Nos detendremos un momento en una de las posibles lecturas del Test de la Casa en torno a aquello que evalúa específicamente como test, dejando de lado en este caso de sus otras lecturas. En muchos casos permite ver su relación con la vivencia de autoimagen corporal del sujeto, el aspecto del Yo más ligado a su sentimiento de integridad y unidad interior. Toda casa es una estructura concreta más o menos solida. Más allá del estilo sencillo o más complejo del dibujo de una casa, algo importante a observar es su estructura externa e interna. La estructura externa que se pone de manifiesto en el contorno global de la casa, y la estructura interna que se sostiene en su diferenciación interna, pared, techo, tabiques horizontales y verticales, aberturas.
Al observar el protocolo que compartimos podemos ver que impresiona su tamaño muy grande, su anchura, hay un predominio de la fachada externa, si bien siempre hay una fachada, en este caso la misma está muy destacada en sus detalles básicos y complementarios.
Sin embargo si comenzamos a detenernos en algunos aspectos de su estructura externa veremos que falta la pared externa (zona derecha, desbordando sobre dicho margen) y en la interna no está bien delimitado el tabique interno (línea vertical interna), hay como dos tejados y el central pierde su continuidad como si se adelantara mas la parte izquierda por sobre la derecha. Hay puerta garaje, pero la puerta principal (que sería el acceso principal) del lado central derecho al lado de la ventana inferior no tiene picaporte de acceso y no queda bien clara su estructura.
Es decir no hay claras delimitaciones internas. Esto puede asociarse como hipótesis a componentes psicóticos de la personalidad (ya que hay fallas de logicidad en su construcción). Estas fallas no permiten delimitar el adentro con el afuera, proteger al Yo de la realidad externa (zona derecha en este caso sin pared, con desborde) y a la vez la percepción discriminada de la misma, y en lo interno esta integración adecuada entre el pensar y el sentir. Hay una defensividad marcada (rejas, no hay acceso a la puerta principal) que marca también aislamiento sujeto - ambiente, desconfianza y también una mayor dificultad para relacionarse interpersonalmente. Por supuesto estas hipótesis se verán corroboradas o no con el resto de la batería administrada al evaluado.
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