viernes, 27 de noviembre de 2020

Eso tan esquivo llamado felicidad

La respuesta a la pregunta de cómo ser feliz tiene el problema de que se plantear el problema desde un lugar incorrecto. Según veremos hoy, nuestra idea de la felicidad está tan equivocada que la mayoría de nosotros no podríamos sentirla aunque la tuviéramos en frente.

Lo que llamamos felicidad es una invención reciente

El concepto de que se puede ser feliz a través de alguna acción específica es una invención relativamente reciente. Y la idea de que una persona debería ser feliz y que cualquier otro estado es resultado de una avería inusual en ella, es aún más reciente.

Un extraño motivo de consulta tiene que ver con pacientes que se sienten mal específicamente porque piensan que se están perdiendo alguna emoción mágica que, según ellos, las personas "felices" sienten todo el tiempo. Se atormentan a sí mismos por la pérdida de algo que en realidad nadie tiene, ni nadie puede definir.

El concepto de "felicidad" no es unívoco. El historiador Darrin McMahon estudió exhaustivamente cómo se ha visto la felicidad durante los últimos miles de años y descubrió que ésta cambiaba constantemente.

En la antigua Grecia, el concepto de felicidad tenía que ver con la suerte. Frente a lo que los dioses disponían, no había nada que pudiera hacerse al respecto. En todos los idiomas europeos, la raíz de la palabra felicidad es una palabra más antigua que significa "suerte". En inglés, "happy" proviene de la antigua palabra nórdica e inglesa "hap", y hap simplemente significa "suerte". En español, felicidad etimológicamente viene de felix "beneficiado por la fecundidad" y fortunatus "colmado de suerte y fortuna".

Para Aristóteles y filósofos de esa época, la felicidad era sinónimo de virtud. En pocas palabras, haz el bien para sentirte bien. No sentirse bien significaba que no se estaba siendo lo suficientemente virtuoso. Parece que desde aquí se comenzó a usar esta idea de la felicidad como una herramienta de motivación. La felicidad es la zanahoria en el palo que nos hace hacer todas las cosas para que la sociedad funcione sin problemas.

En la época medieval, los cristianos veían la felicidad como algo con lo que un alma debía ser recompensada en el cielo, y no como algo que se podía alcanzar en el mundo mortal. El Renacimiento trajo el concepto de que el placer es igual a la felicidad. Estas dos ideas no siempre estuvieron conectadas: los pensadores de la vieja escuela describieron la felicidad como el estado general de alguien que había vivido bien su vida, separándolo completamente de esa sensación a la que llamamos felicidad.

La versión actual, al menos en su pretención, implica un sostenimiento de la felicidad durante todo el tiempo. Luego, la Ilustración declaró que todos tenían derecho a ser felices, y cuando se redactó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776, la "búsqueda de la felicidad" se declaró un derecho inalienable, otorgado por el creador. ¿Por qué la felicidad no puede sostenerse todo el tiempo?

No se puede sentir felicidad por mucho tiempo

Rápido: ¿Cuál es la última línea de cada cuento de hadas que conoces? "Y todos vivieron ..."

Decimos que todo el mundo sabe que la vida no es un cuento de hadas ni una película de Hollywood donde normalmente la toma final implica: "Y vivieron felices para siempre". Sin embargo, aún se habla de la felicidad como si hubiera una línea de meta, que una vez cruzada se habrá alcanzado el tan anhelado afecto.

Busquemos por Google las palabras "alcanzar la felicidad" y comprobaremos cuántos libros de autoayuda y terapias prometen que lo llevarán a este destino...

Bueno, la ciencia dice que no es posible. Neurobiológicamente, ya se sabe que el cerebro humano está equipado con "puntos de ajuste hedónicos" que no solo establecen dónde está nuestro estado de ánimo básico; sino que también se adapta bastante rápido al entorno para regresar a nuestro al estado de ánimo básico.

El psiconálisis, lo ha dicho de otro modo: El deseo es deseo de nada. No hay satisfacción plena posible; siempre ésta es temporal y parcial. ¿A qué satisfacción mítica aspira el neurótico en su demanda? Pensemos en la primera experiencia de satisfacción. Asi como el adjevo feliz viene del latín felix, el sufijo -ix parece dar a entender que en un principio era una voz femenina (como actrix). Feliz la raíz indoeuropea "dhe(i)" (mamar), que con un alargamiento -L- que se encuentra en el lan felare/fellare (mamar, de donde felación) y en el griego θήλυς (thêlus) 'hembra' y θηλάζω (thelázo) 'amamantar'. Esta misma raíz latina la encontramos en fetus (feto), fecundus (fecundo) y en filius (hijo). 

