¿Cuándo comienza un análisis?
Allí, donde hay efecto sujeto, un síntoma, en un acto fallido, en un lapsus, un sueño, cualquier forma de manifestación del inconsciente es hacia dónde nos dirigimos en todo análisis cuando de neurosis hablamos.
En Introducción a los Trabajos sobre Técnica Psicoanalítica, Freud nunca dejó de insistir en que su apropiado dominio sólo podría adquirirse a partir de la experiencia clínica y no de libros, con los pacientes, pero ante todo la que el analista obtiene de su propio análisis.
En Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico (1912), aquí presenta los conceptos de atención flotante como recurso de escucha del analista, no querer fijarse en nada en particular sino todo por igual. También el de no tomar extensas notas que implicaría inevitablemente una selección arbitraria, salvo para los textos de sueño o ciertos datos dignos de nota, o para divulgación científica.
Es el analista quien dirige la cura y no al sujeto paciente, como refiere Lacan en dirección de la cura. También nos habla que para el analista “Rostro cerrado y labios cosidos”, frialdad de sentimientos.
La palabra paciente se encuentra al modo de interrogación ya que lo primero que podemos conjeturar es que no se trata aún de un paciente y que tal vez nunca lo sea.
El primer pedido en la experiencia analítica es la demanda de ser admitido como paciente. Es entonces él mismo quién avala su síntoma y solicita al analista que avale al mismo también.
¿Quién pide entonces análisis?
Este es ya un primer acto analítico y se pone en juego desde ese llamado telefónico que va a en búsqueda de una primera cita.
Por lo tanto las entrevistas preliminares implicarían éste comienzo aplazado, que a veces involucra el armado de un paciente, hasta tante se clarifique el tema de la demanda de análisis; se puede plantear un diagnóstico presuntivo que organice la dirección de la cura y se instale la transferencia que da lugar al inicio del tratamiento propiamente dicho, marcando la entrada en análisis y situado el campo propicio para las intervenciones e intrerpretaciones. Este momento previo del análisis puede durar tanto unas entrevistas como unos meses o años.
Las entrevistas preliminares son cuestión esencial a la hora de hacer un diagnóstico diferencial. Es prioritario determinar la estructura de que se trata sobretodo si estamos ante una pre-psicosis no desencadenada ya que un análisis podría desencadenarlo.
También hace referencia a la iniciación del tratamiento con un período de prueba así, fijado en algunas semanas, tiene además una motivación diagnóstica. La importancia es evitar el error diagnóstico y refiere que éste tratamiento de prueba sirve para percibir signos sospechosos que podrían determinar la continuidad del tratamiento.
Hay otros asuntos de encuadre, el tiempo y el dinero, respecto al tiempo una hora determinada asignada, en cuanto a la duración del tratamiento, es algo que no tiene respuesta pero sí prodríamos augurar que será un tratamiento prolongado ya que en la práctica trabajamos con otros tiempos, los del inconsciente y este es atemporal.
En relación al dinero sabemos de su relación con la sexualidad y de la necesidad de tratar el tema con naturalidad, debe haber un pago y por lo mismo habrá de pensar cuál es el pago posible en un ámbito gratuito, para establecer una regulación en ese vínculo asimétrico transferencial entre paciente y analista.
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