Sandor Ferenzci nos dice "El ataque de ansiedad es la eficaz reacción de la consciencia contra el cumplimiento de un deseo en el inconsciente".
Algunos dirán que esta afirmación esta anticuada, pero por experiencia de varios casos, sabemos que a veces un ataque de angustia adviene justo después de haber fantaseado con algo inmoral que nos hubiera gustado llevar a cabo en la realidad.
Cosas como haber deseado la muerte de alguien, o fantasear con agredirle físicamente y también con llevar q cabo algún tipo de fantasía sexual, o simplemente cometer adulterio...
Una viñeta.
Un paciente relata haberse sentido sumamente angustiado durante una cena familiar, la cual ocurría en el balcón de un edificio. En cierto momento, la hermana del paciente le pasa a la sobrina bebé a la madre de ambos por encima de la mesa, a pocos metros de la baranda del balcón. Al paciente, en ese momento, se le ocurre que alguna de las dos podría tirar a la bebé hacia el vacío, lo que lo llena de angustia.
El paciente asocia con otra escena de unos meses atrás y que lo llena de vergüenza: al ver a su hermana embarazada y que él no lograba tener él mismo un hijo en su matrimonio, él había sentido envidia y un fugaz deseo que se produjera un aborto. Fugaz por acción de la represión. La posibilidad de que su hija tirara al bebé por el balcón (aborto) había sobreinvistió esa idea prohibida, accesible a la consciencia.
Sigmund Freud, en Lecciones de Introductorias al Psicoanálisis, dice que en un estado de angustia "tenemos derecho a suponer que su complemento inconsciete se halla constituído (...) por una excitación libidinosa o por sentimiento hostil y agresivo"
En otras palabras, que la angustia para Freud es provocada por un estado de tensión interior que normalmente se corresponde con la represión de una excitación de tipo sexual o agresiva.
Como esta represión no funciona del todo bien, el resultado es el retorno de lo reprimido en forma de angustia.
Cuando alguien tiene un ataque de angustia es porque ha sido incapaz de "controlar" una moción pulsional demasiado intensa. Por ahí apuntan las preguntas que pretenden averiguar cómo se estuvo sintiendo y ante qué situaciones concretas la persona que minutos u horas después sufre una crisis.
Tratar de aplicar técnicas de relajación o racionamiento para controlar el ataque puede tener cierta utilidad,pero se queda ignorando lo fundamental del asunto. A algunos, simplemente, no les interesa saber.
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