El ghosting o 'fantasmeo' laboral es un fenómeno cada vez más frecuente entre
millennials y centennials. Se da en los primeros pasos del proceso de selección de
personal, e incluso en los primeros días o semanas de haber ingresado al trabajo.
El ghosting o 'fantasmeo' laboral es un fenómeno cada vez más frecuente entre
millennials y centennials. Se da en los primeros pasos del proceso de selección de
personal, e incluso en los primeros días o semanas de haber ingresado al trabajo.
En el mundo laboral actual se llama se llama ghosting laboral ('fantasmeo' laboral) a la
conducta de un trabajador o candidato a un puesto que literalmente desaparece y se
esfuma de sus compromisos asumidos sin dejar señal alguna y sin motivo aparente.
Se da con mucha asiduidad en los procesos de selección de personal, pero
también en los primeros días o semanas luego de haber ingresado a un trabajo.
Aunque parezca extraño, el ghosting se manifiesta en que de un día para otro el empleado
no concurre más al trabajo, no responde los llamados ni tampoco se lo puede ubicar por
correo electrónico, ni siquiera a través de quien lo recomendó o de un familiar.
Este fenómeno es diferente al de la renuncia psicológica, ya que, en este caso, el
empleado pasa hasta un año mostrando señales de disconformidad, bajo rendimiento,
aislamiento y mal comportamiento en el trabajo, aunque aun así sigue estando presente.
El impacto del ghosting laboral
El ghosting laboral va mucho más allá de la falta de compromiso con la tarea y expresa, por
un lado, una incomodidad no manifiesta por parte del empleado, quien no se anima a plantear su situación ante su líder o referentes.
Por otro lado, revela la inmadurez de un
profesional para insertarse en el mercado laboral.
Es habitual que los reclutadores de talento se quejen de estas prácticas de falta de
profesionalismo muy evidente. Porque el ghosting también se da cuando un candidato se
compromete a ir a una entrevista, no asiste y ni siquiera avisa; o cuando queda
seleccionado y no se presenta el primer día de trabajo; o bien, concurre el primer día y
luego no regresa.
Desde la perspectiva del colaborador o candidato, puede que le parezca normal no cumplir
sus compromisos y asumir esa 'solución' sencilla de convertirse en un fantasma; e incluso
alguno lo cuenta luego con tono heroico al alardear con la anécdota de “cuál fue el trabajo
más breve que tuve”.
Lo cierto es que el ghosting afecta el historial laboral: no contribuye a sumar puntos
para construir una carrera porque habla de inmadurez, insensatez e inseguridad interna
para asumir compromisos mayores.
En la empresa, el impacto no es menor: debe reestructurar el flujo de tareas previsto para
ese colaborador hasta dar con otro que sea profesional y confiable.
Además, debe dar por
finalizado el acuerdo o contrato laboral. Incluso, un empleado ghosting puede ni siquiera
esmerarse en, al menos, devolver los recursos de trabajo (computadora, celular, normativas
de confidencialidad, contraseñas, inducciones que pudiese haber cursado y manuales de
procedimientos) que le fueron confiados inicialmente.
Por qué un empleado se vuelve fantasma
Es factible que el empleado se vuelva fantasma porque tiene miedo de afrontar a su
superior y anunciar que se retira, o, por inexperiencia, no sabe cómo dar por
terminado el vínculo laboral.
Hay que recordar que, por más reciente que sea, existe un contrato psicológico, que es el
acuerdo tácito entre ambas partes respecto a lo que ambos dan y recibirán, no sólo en
lo retributivo, sino el lugar que ocupará, su posición en un equipo, lo que se espera de su
desempeño, y demás.
Un recordatorio: en el mundo de las relaciones humanas no existe prácticamente nada que
no pueda ser resuelto con una charla sincera y honesta.
Otro caso de ghosting es cuando el candidato se presenta a su primera jornada,
transcurre unas pocas horas y, ante la menor dificultad o desafío en la tarea, expresa
que no se siente bien físicamente y se ausenta. En verdad, jamás volverá. ¿Qué
sucedió? No tuvo el coraje para asumir su imposibilidad (real o imaginaria) de afrontar las
responsabilidades.
1 - Las ofertas de empleo necesitan ser más claras y explícitas
“Esto no es lo que me prometieron o me imaginé”. El ghosting se produce
fundamentalmente en el proceso de selección y, en menor medida, una vez que el
empleado ingresó. Si la publicación es ambigua, o promete demasiado y luego no
cumple la expectativa, o evita especificar concretamente la retribución y los beneficios
del puesto, es factible que en profesionales primerizos e inmaduros pueda aparecer la
tendencia al ghosting.
2 - La marca empleadora debe ser íntegra
Muchos candidatos fantasmean cuando, en el proceso de selección, van descubriendo
aspectos del empleador que no coinciden con lo que quieren para su posición laboral.
Por ejemplo, se da el caso de candidatos que desertan luego de pasar una entrevista donde
conocen al que será su jefe o líder directo; o bien, cuando consiguen referencias poco
alentadoras de exempleados. Una marca empleadora fuerte, desafiante, tentadora e
íntegra es la que atrae talento de calidad.
3 - Las contraindicaciones del período de prueba son letales
En muchas empresas se acostumbra a tomar a una persona por algunos días para probar
cómo es su desempeño y si se adapta a la cultura de la empresa. Si pasa ese periodo, puede
avanzar en su contratación. A veces esto se hace con toda la formalidad del caso, pero en otras oportunidades, no. Este aspecto ya da pauta si existe -o no- cultura de respecto hacia los colaboradores. Y puede hacer desertar al candidato.
4 - El compromiso se dice y se mide
Muchas veces, en los procesos de selección se aborda muy livianamente una cuestión tan
profunda como crucial: el nivel de compromiso, responsabilidad y flexibilidad del
postulante.
5 - El so landing como estrategia de 'seducción'
Otro disparador del ghosting es darle 'al nuevo' las tareas más pesadas o aburridas. Esto
genera no sólo estrés laboral sino que aumenta el desconcierto inicial propio de quien se
estrena en un trabajo y necesita unas semanas para adaptarse, conocer la cultura, a sus
compañeros, a sus jefes.
Muchas veces, tras una primera entrevista amable, el día cero el jefe se muestra exigente,
intolerante, inflexible: no sólo con el nuevo colaborador. Esa imagen distorsionada del
antes y después puede hacer que algunos colaboradores debutantes se retraigan y sientan
que no quieren estar allí.
Fuente: Colombo Daniel (2020) "Ghosting laboral: qué es, por qué le pasa a los empleados millennials y cómo prevenirlo " - Publicado en El Cronista
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