteriormente fue frustrado cuando había surgido en él la disposición a responder


El empleo del espacio y la posición

La facilidad con que un sujeto se desorienta espacial y temporalmente enseña al hipnólogo a apreciar que espacio y tiempo son experiencias subjetivas.

Con la experiencia, aprende que la gente se orienta en términos de claves visuales y auditivas y que la modificación de esas claves puede alterar la orientación de una persona.

Los pasos que bosqueja para trabajar con una familia son: primero, definir a la persona en términos de su posición y luego, alterar su posición para que con ella cambie la persona. De modo similar, cuando tiene que vérselas con sujetos resistentes a la hipnosis. Ejemplo de la silla.


Énfasis en lo positivo

Freud insistió en que el Ic estaba compuesto por fuerzas desagradables que intentaban irrumpir en la Cc. Su método terapéutico se estructuró sobre la base de la desconfianza hacia esas ideas externas a la Cc, al conocimiento racional. La otra corriente insistían en que el Ic era una fuerza positiva. El Ic sería capaz de disponer que la persona hiciera lo que más le convenía.

Erickson se inclina hacia este último punto, tiende a destacar lo que hay de positivo en la conducta de una persona.

Erickson redefine como positivo lo que la gente hace. No minimiza las dificultades, pero siempre encontrará en ellas algún aspecto que puede aprovecharse para mejorar el funcionamiento de una persona o de su familia. 

En lugar de suponer que en el Ic hay algo hostil que debe ser traído a la superficie, supone que en él hay fuerzas positivas que van a liberarse en beneficio del desarrollo ulterior de la persona.


Siembra de ideas

Erickson gusta de sembrar o establecer ciertas ideas para después construir algo sobre ellas. Al comienzo del intercambio destaca ciertas ideas y así más tarde, si quiere lograr una determinada respuesta, ya ha establecido su infraestructura.

De modo que su hipnosis y su terapia ponen de manifiesto una continuidad; en ambas se introduce algo nuevo, pero siempre dentro de una marco referencial que lo conecta con algo que se ha hecho previamente.


Ampliación de una desviación.

Erickson primero trata de alcanzar una pequeña respuesta y luego construye sobre ella ampliandola hasta lograr la meta.

Buscar un cambio pequeño y entonces ampliarlo es también una característica del trabajo de Erickson.

En el campo de la terapia familiar es cada vez más notorio que el terapeuta intenta cambiar un sistema cuyas pautas son repetitivas y que por lo tanto, constituye un sistema estable. Existen dos enfoques: uno es inducir en la familia una crisis que rompa el equilibrio del sistema, de modo que este deba reformarse, otro es elegir un aspecto del sistema y provocar en él una desviación que después es alentada y ampliada hasta que el sistema se descontrola y tiene que reorganizarse según una nueva serie de pautas.


Amnesia y control de la información.

Erickson suele ver a los miembros de la familia en entrevistas separadas y cuando los reúne le gusta organizar lo que se va a decir y cómo se va a decir. No alienta las discusiones entre los esposos respecto de lo que está ocurriendo, por el contrario puede llegar a impedirlas. Se las arregla para seguir una regla básica de la terapia familiar, no alinearse junto a un miembro de la flia en contra de otro.

Erickson se ha especializado en controlar lo que el sujeto conoce Cc. Erickson se inclina por conceptualizar a la persona en términos de dos partes y entonces él controla el flujo de las ideas Ic hacia el conocimiento Cc. Educaba al paciente para la amnesia y luego influía de modo sistemático sobre la manera en que aquel recordaba el trauma. La variante típica es que la experiencia se recuerde o se vuelva a vivir, pero cuando el sujeto despierta ha olvidado esa rememoración. Posteriormente la información va siendo trasladada del conocimiento Ic al Cc ya sea fragmento a fragmento o por vías específicas que Erickson controla.


Despertar y desenganche

Erickson se centra en el logro de autonomía por parte de los miembros de la familia.

La preocupación por la involucración diádica intensa en la que dos personas se responden mutuamente en forma tan poderosa que bloquean la intervención de cualesquiera otras, me parece propia del hipnólogo que se centra en su sujeto y trata de que este le responda plenamente a él y no a otros estímulos.

Se me ocurre también que nuestro conocimiento del proceso mediante el cual un hipnólogo despierta a un sujeto resulta pertinente para una intervención terapéutica orientada a desplazar a la gente de una involucración intensa a otra más casual.

Erickson se ha inspirado en su vasta experiencia en materia de despertar a sujetos hipnóticos, aplicándola en sus intervenciones orientadas a modificar la conducta de los integrantes de una diada familiar excesivamente intensa.


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