Uno de los rumores de pasillo más escuchados sobre Winnicott dice que él no emplea Metapsicología, que no usa términos de Freud y diseñó su propio psicoanálisis. Si bien Winnicott complementó muchas áreas con la pediatría y no usó con énfasis excesivo la Metapsicología, es falso afirmar que Winnicott la haya descartado. Veamos algunas citas a manera de ejemplo:
Winnicott (1953): "una metapsicología debería postular algunas hipótesis sobre el funcionamiento mental (p. ej., la memoria, la alucinación). Freud proporcionó una teoría muy definida del funcionamiento mental en la interpretación de los sueños (último capítulo), y su hipótesis de que la libido y los procesos primarios están regulados por el principio de placer-displacer deriva de esta área de observación no menos que del estudio de los trastornos emocionales."
Winnicott (1959): "la teoría que he bosquejado se produjo un desarrollo que le permitió al clínico empezar a relacionar el trastorno del estado de ánimo con el esquema general de la metapsicología psicoanalítica. Las primeras formulaciones habían hecho posible definir la salud, en términos negativos, como ausencia de defensa rígida o como ausencia de fijaciones, y en términos positivos como una cuestión de fuerza del yo. Ahora aparecía algo que por primera vez le permitía a la metapsicología psicoanalítica hablar del valor en la personalidad. Esto sucedió en virtud del desarrollo por Freud de una idea de Abraham en "Duelo y melancolía", y de la elaboración de este tema por Klein."
Winnicott (1961): "El yo pasa de un estado no integrado a una integración estructurada, con lo cual el infante adquiere la capacidad de experimentar la angustia asociada con la desintegración. La palabra "desintegración" comienza a tener un sentido que no tenía antes de que la integración del yo fuera un hecho. Si el desarrollo es sano, en esta etapa el infante conserva la capacidad de reexperimentar estados no integrados, pero esto depende de la continuación de un cuidado materno confiable, o de la constitución en el infante de recuerdos del cuidado materno, que gradualmente empieza a ser percibido como tal." Esto lo sacó de Ferenczi y luego lo desarrolla a su magistral modo.
Winnicott (1959): "Ya Freud había introducido la idea de la dependencia (amor objetal anaclítico) (Freud, 1914) y la cuestión de la debilidad y la fuerza del yo se volvió significativa en la metapsicología psicoanalítica. De este modo se encontró un lenguaje para la descripción de los casos fronterizos y los trastornos del carácter. En todo momento se consideró que los elementos narcisistas del paciente constituían indicaciones de un trastorno del yo que hacía improbable la eficacia del psicoanálisis, a causa del debilitamiento de la capacidad del paciente para el desarrollo de una neurosis de transferencia (Freud, 1937).
Gradualmente y con el curso del tiempo, el estudio de la psicosis empezó a tener más sentido. Ferenczi (1931) realizó un aporte significativo al considerar el análisis frustrado de un paciente con trastorno del carácter no simplemente como una falla de la selección, sino como una deficiencia de la técnica analítica. La idea implícita era que el psicoanálisis podía aprender a adaptar su técnica al trastorno del carácter o al caso fronterizo sin convertirse en manejo y, por cierto, sin perder el rótulo de psicoanálisis. Finalmente, Melanie Klein (1932, 1948) realizó su aporte específico demostrando que en el análisis de niños debían encontrarse trastornos psicóticos, y que éstos podían abordarse con una técnica adecuada, de modo que para ella el fracaso del tratamiento de las manifestaciones psicóticas en la infancia significaba, lo mismo que para Ferenczi, una falla de la técnica y no de la selección".
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