No es raro que se distinga el alcoholismo de la toxicomanía a partir de los grados de afiliación al fantasma y al inconsciente transferencial. De tal forma, en la compulsión alcohólica se mantendría un lazo con los otros, en distintos grados o por lo menos en la fantasía.
Tampoco es raro que en el uso del alcohol se lea a partir del lazo a lo viril, en sus fragilidades o dificultades, e incluso en su disolución. En el ejemplo dado por Freud del alcohólico en la taberna, nos indica que hay un par especular con el que se bebe o un grupo ellos. También una mostración del lazo homosexual que los une.
El Otro, puede leerse en algunos autores, se presenta en términos de mirada ante el cual se realiza la hazaña de la ingesta o como entidad protectora o bondadosa.
No es raro que se sostenga que el alcohol es una suerte de lubricante de las relaciones sociales, algo que viene a facilitarlas. En esto, seguramente, influye su reiteradamente trabajada potencia para levantar inhibiciones.
Una intervención de Lacan, de 1951, nos propone otra faceta del papel que puede tener el alcohol en la socialización. Se la halla en un comentario que realiza a partir de la lectura de un trabajo de P. Fouquet:
M. LACAN - Encuentro que los distintos expositores son bastante injustos con Fouquet, acusándolo de no haber abordado problemas que estaban fuera de su ámbito. Es cuando el Sr. Fouquet aborda los problemas psicopatológicos que uno debe hacer algunas reservas sobre los términos de adicción y frustración que usa. Estos términos son ambiguos porque tienen un significado preciso en la experiencia analítica y un significado muy vago en el lenguaje cotidiano. Es difícil ahondar en esta cuestión sin hacer un estudio fenomenológico de la embriaguez, cuya etapa y aspectos pueden tener diferentes significados, ciertamente distintos de los efectos de la nutrición láctea. Es cierto que el alcohol no solo es un veneno sino también un alimento. Como resultado, el marco del alcoholismo, por la variedad de significados que conlleva, plantea problemas muy embarazosos. También debe tenerse en cuenta el alcoholismo en diferentes épocas culturales. El vino y el alcohol, por ejemplo, jugaron un papel importante en la civilización china. La orgía* podría ser una parte importante del estilo de una civilización. El papel del medio ambiente es innegable y se puede sostener que el alcohol es una dimensión sociológica esencial. Poner a un individuo frente al alcohol ha sido a veces un factor de selección social. Por tanto, es difícil quitar el alcohol de su papel en la interacción social.
* Es de entender que se trata de un uso referido a “bacanal”, es decir la fiesta en honor a Baco, donde se bebía sin límites.
Fuente: Intervención de Lacan a la exposición de P. Fouquet del trabajo “Reflexiones clínicas y terapéuticas sobre el alcoholismo”, publicada en 1951, en l’Evolution Psychiatrique, fascículo II, páginas 260-261
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