La identificación suele ser un concepto muy utilizado, pero no de manera muy compleja. En un análisis, lo que importa es identificar por qué alguien se identifica inicialmente a determinada figura y qué es lo que está detrás.
Freud marcó tempranamente que en la rigidez histérica, en los momentos de espasmo histérico, se puede ver la rigidez cadavérica. Hay un punto de mortificación, que años después reapareció como la pulsión de muerte. En la identificación, Freud la describe un primer modo de relación del sujeto al mundo y podríamos pensar que previamente a la sujección al símbolo y de la constitución del sujeto en el campo del Otro, hay un momento del que no se habla mucho.
¿Cómo es que el sujeto se "sube" al campo del Otro? Lacan hace un esfuerzo, trabajando el vacío desde la topología. La idea de la nada, más allá de las palabras, y cómo ese registro real, que escapa a la simbolización, es el espacio inicial del que sujeto sale para agarrarse al símbolo, cosa que hace a través de la identificación. En Acerca de la causalidad psíquica, vemos que se trata de la identificación. Lo mismo vemos en Psicología de las masas, cuando Freud habla del primer acto psíquico como un modo inicial en que el sujeto pasa de una nada y se toma de una marca.
Freud habla de tres tipos de identificación, donde una se apoya en la anterior.
La primera es una identificación fundante del aparato psíquico, el primer modo de relación, que es muy anterior a la formación del concepto de los objetos y del yo - no yo. Esta primera marca es la que nos vuelve humanos y nos hace entrar en el espacio del Otro.
La segunda forma de identificación es al rasgo, post-edípica.
La tercera identificación la encontramos en las descripciones que Freud hace de las jóvenes internadas, que cuando una recibe una carta, todas tienen la misma sintomatología ansiosa.
Lacan trabajo a estas tres identificaciones en el seminario 24. Si tomamos el ejemplo de las chicas del internado identificadas sintomáticamente a la chica que recibió la carta del novio, Lacan dirá que esa es una identificación a lo imaginario del Otro real. Es decir, es una identificación a lo que ellas suponen que la chica de la carta siente. Es también la identificación al lider de la masa.
La identificación del segundo tipo descrita por Freud, la identificación edípica, Lacan dice que es a lo simbólico de ese gran Otro real. Ese rasgo está en el lugar de otra cosa.
La identificación del primer tipo, la fundante, Lacan dice que es una identificación a lo real del Otro real. Es decir, a ese agujero que está en la base de la causación de todo el aparato.
Este despliegue ayuda mucho para pensar cómo son las cuestiones de la vida cotidiana de los pacientes. En la identificación no solo se trata de aspectos idealizados de otras personas. A veces las identificaciones se dan a las personas más criticadas por el paciente. El paciente dice "Yo nunca voy a..." y lo empieza a repetir inconscientemente en acto.
¿Cómo entender la identificación? Tenemos que entender que el sujeto se sube al campo simbólico del Otro y empieza a hacerse preguntas: ¿Por qué mi padre me gritaba así? ¿Por qué mi madre lloraba cuando mi padre se iba? Estas preguntas básicas son imposibles de responder para un niño. Mediante la identificación, el niño llega a una respuesta. El Otro es profundamente desconocido, "real". Las identificaciones son nodos en los que el sujeto se acerca a algo imaginario o simbólico del Otro real. Alguien puede identificarse a un padre para saber qué le pasaba en cierto momento de su vida.
En la base de la identificación siempre está el intento de comprender lo real del Otro real. Se trata de una pregunta inconsciente. Tener esto presente nos permite abordar depresiones, por ejemplo, donde el paciente puede estar identificado a alguien más, desde su depresión, en su intento de comprenderlo. Recordemos que la neurosis implica una pregunta del sujeto acerca de algo. El síntoma, en el fondo, tiene una pregunta.
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