domingo, 28 de febrero de 2021

Doxing, una manera de acoso on-line

Por Lucas Vazquez Topssian

Una de las formas más graves que presenta el acoso en las redes sociales es el doxing, es decir, la práctica de investigar, compilar y publicar datos acerca de determinada persona u organización en la red. La palabra doxing viene de "docs" (documentos en inglés) y su propósito es humillar, angustiar, avergonzar o dañar moral y/o psicológicamente a la víctima.

Como vimos en el caso del stalking, aquí también se utilizan los buscadores internet, las redes sociales e incluso algunos registros públicos para crear un perfil más o menos acabado de una persona. En los casos más sofisticados, se utilizan hackeos a cuentas e ingeniería social, donde la misma víctima es la que otorga la información mediante el engaño).

Mientras que el stalkeo es una actividad solitaria centrada entre el acosador (que espía y no quiere darse a ver) y su víctima, el victimario del doxing se vale de los observadores, que pueden ver, comentar, viralizar la información; incluso colaborar con el victimario brindando más datos. 

No son pocas las veces que en el doxing hay una intención vengativa, donde el victimario actúa como juez y parte y la violación de la privacidad de la otra parte en conflicto es la pena.

Un caso

Una joven a la que llamaremos Gloria (33 años) compieza a escribirse con una persona que conoció por Twitter. El usuario se presenta como un programador de 25 años. La relación, siempre on-line, deriva en intercambio de fotos sexuales. Dos meses después, Gloria descubre que el programador era en realidad un menor de edad (14 años). Gloria intenta denunciarlo a la policía, pero ante la negativa de esta a tomar la denuncia (no se había configurado delito alguno, pues el menor no difundió las fotos), Gloria lo escracha en la misma red social.

Desde ese día, el joven empieza a hostigarla. Haciendo un llamado por las redes a un doxing, el joven consigue información bancaria de Gloria, en donde se le habían denegado préstamos. Personas desconocidas empiezan a mandarle mensajes a la familia, 

Un usuario, que casualmente era compañero de la facultad de Gloria, colabora con el atacante brindando información de la carrera de Gloria, qué materias desaprobó y además contribuye con fotografías de su Facebook. Otro usuario encuentra un negocio de Gloria (lecturas de cartas de Tarot), y proporciona información fiscal. Estos datos empiezan a publicarse en la cuenta de Twitter del atacante.

La consulta al Departamento de Psicología de la AALCC ocurre el día que alguien le envía por servicio de mensajería la siguiente carta a su domicilio:

El trabajo de la Asociación será contener a la víctima, indicándole qué pasos a seguir en lo legal, en las redes sociales y alojándola en el dispositivo de contención.

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