¿Cómo puede ser que el objeto a sea objeto causa de deseo... Pero por otra parte, que su aparición genere angustia? ¿Cómo entender que el objeto a tiene que ver con los objetos parciales? Estos dos chistes de Quino esclarecen bastante la cuestión en torno al ejemplo "ser escuchado", que puede tomar un matiz deseante, o volverse siniestro:
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