miércoles, 4 de noviembre de 2020

Un tecnicismo del significante

Se practica a veces un tecnicismo del significante que consiste en una particular modalidad de atención flotante que desestima razonar sobre aquello que se cree comprender para prestar atención sólo a los equívocos, lapsus y olvidos, al modo de un “escáner”, dando lugar sólo a operaciones de recombinación de fonemas parecidas a construcciones de anagramas y desestimando reflexiones explicativas del tipo que fueran. De allí se pasa con cierta facilidad a la asignación acrítica de un valor positivo a entender poco, hipostasiando formulaciones de Lacan que, separadas de sus reales inscripciones discursivas que hacen a sus condiciones de producción, pierden sus pertinencias conceptuales. Se afirma de este modo una especie de asepsia técnica que reduce la práctica del análisis a un procedimiento para alivianarse de comprensiones cualesquiera, identificadas desde su definición con extravíos respecto a la dirección esperable de la cura analítica, todo más pertinente a las condiciones discursivas de hace más de medio siglo que a las actuales (tal vez estuvieran muy necesitados aquellos analistas analizantes de que fuera Lacan quien les parara la pelota).


Pero el tema de qué hace el psicoanálisis en materia de sentidos (no deja de trabajar en este campo) no es soslayable. S1 es un “significante que sólo se escribe porque se escribe sin ningún efecto de sentido”(1) , subrayo entonces: aquello que en la cura llamamos trabajo analítico, elaboración, durcharbeiten, working through, no podría avanzar sin producir vacíos de sentido, cosa posible a partir de que “el fonema nunca tiene sentido” (2) . Este “sinsentido”, sin embargo, no se libra del problema de que es preciso que el pensamiento le atribuya ese “sin sentido”, dándole el sentido de que no lo tiene. La estructura paradójica de esta formulación está ya implicada en la proposición “el ser es, el no ser no es”, tras lo cual (por razones a considerar en otro momento) el pensamiento analítico acabaría confundiéndose con una ontología.

Freud daba por hecho que, al fin de cuentas, no se topaba con otra cosa que con “apariencias de ser”. El concepto está presente cuando señalaba la orientación del análisis hacia el kern unseres wessen. Este núcleo del ser, si lo fuera, no sería sino apariencia o semblant (3). Este núcleo, se puede decir, está intrínsecamente ávido de ser, de aparecer siendo.

Notas:
1. Lacan, J. (1974). La tercera. Intervenciones y textos 2. Buenos Aires: Ed. Manantial, 1988, p.83.
2. Idem., p.93.
3. Idem., p. 80.


Fuente: Raúl Courel (2013/11/15), "Un tecnicismo el significante"

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