En 1978, un grupo de investigación estudió a los ganadores de la lotería, comparándolos con quienes habían sufrido lesiones que los habían dejado parapléjicos o cuadripléjicos. Todos los grupos informaron un número similar de días buenos frente a días malos, sin un claro vencedor en la carrera de la felicidad. En el lado bueno de las cosas, estos estudios muestran que las personas se adaptan mejor de lo que creen a situaciones devastadoras. 

Algunos psicólogos se refieren a esta tendencia como la "cinta de correr hedónica", diciendo que experimentamos sólo un breve momento de felicidad fugaz cuando logramos una meta antes de que nuestras mentes esperen con ansias la próxima conquista.

¿Puede el dinero puede comprar la felicidad?

En nuestra búsqueda de la felicidad, muy a tono de la época del consumo, quizá el dios Dinero nos dé algunas respuestas. No sorprende que la satisfacción personal aumente con los ingresos o que al menos dé una cuota de tranquilidad, sobre todo cuando el dinero falta.

Pero cuando tiene algún nivel de ingresos por encima de la pobreza, ¿cómo se gasta el dinero? Cuando llega el momento de derrochar en algo satisfactorio, algunos se concentran en nuevas posesiones (un televisor, una consola de videojuegos, el último celular) mientras que otros son más propensos a comprar experiencias (un masaje, una cena en un restaurante, un viaje).

No hay quet buscar mucho para encontrar un estudio que diga que el materialismo tiene un precio devastador tanto en el fondo de la felicidad, como en la cuenta bancaria. Si bien tenemos un sistema económico y una cultura popular basada en el consumo, la ciencia dice que la búsqueda interminable de cosas conduce a una menor satisfacción con la vida, una menor felicidad, depresión, paranoia y narcisismo.

El problema con el que nos enfrentamos aquí es que las posesiones son la manifestación física de la cinta de correr hedonista que acabamos de comentar. Más allá de lo perecedero de todas las cosas, a "lo ultimo" de cada especie el capitalismo le agrega otra cosa. Al parecer da mejores resultados, enseña la casuística, gastar dinero en experiencias: un concierto, unas vacaciones, un libro, una obra de teatro.

Pero debemos entiender esto: al hacer un estudio de vacacionistas, las personas más felices fueron las que se encontraban en las semanas previas a las vacaciones. Todo se trataba de anticipación. Nuevamente, parece que el encanto está más en trabajar hacia una meta que en llegar a ella. En realidad, es sabido que tomar vacaciones más cortas y frecuentes contribuyen a tal efecto... Al pasar más tiempo al anticiparse a ellas.

Tratar a la felicidad como una meta es una mala idea

Retrocedamos un par de miles de años, a la época en que la felicidad se trataba de suerte o era el resultado de vivir una vida virtuosa. En ambas escuelas de pensamiento, parece ni siquiera había que molestarse en tratar de ser feliz, aunque es posible que hayan encontrado algo de forma indirecta.

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Un estudio publicado por Perspectives on Psychological Science encontró que los participantes, cuando se les pedía que leyeran y representaran los pasos de un artículo de autoayuda o que vieran una película animada, generalmente se concentraban demasiado en tratar de mejorar su estado de ánimo y, por lo tanto, terminaban sintiéndose oprimidos. 

La coautora de otro estudio, miembro de la facultad del departamento de psicología de la Universidad de Yale, June Gruber, dijo: "Cuando lo haces con la motivación o la expectativa de que estas cosas deberían hacerte feliz, eso puede llevarte a una decepción y una disminución felicidad."

"... la mejor manera de aumentar tu felicidad es dejar de preocuparte por ser feliz y, en cambio, desviar tu energía para nutrir los lazos sociales que tienes con otras personas ... Si hay algo en lo que te vas a enfocar, enfócate en eso. Que todo lo demás venga como sea. "

El mismo acto de intentar alcanzar la felicidad hace infelices a las personas debido a la angustia que sentían cuando fracasaban. (¿Ante quién?) Estaban más felices cuando no lo intentaban. Hay algo tranquilizante en saber que la felicidad esta fuera del alcance de las manos, que se encuentra sin ser buscada.

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